Capitulo 13

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Capitulo 13

Me desperté antes de que aclarase el cielo. Me bañé y me arregle, sabiendo que Matthew estaría ya despierto, preparándose para la jornada diaria en su granja. Me coloque un gorro, dejándome así el cabello suelto, a su vez de colocarme un suéter de color mostaza con una chaqueta verde oliva. No quería que Emily se despertara antes de que estuviese ya en camino a casa de su buen amigo, sabiendo que era un asunto de dos, no de tres. Por lo que no quería involucrarla en algo en lo que me podía ocupar yo solita.

No me detuve ni siquiera a ver el amanecer. Ni como las nubes se estaban concentrando en el oeste, desde el mar. Sólo me dispuse a caminar y a caminar, mientras colocaba mis manos aguantadas, en los bolsillos de mi chaqueta. Pronto tendría a Matthew frente a frente y eso realmente era lo que me importaba.

¡Que dios se apiadara de él!, pues realmente me encontraba de mal genio. Con los apellidos bien revueltos.

Matthew me vio a lo lejos, mientras caminaba hacia su propiedad. Estaba realmente enojada. Se podía ver con cada paso que daba. Y la forma en que caminaba hacia él, como un tren que se ha ido a la deriva, al no tener el control de los frenos.

_ Hola…_ dijo quitándose su gorro, mirándome sin saber que más decir. Sabía que había cruzado una raya peligrosa. Y la consecuencia de sus actos la tenía en frente de él. 

_ Hola… No te preocupes, no vine a matarte, solo vine a entregarte esto… _dije secamente al sacar aquel libro de mi bolso_. Muchas gracias, pero no lo quiero…

_ Es evidente que sigues molesta conmigo.

_ No hay motivos más claros que los que ambos conocemos. 

_ ¿Siempre eres así tan delicada?

_ No me busques la lengua… Que por ser el amigo de Emily, estoy controlándome realmente.

_ Espera…_ dijo cuando me di la vuelta para retomar mi camino de regreso_. ¿A qué le tienes miedo?

_ ¿Miedo?...

_ Sí, ¿a qué le tienes miedo? 

_ A nada… Absolutamente a nada.

_ Entonces, ¿por qué ese témpano que tienes como barrera? Sé que la verdadera Adrianne se oculta tras esa imagen impenetrable.

No dije nada. Sólo me limite a continuar con mi camino, odiándome por haber ido sola a aquel lugar. ¿Qué había ganado? Absolutamente nada… Nada. Sólo encontrarme con esas preguntas que yo misma me negaba a responderme.

_ ¿A qué le tienes miedo?_ dijo al colocarse en medio de mi camino, mirándome fijamente a los ojos.

_ ¿Qué te pasa? ¿Has perdido un tornillo?

_ No… Sólo quiero saber la verdad. Por lo que sácame de mi error…Pues una parte de mi se niega a creer que quien finges ser, seas realmente tú.

_ ¡Quítate del medio, Matthew!... O te juro que no respondo.

_ No lo hare hasta que respondas mi pregunta…_ dijo firmemente. 

_ No tengo nada que responderte…_ dije molesta, tratando de zafarme de su camino, evitando ver sus ojos ya que trataba de controlarme.

Logre avanzar un poco más, a pesar que él me seguía los pasos. Se negaba a que todo quedara hasta allí. Sin embargo, yo seguía caminando, ignorándolo, odiándome por haber sido tan orgullosa y haber deseado restregarle en su cara aquel obsequio que me había dado, para que así me dejara en paz.

_ Por favor… 

_ ¡Matthew, déjame en paz!... No te debo ninguna respuesta a ti ni a nadie, ¿me entiendes bien?

_ No… No te entiendo… ¿Y sabes por qué no te entiendo? Porque tu actitud de siempre estar a la defensiva me hace suponer solo una cosa… Estas huyendo porque sientes lo mismo que yo siento por ti. Y te niegas a verlo con tus propios ojos. 

_ ¡¿Qué?!..._ expresé atónita, al detenerme. Aquello no me podía estar pasando a mí_. ¿Te estás escuchando? ¿De qué diablos estás hablando?_ lo miré seriamente.

