|| HADES || RM & TÚ || [Segunda Temporada] || TERMINADA ||

Capítulo 9

*Narra (tn)_____*

Como lo prometió Yoongi, no llegó a dormir. Desperté sola en la cómoda cama que nos brindaba el hotel. El sol apenas estaba saliendo y me regalaba una linda vista. Bajé de la cama y fui a la ducha.

El cuarto de baño era gigante, tenía los lavamanos con espejo, una regadera y una tina. Era precioso aquel lugar, si fuera por mí me quedaría a vivir aquí.

Abrí el grifo para que el agua comenzara a llenar la tina, ya que estuvo templada, hundí mi cuerpo. Tomar baños de esta manera, me hacía pensar mucho sobre mi vida, y eso era lo que más odiaba.

Sentía que Yoongi me estaba ocultando algo. No fue para nada normal la reacción que tuvo Viktor conmigo, así que están jugando a algo y yo no estoy enterada. Posiblemente Yoongi me trajo a Gotemburgo con verdades a medias, no era muy usual que lo acompañara cada vez que él quisiera matar a alguien.

Sumergí la mitad de mi cara al agua, soltando un poco de aire y formando burbujas.

Mi propósito al estar en Gotemburgo era fácil de hacer, si es que fuera una persona que no me estuvieran cuidando el trasero hasta para ir al baño. Algo dentro de mí me decía que no hiciera alguna estupidez y olvidara por completo a Namjoon, pero no puedo hacerlo. Pasé dos malditos años yendo a la iglesia y rezando por ellos, sí, no sólo rezaba por Namjoon y mi padre, también rezaba por Charles y los otros chicos de Ndrangheta.

Salí de la tina y envolví mi cuerpo con una toalla. Caminé hasta la mesa de noche y tomé mi cartera. Saqué la servilleta que me había dado Taehyung leyendo su contenido, tomé mi Mac y busqué el nombre del hotel. Mi búsqueda arrojó millones de resultados, pero me enfoqué solo en una, la página principal del hotel.

La página era muy elegante, tenía toda la información sobre las habitaciones y los diferentes servicios que te brindaba el hotel. Busqué el apartado "contacto" y di clic.Me llevó a otra página, igual de elegante, pero con la diferencia de que contenía la información que estaba buscando. Aparecía la misma dirección que Taehyung había escrito en el pedazo de servilleta, el nombre del gerente y un número telefónico.

Tomé mi celular y tecleé los números que me indicaba la página.

Primer tono... Segundo tono...

- Elite Plaza Hotel.- una voz de mujer se escuchó del otro lado de la línea.- Mi nombres es Annika, ¿en qué le puedo ayudar?

Tomé aire y hablé.- Gracias Annika.- dije.- Estoy buscando a un huésped de su hotel.- dije sin rodeos.- Su nombre es Kim Namjoon.

Escuché que la chica estaba tecleando unos cuantos botones.- Es correcto, una persona con ese nombre está registrado en nuestro hotel.

- ¿Puede decirme en qué habitación se está quedando?

- Lo siento mucho.- dijo la chica.- No puedo proporcionarle esa información, políticas del hotel.

- ¿Está segura?- dije.- Nadie sabrá que me dio esa información.

Escuché un bufido.- Lo lamento señorita, pero no puedo hacerlo.- hizo una pausa.- ¿Le puedo ayudar en otra cosa?

- No.- colgué.

Bien, había tratado de buscar información y no la obtuve. Lo único que me quedaba era salir y buscar a Namjoon en cada habitación del hotel. Pero sería después, ahora tenía ganas de visitar el restaurante del lujoso hotel en donde me hospedaba.

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- ¿Algo más?- preguntó el mesero después de haber dejado una taza de café con un plato de panqueques. Negué con la cabeza y se alejó.

Tomé la humeante taza de café y di un sorbo, me supo a gloria con un toque de canela. Partí un trozo de uno de mis panqueques y lo metí a la boca. Lamí mis labios y tomé la miel de maple que me había dejado el mesero. Bañé completamente mis panqueques y volví a meter otro trozo a mi boca.

- Si sigues comiendo demasiado azúcar, te pondrás obesa.

Miré hacia la dirección en donde escuché aquel reproche. Taehyung me miraba divertido y decidido a acompañarme a desayunar.

- ¿Qué quieres?- hablé de mala gana.

- No me digas que ya no te gusta que esté cerca de ti muñeca.- me mostró sus relucientes dientes.- Ahora que lo pienso, cada vez que nos topamos estás bebiendo café.

- ¿Toparnos?- hablé con sorna.- Seguro que me estás siguiendo.

Taehyung sonrió mientras tomaba un panqué con su mano y se lo llevaba a la boca.

- Que asco.- hice una mueca de disgusto.

El chico me ignoró y chupó sus dedos.- ¿Dónde está tu esposo?-preguntó de repente.

- No lo sé.- encogí mis hombros, luego lo miré.- ¿Cómo sabes que vine con mi esposo?

Taehyung chasqueó la lengua.- Es mi trabajo.- habló con mucho orgullo.

- Mmmmmm.- dije sin importancia y seguí comiendo.

- Supe que hablaste a nuestro hotel.- dejé de masticar y lo miré atenta.Él sonrió.- Nos dijeron que una chica estuvo preguntando por Namjoon y quien más puede ser, si no eres tu.

- ¿Él lo sabe?- de pronto la miel de maple me supo amarga.

- ¿Namjoon?- asentí.- Claro que lo sabe.

- ¿Sabe que fui yo?- por poco y vomitaba ahí mismo de las náuseas que tenía.

- Él sabe muchas cosas mi querida (tn)_____.- tomó mi taza de café y bebió.- Sabe que estás aquí y que viniste con Yoongi, también sabe que fuiste tu quien preguntó por él.

Por un momento me sentía como a una niña siendo descubierta al momento de tomar galletas de la alacena.

- ¿Eso es malo?

- No lo creo.- Taehyung sonrió.- ¿En verdad te sigue importando?- asentí.- Bien, cuando quiera puedes visitarnos y...

El sonido de un teléfono celular interrumpió nuestra charla. Tomé mi teléfono y vi el remitente, miré a Taehyung y él me hizo señas de que contestara.

- ¿Hola?- hablé.

- ¿Dónde estás?- Yoongi estaba hecho una furia del otro lado de la línea.

- ¿Así es como me saludas?- escuché un bufido.

- ¿Dónde estás? Maldita sea.

- En el restaurante del hotel.

- Voy para allá.- colgó.

Miré a Taehyung alarmada. Si me veía con él, seguro que mataría aquí mismo.

- Te tienes que ir.- le dije.- Yoongi viene para acá.- Taehyung asintió y se levantó del asiento.- Espera...- él me miró.- Dime el número de cuarto en donde se están quedando.

Taehyung tomó una servilleta, sacó un bolígrafo de su pantalón y garabateó unos números y unas cuantas letras.

- Gracias.- musité.

Él me dedicó su sonrisa cuadrada y salió en dirección opuesta a la entrada.