La habitación estaba oscura. Sólo había una luz iluminando mi pequeño libro de "El retrato de Dorian Gray", era la decima vez que me lo leí y no ha dejado de encantarme.
Miré a mi lado a Ruggero durmiendo y volví mi vista al libro para seguir leyendo.
- Te tengo una pregunta. - escuché su voz de repente, asustándome un poco.
- ¿Cuál?
- En realidad quiero que juguemos a algo.
- ¿Jugar? - lo miré extraño.
- Sí, ¿o te crees muy madura para jugar conmigo? - me dijo riendo.
- ¿A qué vamos a jugar? - le dije sonriendo.
- Yo seré el entrevistador y tú la entrevistada.
- ¿Por qué así y no al revés?
- Porque yo quiero preguntarte a ti. - sonrió.
- Está bien.
- ¿Sabes lo qué es una App? - lo miré mal.
- ¿Me crees boba o qué?
- ¡Yo soy el que pregunto! - suspiré.
- Sí, sé lo que es una App.
- ¿Conoces la App de Wattpad?
- ¿Has estado revisando mi celular? - fruncí el ceño.
- ¡Que yo soy el que pregunto! - dijo con frustración.
- ¡Está bien, ya! Sí sé cual es.
- ¿Me puedes explicar que es eso de una rayita?
Me le quedé viendo tratando de aguantar la risa.
- Nada. - dije tratando de parecer calmada.
- No puede ser nada.
- Pero osea ¿por qué me preguntas eso?
- Yo estaba revisando tu aplicación de Wattpad.
- ¿Entonces sí me revisaste el celular?
- ¡Que yo soy el que pregunta!
- Ajá sigue. - dije intentando no reír.
- Entonces miré y me di cuenta que muchas decían "Ruggero Pasquarelli y tú" - mordí mi labio para no reírme.
- Ajá ¿y?
- Pues abrí uno de esos pero quien se supone que es "tú"
- Tú, Rugge.
- Sí pero cuando tú miras lo que escriben solo sale mi nombre y una raya y el resto no lo entendí, pero hay algo que me llamó la atención.
- ¿Qué? - le sonreí escuchando atentamente como se enredaba el mismo con las novelas.
- En todas sale "hot" y al principio pensé que era caliente, pensé que de pronto todas hablaban de fuego o algo así. - y ahí fue donde yo no pude aguantar más la risa. Solté carcajadas y Ruggero me miraba sin entender. - ¿Por qué te ríes?
- Por Dios amor, te amo demasiado. - le dije mientras reía.
- ¿Te estás burlando de mí?
- No. - traté de aguantar la risa pero no podía. Solo el hecho de imaginármelo viendo Wattpad todo confundido. Traté de calmarme mientras él me miraba serio. - Ya, lo siento. - le dije sonriendo. - Entonces…
- Ajá, vi hot y después vi +18, ósea que son para mayores de dieciocho ¿verdad?
- Sí.
- Entonces eso quiere decir que son pervertidas, son eróticas. - mis mejillas se sonrojaron completamente
- Ya me lo confirmaste. - me sonrió. - ¿Entonces son libros eróticos conmigo?- Algo así…
- Interesante. - me sonrió pícaro. - ¿Me podrías traducir una de esas?
- No.
- ¿Por qué no?
- Porque no.
- Karol...
-No Rugge, no lo voy a hacer.
- Sabes que tengo traductor y lo puedo hacer de todos modos.
- Hazlo, pero no será lo mismo.
- Lo sé, pero mas a o menos sabré de qué hablan.
- Hazlo, yo no te voy a traducir nada.
- Tengo otra pregunta.
- Dime. - lo miré sonriendo. Estas son las cosas de Ruggero que me hacen derretir de ternura.
- ¿Por qué tenías la aplicación escondida? - Dios ¡sí había revisado todo mi celular! Suspiré.
- Será porque quería que no la vieras.
- Pero aún así la vi. - me sonrió triunfante.
- Sabía que ibas a terminar revisando mi celular y encontrándola pero por algo las leo en español.
- Bien jugado. - me felicitó mirándome mal.
- Gracias. - ahora fuí yo la que sonrió triunfante. - ¿He respondido todas tus pregunta?
- Sí, por ahora… cuando las traduzca ahí sí vendrán las verdaderas preguntas.
- No te tengo miedo Ruggero… - lo miré sonriendo y entrecerrando los ojos.
- Pues deberías amor. - me sonrió por ultimo y se volvió a acomodar pero me volvió a mirar. - Espera…
- ¿Qué?
- ¿Qué significa la raya?
- Duerme amor ¿si? - dije riéndome.
Apagué las luces y puse el libro en la mesita de noche.
- Respondeme.
- Es una raya, con esa raya es que tú haces todo, con ella vives tu historia de amor. - lo abracé y él pasó su mano por mi espalada atrayéndome mas a él.
- ¡Eso no es cierto! No puede ser.
- Créeme, vives una historia de amor con una raya.
- Sé que te estas burlando de mí.
- Duerme o ahora yo traigo el cloroformo.
- ¿Sabes dónde está el cloroformo?
- Osea que sí lo tienes. ¿Qué haces con cloroformo en la casa Ruggero? - me levanté un poco para poder mirarlo.
- Nada mi amor, duérmete.
- Rugge, te estoy comenzando a tener miedo.
- Te dije que lo tendrás que tener. - me dijo riendo.
- Rugge…
- Shuu, eres mas linda bajo su efecto.
- ¡Ruggero! ¡No hables así que me asustas! - su risa inundó mis oídos.
- Te amo mi pervertida. - me dio un corto beso en los labios.
- Yo no soy pervertida.
- Lees libros eróticos sobre mí, claro que lo eres. - me sonrojé al ver su mirada acosadora. - Amo cuando te sonrojas, quisiera en verdad que me leyeras todos esos libros.
- ¿Para qué?
- Así podríamos hacer lo que dice el libro, palabra por palabra… - terminó de decirme en el oído.