|| HADES || RM & TÚ || [Segunda Temporada] || TERMINADA ||

Capítulo 32

*Narra (tn)____*

Cuando una persona ama de verdad, quiere lo mejor para aquellas personas a quienes ama. Cuando una persona ama de verdad, está abierto al diálogo. Sin embargo, cuando esa persona está cegada por la traición y el rencor, es capaz de herir, incluso, a matar a las personas que ama.

Y todo esto se ve reflejado en Min Yoongi, en aquel hombre que, cuando era niño, robaba lo que fuera para alimentarse; aquel hombre que, cuando era niño, fue adoptado por una familia, una familia que, a pesar de darle techo y comida, nunca le dieron amor; aquel hombre que, cuando le quitaron lo que más amaba, inició una masacre para vengarse de cada una de las personas que le hicieron daño.

Min Yoongi siempre fue un jugador audaz, nadie podía contra él o su imperio porque tomaba decisiones pensando fríamente y sin meter sentimientos porque así fue educado... educado para matar.

Mis ojos miraron cada centímetro de aquella arma blanca; con sentimientos encontrados me daba ánimo, aquel ánimo que siempre me daba cuando estaba a punto de morir.

>Al fin acabaré con mi sufrimiento<... >Podré descansar en el infierno<.... >Ya quiero morir<...

Cada uno de mis demonios estuvieron dispuestos a seguirme hasta el fin de mis días, nunca me dejaron descansar, nunca me dejaron estar en paz. Aquel sentimiento de remordimiento me hacía un nudo en mi garganta evitando todo paso de aire.

Viktor nos había dejado solos por órdenes de Min, él quería estar a solas con su esposa.

La sangre de Charles resbalaba por el mango del cuchillo, las manos de Yoongi ya no eran blancas, sus ojos inyectados en sangre le daban un aspecto macabro.

Disfrutaba verme atada, indefensa, suplicando... A él le excitaba todo eso.

Caminaba por la habitación, sabía que al hacer eso me ponía los pelos de punta. Se limitaba a sonreír y mirarme de pies a cabeza.

- Te ves jodidamente sexy.- dijo.

Sus palabras me provocaron mareos.

Caminó a paso rápido hasta mí y se desabrochó el pantalón, sacando su miembro y poniéndolo cerca de mi boca.

- Chupa.- ordenó.

Voltee mi cabeza negando rotundamente en hacerlo. Yoongi me dio un golpe en la mejilla y sostuvo fuertemente mi mentón.

- Chupa maldita zorra.

Forcejee sin haber tenido éxito, Yoongi volvió a golpearme, me tomó del cabello y levantó mi rostro.

- Hazlo.

- No.

Escupió sobre mi cara.- Hazlo, maldita zorra.

- No.

Volvió a escupir mi cara. Bajó mi rostro sosteniéndola para que no la pudiera mover, acercó su pene a mi boca y forcejeó para meter su miembro en ella.

Las lágrimas resbalaban cada vez que Yoongi metía y sacaba su pene de mi boca y me la estaba creyendo... Era una maldita zorra como lo dijo mi padre.

No pasó mucho para que Yoongi se corriera en mi boca, todo su semen amenazaba con entrar a mi esófago.

- Traga.

Negué con la cabeza.

Min sacó su miembro y volvió a jalar de mis cabellos para que lo mirara a los ojos. Por la fuerza de gravedad todo el líquido blanco iba resbalando lentamente por mi garganta.

Yoongi esbozó una sonrisa y me dio un beso en mis labios.- Bien hecho bonita.

Quitó sus dedos de mi cabello y se acomodó el pantalón, no dejaba de mirarme esbozando una sonrisa sínica.

- Quiero que recuerdes algo (tn)____.- dijo mientras miraba el cuchillo.- Fuiste mi primer amor y serás el único.

Sus ojos me volvieron a mirar y mis vellos se erizaron, tragué saliva y esperé lo peor.

