Encuentrame (Hiccup y tú)

3. Hiccup Haddock.

Sí, me fuí de ahí de vuelta a Berk. Pero iba a regresar.

_________ me pareció una gran chica, de hecho, me recordó mucho a mí mismo antes de conocer a Chimuelo. Y no podía dejar que su aldea siguiera cazando dragones, no cuando ella quería parar.

—¡Hey, Hiccup! —Saludó Patan en cuanto aterrizé.

—Hola.

—¿Qué descubriste hoy? ¿Un pueblo lleno de chicas lindas?

—O uno lleno de idiotas como Patan —Esos eran Brutacio y Brutilda riendo. Patan los miró mal.

Sonreí —. Ninguna de las dos. Sólo...

—¿Qué? ¿Algún nuevo dragón? —Ese era Patapez, como siempre más entusiasmado por los dragones que por las personas.

—Una chica que...

—¿Te dió una patada? —Preguntó Brutacio.

—¿Linda? —Secundó Patan.

—Con un dragón Corta Leña —dije. De inmediato todos se callaron —. Dijo que no debía volver ahí.

—¿Ella montaba al dragón? —Curioseó Brutilda.

—Quiero conocerla —dijo Patan.

—Volverás —aseguró Patapez. Y tenía razón.

—Voy contigo —dijo Brutacio.

—Ella dijo algo sobre que su pueblo podría darnos problemas —expliqué —. Ellos aún matan dragones y a ella la exiliaron por no hacerlo.

—¿Por qué no la tragiste? —Preguntó Patan.

—¡Lo intenté! Pero dijo que podía volver a casa ahora y que si venía conmigo la buscarían y solo provocaría una guerra.

—Oh, otro pueblo rudo —se lamentó Patapez, recordando lo sucedido la última vez.

—Pero —habló Brutilda —, eres tan terco y estúpido que volverás ahí, ¿no?

—Sí. ¡Espera, no soy estúpido! Pero sí volveré.

—Eres estúpido —murmuró ella.

—¿Cuándo? —Preguntó Brutacio.

—Mañana. En realidad, no llegué a la aldea, pero sé dónde encontrarla a ella.

—¿Es linda?

—¡Patan! —Todos le gritaron y él levantó las manos en rendición.

¿Linda? No era algo que me hubiera detenido a pensar antes. Pero... Sí. Lo era.

—No puedo esperar a conocerla —dijo Patan.

Todos rodaron los ojos y se llevaron a Patan lejos. Los seguí al comedor para comer algo antes de ir a hacer mis labores de jefe.