|| HADES || RM & TÚ || [Segunda Temporada] || TERMINADA ||

Capítulo 31

*Narra (tn)____*

La luna había sido tapada por las enormes nubes nocturnas, ninguna estrella se veía en el cielo. Había escapado de la casa de Woo Bin y me dirigía hacia donde se encontraba Yoongi.

Me sorprendió descubrir que la seguridad en esa casa era pésima, sin mencionar que las llaves de los automóviles se encontraban colgadas en la entrada y que la cochera estaba abierta.

Manejaba con demasiada precaución, sin embargo los nervios y la desesperación me estaban comiendo viva. Cada vez que avanzaba un kilómetro, el nudo que se estaba formando en la boca de mi estómago se iba apretando a tanta intensidad que podría vomitar en cualquier instante.

Había encendido el GPS del teléfono, me guiaba con la voz computarizada de la aplicación para llegar a mi destino.

Gire a la derecha en treinta metros...

Hice caso a lo que el GPS me indicó entrando en una vereda repleta de nieve, los pinos formaban el camino recto. El sonido del motor me ponía cada vez más nerviosa, hacía demasiado ruido y estaba segura de que se habían percatado de mi presencia.

Los faroles del auto iluminaron una cabaña demasiado, a mi parecer, pequeña. La cabaña estaba rodeada de varios hombres armados que, en cuanto me vieron, levantaron sus armas hacia mi dirección. Un hombre fornido salió y algo les dijo a aquellos hombres, sólo bajaron sus armas y siguieron rondado.

Estacioné el auto a varios metros de distancia, puse el revolver en mi espalda, escondí mi celular entre los asientos del auto, me puse la capucha del suéter y salí.

La capa de nieve era gruesa, me hundía cada vez que daba un paso y me era difícil caminar sin tener que tropezar o hacer algún esfuerzo por levantar mis piernas.

- Tanto tiempo Viktor.- saludé.

Quería sonar neutra, no quería verme débil, no quería verme impaciente o asustada y aún así mi expresión me delataba.

- Señora Min.- inclinó su cabeza.

Estiró su brazo indicándome el camino, el cual constaba de unos cuantos pasos para llegar a la entrada de la cabaña. Miré de reojo mis alrededores y avancé.

No duré demasiado tiempo de pie, Viktor estaba jugando a mis espaldas con un poco de cloroformo que puso sobre mi nariz, no forcejee, me limité a oler el ácido olor y cerrar mis ojos.

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La ansiedad, el nerviosismo y el palpitar de mi corazón no hacen más que crecer el miedo que sentía. Me habían despertado arrojandome una cubeta de agua helada, por poco y me ahogaba con los litros de agua.

Estaba ubicada en alguna habitación de la cabaña, era pequeña, algo estrecha y sin ventilación. La mitad de la habitación se encontraba oscura, la otra, era iluminada por una vela que estaba sobre una mesa cerca de donde estaba sentada.

Mis manos, pies y abdomen estaban atadas sobre la silla de madera. Una sensación de culpa me sofocaba y no dejaba que el poco aire que había en el lugar entrara a mis pulmones.

La puerta se abrió de golpe, la silueta de un hombre alto y delgado se encontraba parado debajo del marco de la puerta, el nudo que se formó sobre mi estómago se apretó más, mi pulso se descontroló y, si no me calmaba en estos momentos, iba a hiperventilar.

Yoongi cerró con mucha elegancia la puerta y se acercó a paso lento hasta donde estaba. Sus ojos inyectados en sangre me decían que no estaba en sus cinco sentidos.