Una semana había pasado y Ghoti por fin accedió a dejarme salir de la cama. Ahora me podía mover con más agilidad y sin mucho dolor de por medio.
—Hola —saludó Hiccup, hoy no me traía el desayuno —. Escuché que por fin dejarás de flojear.
Sonreímos al mismo tiempo y yo asentí.
—Sí, anoche Ghoti vino a revisarme y dijo que ya podía estar de pie sin riesgo.
De hecho justo ahora ya estaba levantada y ansiosa por salir a volar con Knife. Hiccup se acercó y tomó mi mano, algo que últimamente se nos había hecho muy habitual.
—Al fin podrás desayunar conmigo.
—Siempre he desayunado contigo, aquí.
Es verdad, él me ha acompañado todos los días cuando me trae la comida por la mañana. En las tardes, por el contrario, es muy difícil verlo.
—Bueno, ahora podrás comer con todos en el comedor.
—Me gustaba comer sólo contigo —murmuro, él me escucha y besa mi frente.
Después me lleva con los demás habitantes de Berk.
—¡Hey, al fin dejas la cama! —Saludó Brutilda.
—¿Qué tal tu invernación? —Preguntó Patapez.
—No dormí todo el tiempo —dije —, además no estamos en invierno.
Me senté en la mesa donde estaban mientras Hiccup iba por comida para todos.
—Así que, ¿convenciste a Hiccup para que finalmente desayunara con nosotros? —Preguntó Patan.
—Yo no hice nada —dije.
En realidad yo preferiría estar con Hiccup pero no quería quedarme más tiempo en esa cama... Y era agradable pasar el rato con los chicos.
La mayoría me visitaba de vez en cuando para ver cómo estaba pero era diferente ahora que podía ir a cualquier lugar.
Hiccup por fin volvió con la comida y comimos en silencio hasta que todos se fueron y sólo quedamos Hiccup y yo.
—Peleas muy bien, ¿por qué nunca me lo dijiste?
—¿Para qué querrías saber eso? No es algo importante.
Él se encogió de hombros y fuimos al bosque con los dragones.
Tomó mi mano y no supe si era un buen momento para hablar, lo hice de todos modos.
—Te quiero —dije sin mirarlo, él se sobresaltó un poco.
—¿De verdad?
—Sí. Eres un chico increíble y... No sé, sólo te quiero. No hagas preguntas.
Como siempre él no hizo caso.
—¿Por qué? ¿No estás segura de ello?
Apreté su mano.
—Lo estoy. Por eso no quiero que me hagas dudar.
Hiccup no dijo nada más y yo me subí a Knife, abrazandolo con fuerza aún cuando estuvo junto a mí todo el tiempo en la habitación que Hiccup me había dado. Él también fue atendido por unas heridas leves que consiguió luchando contra sus cadenas y que ahora ya ni siquiera se veían.
Ascendí en el aire y Chimuelo me siguió con Hiccup sobre él.
—¡Extrané esto! —Grité sobre el sonido del agitado mar.
Knife hizo un par de piruetas y luego volvió a volar tranquilo junto a Chimuelo.
Me sentía bien observando a Knife jugando con su nuevo amigo, sintiéndose seguro por primera vez en toda su vida, disfrutando de la compañía de más dragones y humanos. Pero también me sentía mal por Hiccup, porque yo lo había metido en una guerra que seguro perdería, porque pondría en peligro a todos sólo por mí. Y ya lo quería demasiado como para alejarme.
Tenía todo lo que alguna vez había soñado pero sentía que lo iba a perder muy pronto.
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Encuentrame (Hiccup y tú)
FanficEl descubrimiento de una isla remota llevó a la perdición el amor que Hiccup y Astrid decían tenerse. Ahora, ella está casada y viviendo a millas de Berk. Ahora, Hiccup no tiene a nadie más que a Chimuelo. Pero no se detendrá. Perder a Astrid no fue...