_ No puedo sacarte de mi cabeza… Y juro que lo he intentado, diciéndome que no debería sentir esto. Pero te has convertido en alguien tan enigmático para mí. Y cuando yo miró a tus ojos… En el fondo veo lo mismo.

_ ¡No seas absurdo!… 

_ Entonces, se sincera conmigo… ¿Por qué te escondes en ese témpano de hielo que te hace distante y fría?

_ Es irracional continuar con esta conversación…

_ Para ti…No para mí…

Se acercó más a mí y colocó sus manos en mis brazos. Necesitaba retenerme por más tiempo…

_ Mírame Adrianne, mírame a los ojos y dime… ¿A qué le tienes miedo?

_ ¡Suéltame!... Ya te respondí que a nada… Por lo que lo siento por ti si no me crees y te has hecho ilusiones… 

_ Entonces ¿Por qué huyes como si fueses una niña? ¿Por qué esta actitud tan fría?

No dije nada. ¿Qué más podía hacer o decir? Si todo lo que me rodeaba me traicionaba. Cuando él rozo mi rostro, sin apartar su mirada. Haciéndome sentir el roce de su respiración también.

_ ¿En verdad no comprendes un “no”?_ dije al mirarlo de nuevo a los ojos.

_ Cuando algo me interesa… No.

_Pierdes tu tiempo conmigo. ¡Déjame ir!…

_ ¿Alguien rompió tu corazón, verdad? ¿Por eso eres así?... 

No le respondí. No entendía que me pasaba al mirar sus ojos llenos de súplica. Como pidiéndome que le mirara. 

_ ¿Cómo puedo hacerte ver que no te miento cuando te digo que no quiero romper tu corazón?... No soy de esa clase de hombres.

_ Matthew…

_ Si lo hiciese, es como si hiriese al mío. Y sé lo que se siente que le hieran el corazón a uno… Yo también pase por eso.

_ Déjame ir… Por favor… No insistas…

_ Mírame a los ojos… ¿Te gusto un poco, verdad? ¿Por eso tu armadura y tu barrera de hielo?

_ ¡NO!…_ dije al mirarlo como si lo estuviese desafiando. Algo que realmente para mi sorpresa me había costado hacer. ¿Acaso él podía ver más de lo que yo podía ver?

_ Adrianne, en todo lo que pienso ahora, es en ti… En la maravillosa mujer que ocultas y deseo conocer._ sonrió, sin imaginar la tensión que producía en mi interior, como si dos personas lucharan dentro de mí_. Cada día que pasa, solo pienso en como descubrirla. Porque sé que es algo que vale la pena. Un buen irlandés sabe cuando vale la pena luchar. Y como buen irlandés, sé que no me equivoco cuando te miro y sé que no importa cuantos “no” me digas. Cuanto más grande es el desafío que me ponen, más es mi deseo de conseguir el resultado que espero. Para que te ame más, dime que no… Y veras como consigo esa llave a tu corazón.

_ ¡Basta, Matthew!..._ mis ojos se habían llenado de lágrimas, en aquel instante me solté de él y corrí no muy lejos. Hasta detenerme. 

No entendía qué le ocurría a mi propio corazón. Me estaba traicionando aún más, cuando las primeras gotas de lluvia empezaron a caer del cielo, y Matthew se acercaba de nuevo a mí, preocupado. Nunca se había imaginado que sus palabras llegarían al fondo de mi ser y me harían llorar, derritiendo aquel témpano de hielo que me hacía tan impenetrable e insensible.

_ Lo lamento… Lo lamento. No debí hacerte llorar…

_ No deberías enamorarte de mí…_ dije en un susurro al mirarlo a la cara. Sintiéndome tan indefensa. Y como una niña pequeña llena de tanto miedo.

_ ¿Por qué?..._ dijo al rozar mi mejilla derecha_. ¿Por qué no? ¿Qué fuerza mayor me impediría eso que siento por ti?

_ Matthew…_dije en un tono de suplica.

_ Ven… Hablaremos de eso en otro momento. Esta lloviendo, y puedes resfriarte… Ven, no te dejare que te marches con este tiempo.

Sigo Pensando en Ti... Miss You (1er libro)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora