Epílogo

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El sonido de mi respiración y del monitor cardíaco es lo único que puedo escuchar.

Abrí mis ojos lentamente parpadeando para tener una mejor imagen de mi entorno. No me sorprendió verme envuelta en sábanas blancas, con un catéter puesto en mi brazo y un collarín, me sorprendió estar esposada sobre los barrotes de seguridad de la cama.

Un hombre de aspecto sueco y de avanzada edad se levantó del sillón que se encontraba cerca de la cama, llevaba puesto un pantalón de vestir color negro y un abrigo del mismo color. Sacó una billetera y me mostró su identificación.

- Señorita (tn)____, soy el detective Acke Lindgren del departamento de investigación sobre narcóticos.- se presentó.- Está detenida por el cargo de homicidio en primer grado, venta ilegal de armas y droga, y trata de blancas. Puede permanecer en silencio, todo lo que diga será utilizado en su contra. Si no tiene un abogado el estado le proporcionará uno.

El detective se despidió y caminó a la salida.

- Espere...- el detective se giró.- ¿Dónde está Namjoon?- pregunté.- ¿Kim Namjoon?

El detective simplemente me miró y salió de la habitación.

[...]

Han pasado dos años desde que recibí mi condena en aquel juzgado, donde lo único que hacían era recordarme las cosas atroces que hice. El jurado deliberó mi sentencia después de haber escuchado los cargos en mi contra. Lo ridículo en mi caso fue que el estado me proporcionó un abogado que simplemente se limitó en estar sentado junto a mí sin decir nada.

No recibí ningún apoyo de nadie, tampoco había alguien dándome ánimos entre la audiencia, simplemente era yo y mis demonios.

El primer mes fue una tortura para mí, estar en una celda compartida con una chica que se hacía llamar la jefa de un grupo, que te golpeaba cada vez que quería y que la policía no hiciera nada para ayudarte era realmente atroz. Luego de eso recibí el respeto que merecía y ahora aquellas chicas que me humillaban se encuentran alabándome como a un Dios.

Había pasado un año desde que me encerraron en prisión y recibí una noticia, alguien quería verme, tenía una visita luego de un año.

Mi curiosidad iba en aumento cuando estaba por llegar a la sala de visitar, pero como dice el dicho, "la curiosidad mató al gato", y en mi caso me llevé una decepción.

El que estaba enfrente de mi, sobre aquel cubículo que nos separaba no se encontraba Namjoon sino Hoseok. Caí en cuenta de que aquella noche en la cabaña de Yoongi no vi a Hoseok por ningún lado.

El los quince minutos que le dieron para comunicarse conmigo me contó lo que sucedió aquella trágica noche.

"Luego de que Yoongi nos disparó y saliera corriendo, Hoseok junto con otros hombres nos encontraron, pero antes de que nos ayudarán, la policía se encontraba cerca, al parecer Aghata y Kim Woo Bin los habían llamado. No pudieron hacer nada ya que habían recogido nuestros cuerpos, él creyó que habíamos muerto así que no hizo nada. Luego de un mes dio con mi paradero por las noticias locales sobre mi juicio, pero de Namjoon no sabía nada.

Él fue el único de Ndrangheta que quedó vivo, así que con los pocos hombres que tenía retomó el negocio haciéndose de más hombres, hasta idear un plan en busca de Min Yoongi.

Y fue hasta este momento en que apareció ante mí para decirme el paradero de Yoongi, prometiéndome que me sacaría de la cárcel para iniciar con nuestra venganza".

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