Yoongi caminó hasta pararse detrás de mi espalda, el frío metal del cuchillo hizo contacto con mi piel, podía sentir cómo mi corazón se salía de mi cuerpo, el nerviosismo me carcomía... Estaba muerta.

La fuerza que hizo Min sobre el cuchillo fue mínima para que perforara mi piel, el dolor agudo me hizo recordar que aún seguía viva. La fricción del pedazo de metal sobre mi piel y la sangre que escurría era tan lenta que me provocó un mareo haciendo que vomitara.

Mi suéter se vio repleta de la cena de anoche y de ácidos estomacales... Estaba perdida.

Yoongi siguió ejerciendo fuerza cada vez mayor y más rápido para deshacerse de mí, y de pronto, como si fuera un milagro, Min dejó de hacer fricción. Tiró el cuchillo y caminó hasta la puerta, sacó su arma y maldijo varias veces.

Podía escuchar el sonido de disparos, esos sonidos me dieron paz, estaba segura que Aghata había hecho el último trabajo que le pedí.

El contenido de la carta era una breve despedida por si moría y la dirección que me había mandado Yoongi, no sin antes recordar que había tomado el teléfono de Aghata encendiendo el GPS y escondiendo el celular sobre los asientos del auto.

Al menos mi plan estaba surgiendo como lo esperaba.

Las balas traspasaron la puerta dándole casi a Yoongi, éste se escondió en una esquina de la habitación. La puerta se abrió, tres hombres vestidos de negro entraron y se acercaron a mí, desatándome.

Quería decirles que Yoongi estaba escondido, que estaba apuntándoles con su arma, pero las palabras no salían de mi boca.

Dos disparos fueron suficientes para matar a dos hombres, el tercer hombre disparó fallando y Yoongi salió de la habitación.

Namjoon entró a la habitación, podría jurar que se veía aterrorizado al verme. Intercambió unas cuantas palabras con aquel hombre.

- ¿Por qué lo hiciste?- preguntó. Su voz estaba a punto de quebrarse.

Moví mi boca, tratando de que algún sonido saliera.- Cha... Charles...

- ¿Dónde está Charles?

Sacó un pañuelo e hizo presión sobre la herida que tenía en el cuello.

- Murió...- volví a llorar, recordando su cuerpo convulsionarse enfrente de mí.

Namjoon me abrazó.- Lo lamento tanto hermosa.- dijo.- Lamento que tengas que pasar todo esto por mi culpa.

Me ayudó a levantarme, tontamente me sostuve sobre mis dos pies y caminé con Namjoon hasta la salida. El pasillo que daba a la entrada estaba repleta de varios hombres muertos, algunos de Ghetava y otros de Ndrangheta.

Llegando a lo que sería la pequeña sala, estaba en el piso el cuerpo de Jimin y a unos metros más estaba el cuerpo de Jin.

Me llevé una mano a mi boca evitando gritar del pánico, todo el maldito mundo estaba muriendo por mis estupideces. Namjoon no dijo nada, siguió caminando abriéndome paso al montón de cuerpos que estaban tirados.

Salimos de la cabaña, el cielo se veía un poco más claro, pronto se vería el amanecer. La nieve había subido y nos hacía difícil el paso.

- Tenemos que caminar.- dijo.- Las camionetas no pudieron entrar por el exceso de nieve.

Cada vez mi paso era más perezoso, estaba perdiendo sangre y estaba exausta, Namjoon trataba de seguirme el paso y me sostenía para que no cayera, pero el que cayó fue él al haber sido atravesado por una bala cerca del omóplato.

Me giré y vi a Yoongi parado justo a unos cuantos metros, sostenía su arma y me apuntaba, no dudó y presionó el gatillo, caí al suelo, cerca de Namjoon.

Los copos de nieve bajaban tan suave y delicadamente. Nunca creía que iba a terminar de esta manera. Por un lado, me siento triste y débil, pero por el otro, me siento feliz porque mi infierno está por terminar y lo mejor de todo, a lado del amor de mi vida...