Epílogo

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El sonido de una puerta cerrándose a lo lejos fue lo que hizo que Mia abriera los ojos apenas, captando la tenue luz solar que se filtraba por la ventanilla junto a la cama

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El sonido de una puerta cerrándose a lo lejos fue lo que hizo que Mia abriera los ojos apenas, captando la tenue luz solar que se filtraba por la ventanilla junto a la cama. Se removió con pereza, estirándose en el proceso.

-¿Charles? - preguntó, tocando el lugar vacío junto a ella en la cama. Aún estaba tibio, por lo que él no debía haberse levantado hace mucho. Sonrió mientras se giraba y hundía el rostro en la almohada, olía a él.

Llevaba una semana siendo su esposa, tres días en aquel maravilloso viaje a bordo del Pirate Princess y nada podría ser más perfecto.

Ya no necesitaba perseguir su anhelada libertad, cuando tenía más que eso en su vida. Tenía amor, y nada podría superar a aquel sueño.

Luego de su reencuentro en Cornualles, habían decidió realizar la boda allí mismo, en la pequeña capilla de Lanhydrock House. Después de todo no necesitaban más que a los novio, un par de testigos, y al Rey. Su padre había sido quien la acompañó en su búsqueda, por lo que estuvo allí para ayudarlos.

Y luego de una pequeña celebración con la familia, quienes habían protestado bastante por no estar presente en la apresurada ceremonia, habían decidió irse de luna de miel a Isla Paraíso.

-Veo que ya estás despierta - murmuró Charles desde la puerta.

Mia sonrió al verlo tan cómodo y hermoso en aquel lugar. Siempre había supuesto que su lugar estaba en Londres, entre toda la realeza y comodidades, pero al parecer estaba equivocada....otra vez.

-He traído el desayuno - se adentró en el camarote, dejando así ver la bandeja repleta de comida que traía consigo. - Tienes que recuperar fuerzas - sentándose junto a ella, dejó la bandeja sobre la colcha y se inclinó para besarla. Atrapo sus labios con exquisita suavidad y ternura, apenas adentrándose en la pasión. Mia lo dejo hacer, sonrojándose al sentir como las manos de Charles se sumergían entre las sábanas, arrastrando con parsimonia los dedos por su piel desnuda.

Aún no superaba lo perfecto que se sentía ser acariciada y adorada por él, pasar las noches enteras entre su brazos, siendo suya.

-Si - Charles se separó, dejando una seguidilla de cortos besos sobre sus labios y mejillas. - debo parar, aún tienes que desayunar - su voz denotaba lo poco que apoyaba sus propias palabras. Sin embargo, Mia no tenía intenciones de desayunar tan pronto. - Mia...- se quejó cuando ella lo retuvo, poniendo sus brazos alrededor de su cuello y volviendo a besarlo.

-Te amo, Charles - susurró en su oído, besando suavemente el lugar y saboreando las sensaciones que en aquel momento recorrían su cuerpo. - te amo...-

-Mia...- él sabía lo que ella estaba haciendo, tratando de nublar su juicio y hacerlo olvidar la comida y todo lo que estuviera fuera de aquella habitación.

Si, no le era tan complicado.

-Solo ámame...- Mia sonrió al sentir como poco a poco iba cediendo, como sus manos se volvían más exploradoras y besos más ávidos.

-Lo hago, mi amor, y no sabes cuánto -.

-xx-

28-02-2018

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Again [Royalty#1]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora