La hermana menor de Zoro. (Sanji Y tú)

Capítulo 23: Humillación totál

-Sanji....snif.... Tonto, ¿Qué haces aquí?

-¿cómo Qué hago? Vine por t...- Observó mi cuerpo lastimado- ¿Y esta sangre?- Llevó su mano derecha a mis piernas- Tu-ropa... ¿Por qué está rota?... (Tn)-san no me diga que ese desgraciado....

-...Perdóname.... – Rompí en llanto y oculté mi húmedo rostro en su pecho- Sanji...yo-no quería hacerlo... te juro que no quería pero.... Tu sabes que yo soy solo tuya

-Lo sé- Besó mi mejilla- Y no tienes idea de lo feliz que me hace el saber eso

-¿Dónde están los chicos?

-Probablemente en el bosque, vienen para acá, yo salí corriendo en cuanto anclamos

-Deben irse de aquí, Doflamingo ya sabe que soy nakama de ustedes

-(Tn) yo no voy a ninguna parte si no vienes con nosotros

-No puedo...snif... Doflamingo tiene atrapado a mi hermano y si yo no le obedezco lo matará... Lo siento Sanji pero me temo que este es el adiós

-¿¡Vas a dejar que ese infeliz se salga con la suya?!

-No tengo opción- Le mostré el anillo de compromiso- Mañana por la tarde se celebrará la ceremonia... después de eso liberaran a mi hermano... Recójanlo en el muelle y váyanse de aquí

-Pero (Tn)...

-¡Hazme caso!

-¡No!- Se sentó a mi lado y me abrazó- No vine hasta aquí solo para ver como haces pedazos tu vida.

-Sanji... Sabes que te amo ¿Verdad?

-Por supuesto

-... Déjame besarte una vez más

El rubio asintió con la cabeza y lentamente nos fuimos acercando hasta que nuestros labios se unieron dulcemente en un tierno y pacífico beso, me abracé a su cuello y el me recostó sobre la cama sin que dejáramos de besarnos, al poco rato nos separamos y él se dedicó a dar leves caricias a mi vientre mientras que yo, sin poder contenerme dejé escapar gruesas lágrimas que rodaron por mi rostro.

-...Es tan distinto...Tus besos.... Tus caricias, tu voz, tu piel, hasta tu olor- Me lo abracé- Sanji tengo miedo, no quiero casarme con ese hombre, el solo verlo me causa repulsión

-Y no vas a casarte con ese imbécil... Te lo juro; Tú vas a salir de este lugar, vas a regresar al Sunny con nosotros y todo volverá a ser como antes....

Justo en ese momento, la puerta se abrió de golpe y detrás de ella aparecieron varios hombres armados junto con el Shichibukai quien se veía realmente molesto al ver al rubio sobre mí besando mis labios, inmediatamente pidió a sus hombres que lo atraparan y escapar era imposible ya que tenían todas las salidas cubiertas.

-¡Pagarás por haberte metido con mi prometida!- Gritó el Shichibukai

-Eso tendremos que comprobarlo como los hombres: ¡Agarrándonos a putazos!

Sanji se colocó en guardia como sabía hacerlo antes de pelear mientras que yo, que ya conocía de sobra la habilidad de Doflamingo, le pedía a gritos que no peleara pues bien sabía que no podría ganarle.

Doflamingo, con un simple ademán hizo que sus afilados hilos rasgaran la ropa del joven cocinero mandándolo a volar contra la pared

-¡¡SANJI!!- Grité asustada al verlo tirado y con la sangre escurriendo de sus heridas

El cocinero de a poco logró ponerse de pie pero el Shichibukai lo tomó mor el cuello de la camisa y le tiró un puñetazo en la cara seguido de otro golpe en el estómago, yo estaba horrorizada y forcejeando mis cadenas pero era en vano pues ni siquiera puedo usar mi logia por culpa de estos miserables grilletes. Después de divertirse un rato golpeando al cocinero como si este fuese un saco humano de box, el Shichibukai comenzó a asfixiarlo con sus hilos mientras reía a carcajadas ansioso por ver rodar la cabeza de Sanji en el piso.