1. Hiccup Haddock.

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—¿Entonces estás seguro que no hemos estado aquí antes?

Chimuelo negó y se dedicó a olfatear la nueva tierra. Yo revisé él mapa una vez más y, en efecto, este lugar no estaba registrado.

Dejé al dragón divertirse un poco mientras ordenaba mis pensamientos. En realidad, aún no me acostumbro del todo a viajar solo con Chimuelo, no desde que Astrid se casó con aquel chico que conoció en uno de nuestros viajes.

Fue tremendamente difícil dejarla ir pero sé que tenía razón: ya no estábamos tan cerca como soliamos, no competíamos en carreras y casi nunca nos veíamos.

Quizá lo nuestro nunca fue amor en absoluto.

Chimuelo se puso alerta de pronto y me sobresaltó. Continuó por un sendero y nos guió al principio de un bosque espeso.

Escuché sonidos de forcejeo y algunas maldiciones antes de ver a una chica atrapada en una red para dragones.

—Estúpida red —se quejó ella.

Chimuelo me miró y me encogí de hombros. Él fue hacia ella antes de que tuviera tiempo para detenerlo.

—Oh —exclamó en cuanto lo vió —. Creí que los Furia Nocturna estaban extintos.

Chimuelo la observó por un tiempo y ella sonrió.

—¿Podrías, por favor, ayudarme?

Él la vió a los ojos y después volvió a mi lado.

—¡Regresa! —Gritó ella.

—¿Qué fue eso? —Susurré a Chimuelo. Él me hizo señas con la cabeza y volvió con la chica.

—Prometo no dañarte. Por favor, soy más inofensiva que una oveja —suplicó ella —. Quizá si unimos fuerzas...

En ese momento salí de mi escondite y ella gritó. Supongo que debí mostrarme más lentamente.

—Tú —ella vió a Chimuelo —, él —luego a mí —. ¿Vienen juntos?

Asentí y me acerqué a intentar ayudarla.

—¿Cómo terminaste aquí? —Pregunté yo. Ella estaba a punto de responder cuando algo me tiró al suelo.

No era Chimuelo. Tampoco otro vikingo. Era un dragón.

—¡Basta! —Gritó ella.

Por un momento pensé en protestar ya que creí que me hablaba a mí. De inmediato el dragón sobre mí se quitó de encima.

—¡Solo intenta ayudar! —dijo retorciendose dentro de la red.

El dragón Corta Leña se hizo a un lado y me permitió liberar a la chica. Chimuelo fue, como siempre, a socializar.

—Gracias —dijo —. Siendo sincera creo que nunca lo habría hecho por mi cuenta.

—Está bien —dije —. ¿El dragón es tuyo?

—¡Oh, eso! Sí, perdón por el ataque, solo intentaba protegerme. Él —señaló a su dragón Corta Leña — es mi amigo Knife y yo soy _________ Fogelberg.

Extendió su mano y la tomé.

—Hiccup Haddock. El dragón sociable de allá es Chimuelo. Por cierto, lindo nombre el de tu dragón.

Se encogió de hombros —. Corta Leña, ¿recuerdas?

Ella rió y yo también. Se sentía bastante bien, de hecho, ya que no recordaba haberlo hecho en mucho tiempo.

—No me dijiste cómo terminaste ahí —señalé la red ahora destrozada con la que Chimuelo jugaba.

—Por tonta. No miré por dónde iba.

Knife se acercó a ella e intentó consolarla. Chimuelo también se acercó.

—¡Hey! —dijo, alejando a los dragones —. Tienes un Furia Nocturna, creí que estaban extintos.

—Parece ser el último —dije, recordando las palabras de mi madre.

—Entonces es una suerte. ¡Knife, vamos!

Su dragón llegó y ella se subió a él.

—¡Un gusto, Hiccup Haddock! —Gritó antes de salir volando y desaparecer por el cielo.

Chimuelo me miró y supe que había tenido la misma idea. Debíamos seguirla.

No todos los días te encuentras con otro jinete de dragones. En realidad ella es la única que conozco hasta ahora que no venga de Berk o alguna isla cercana en mi mapa.

Quizá nos conduzca a su aldea. Quizá haya más dragones ahí. Tal vez nos podamos saltar las agresiones que siempre recibimos en una nueva tierra.



Pd: Todos los capítulos serán igual de cortos que este. Oh, y fue difícil pensar en esto así que si lees por favor no copies. Gracias 😘

Encuentrame (Hiccup y tú)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora