CAPITULO 22

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Luego de tomarme del brazo, me volteó hacia él y con sus manos me acercó desde la cintura para decirme algo en el oído.

- Tú te vienes conmigo – Dijo sensualmente mientras mordía el lóbulo de mi oreja generándome un escalofrío por todo el cuerpo.

Asentí tímidamente y subimos a la habitación. Cuando llegamos, Niall se lanzó a la cama repentinamente, al parecer estaba realmente cansado. 

Estaba incómoda por la situación, nunca había dormido con Niall, y luego de lo que había pasado en la cocina, estaba sonrojada y muy tímida.

- Mejor me voy al sillón Niall, no vas a descansar cómodo conmigo – Dije nerviosa

- Oh, vamos ______. No va a pasar nada. Ven – Dijo en tono de súplica.

Le hice caso, aunque estaba más asustada que nunca, mi corazón palpitaba muy fuerte y mi respiración era agitada.

Caminé hasta la cama y me recosté a su lado. Me arropó entre sus brazos y depositó un cálido y tierno beso en mis labios provocando otro escalofrío. Ambos caímos en un profundo sueño.

A la mañana siguiente, intenté moverme, pero unos firmes brazos no me lo permitían, giré y observé como dormía el rubio. Aquella imagen me provocada mucha ternura, era realmente hermoso en esa posición. Intenté no despertarlo y lentamente corrí su brazo para poder levantarme.

Me metí en el baño y me aseé. Al bajar al living, me encontré con Antonio leyendo el periódico sentado en un sofá.

- Buen día – Dije amablemente

- Buen día pequeña – Contestó igual de amable - ¿Cómo has dormido?

- Muy bien, gracias… ¿Stella? – Pregunté

- Está en la cocina, pasa – Contestó. Me dirigí a la cocina y Stella se encontraba preparando el desayuno.

- Mmm, ¿Qué es lo que huele tan rico? – Pregunté haciendo que la señora se asuste

- Oh, eres tú querida, me has asustado - Dijo ella - ¿Cómo has dormido?

- Bien, bien… ¿Quiere que la ayude? – Me ofrecí. Ella estaba cocinando omellet

- Claro, puedes alcanzarme los platos que están ahí – Dijo señalando dónde se encontraba los platos. Hice lo que me pidió, saqué cuatro platos y se los entregué – También saca cuatro vasos y el jugo que está en la heladera – Saqué esas cosas y las coloqué en la mesada que estaba cerca de ella - ¿Puedes ir a despertar a tu novio? Ya casi está el desayuno – Me sonrojé debido a su pregunta.

Caminé hasta la habitación para despertar a Niall, al abrir la puerta vi que él seguía durmiendo cómodamente. Decidí acercarme hasta la cama, me subí arriba de él y comencé a repartirle besos por toda la cara y cuando besé su nariz Niall sonrió tiernamente, luego de eso, estiró sus labios para que le diera un beso, pero besé su mejilla, quería hacerlo sufrir un rato. El rubio hizo un puchero y yo reí por lo bajo.

- ¿Con que no me quieres dar un beso? – Preguntó Niall, él con un solo movimiento me dejó debajo de su cuerpo. Mis mejillas ardían por la posición en la que habíamos quedado.

Él se fue acercando, deduje que estaba por comenzar un juego, así que rápidamente corrí mi cara evitando que sus labios tocasen los míos. Reí por lo que había pasado. Niall se puso serio, pero sabía que estaba jugando.

- Con que quieres jugar ¿eh?, entonces vamos a jugar – Dijo divertido dejando a la vista su hermosa sonrisa

- ¿Qué tienes en mente? – Pregunté dudosa, sabía que algo me iba a hacer. Y estaba en lo correcto, ya que comenzó a hacerme cosquillas – No… Niall… para, por favor – Decía entre carcajadas sin poder articular la oración correctamente – Para, te daré… lo que quieras

- ¿Lo que yo quiera? – Preguntó cambiando su semblante a uno más pervertido, instantáneamente me arrepentí de haber hecho esa propuesta.

En un milisegundo, Stella estaba parada en la puerta, al parecer había tardado y fue a buscarnos. Ella tenía una sonrisa, al parecer por cómo jugaba con el rubio.

Giré la cabeza para observarla, pero noté que Niall seguía mirándome, sabía que estaba planeando algo, ése algo era un beso. El rubio había estado esperando a que me distrajera para robarme un beso inesperado, me sonrojé al instante por eso, Stella rió por cómo nos veíamos jugando juntos, luego de eso nos dijo que bajáramos a desayunar ya que ya estaba todo listo. Ella se fue dejándonos solos.

- ¡Niall! – Lo reté, él sólo río y me miró con ternura - ¿Por qué hiciste eso frente a ella?

- Aproveché la oportunidad, ya que estabas distraída – Volvió a reír – Ahora vamos a comer que tengo hambre – Dijo levantándose de encima de mí, luego me extendió la mano para ayudar a levantarme.

Cuando me paré, me dirigí la puerta para ir a la cocina, pero el rubio me tomó de la cintura inesperadamente y me volteó haciendo quedáramos frente a frente juntando nuestros labios en un dulce y tierno beso que se fue haciendo más intenso. No quería separarme de él, me sentía completa con su compañía, pero debimos hacerlo ya que Antonio nos llamó desde la cocina para que bajáramos a desayunar. Ambos sonreímos y nos volvimos a dar un corto beso.

INSTINTO Niall Horan & TuDonde viven las historias. Descúbrelo ahora