- Nos has reunido aquí ¿por? - dijo Agustín.
- Quiero hablar con ustedes...
- ¿Qué hiciste Karol? - me dijo Mauricio.
- ¡No he hecho nada!
- Siempre que vienes así es porque has hecho algo. - dijo Agustín encogiéndose de hombros.
- Los reuní porque son mis mejores amigos y necesito hablar con ustedes.
- Te hace falta una mejor amiga. - me dijo Agustín.
- No confío en las mujeres como mejores amigas.
- Bueno, en eso tienes razón hermanita.
- Entonces dinos qué tienes que decirnos. - dijo Agustín tirándose en la cama.
- Espera, falta Mike.
- Mike no va a venir, enana.
- ¿Por qué no?
- Lo vimos ligándose a la prima de Ruggero.
- Ok ¡ahora Rugge si lo va a matar!
- Pobrecita la hija de Rugge. - me dijo Agustín riéndose.
- De eso les quería hablar.
- ¡Estás embarazada! - me dijo Mauricio alterado.
- Nooo. - Mauricio se me quedó mirando como si no me creyera del todo. ¡Estúpido!
- Entonces…
- Ayer que Ruggero y yo estábamos en el helicóptero yo le dije que quería tener hijos.
- ¿Y?
- Que se sorprendió y no sé, vi que no le gustó la idea de tener hijos ahora.
-Es algo lógico, creo yo. - me dijo Mauricio.
- La verdad yo también apoyo a Rugge. - dijo Agustín, los miré a los dos.
- ¿Por qué?
- Es muy temprano ¿no crees?
- Puede, pero no creo que sea por eso... - no terminé de decir y Ruggero entró a la habitación mirando raro a todos.
- ¿Qué hacen aquí? - preguntó algo extrañado, yo miré a Agustín y a Mauricio para que no dijeran nada.
- Bueno, ya que eres parte de la familia puedes escuchar también. - dijo Mauricio, lo miré raro. ¿Qué pensaba hacer?
- ¿Qué pasa? - Ruggero se sentó a mi lado.
- Lo que pasa cuñadito, es que parece que dejé a una mujer embarazada. - Agustín y yo miramos a Mauricio extrañados, tiene que ser mentira, con lo precavido que es mi hermano en esas cosas, no lo creo.
- Protección amigo, protección. - le dijo Ruggero.
- Sí, lo sé, pero tú sabes, en ese momento uno no piensa.
- Bueno, pero de todos modos es una bendición. - le contestó Ruggero.
- Eso sí, pero de todos modos, tener un hijo ahora, digo, estoy algo joven para eso. - Ruggero asintió. - ¿O acaso a ti te gustaría tener un hijo ahora? - le preguntó Mauricio, y ahí Agustín y yo caímos en cuenta de lo que estaba haciendo, me estaba ayudando a comprender la reacción de Ruggero en el helicóptero. Esa manera que tiene Mauricio de sacarle las cosas a las personas sin que ellas se den cuenta.
Como te amo, hermanito.
- Pues no, tienes razón, pero yo no lo miraría tanto por mi edad. - los tres lo miramos sin entender.
- ¿No te preocupa la edad a la hora de tener hijos? - le preguntó Agustín.
- No.
- Entonces… - le dijo Mauricio.
- Es mi carrera la que me preocupa.
- ¿Por tus Ruggeristas? - le pregunté.
- No amor, yo sé que ellas me apoyarían, es el hecho de que tengo que estar viajando, en la disquera y tengo la vida algo inquieta como para tener un hijo ahora, no tengo una estabilidad como para tenerlo, rara vez en el mes nos quedamos en una sola ciudad y pues se que esa vida no es buena para un bebé, por eso lo pienso. - Mauricio me miró y sé que con su mirada estaba de acuerdo con Ruggero, de repente sonó un celular. - Es el mio. - habló Ruggero. - Es Gastón, ya vengo. - salió del cuarto.
- Gracias. - le dije a Mauricio.
- Por un momento pensé que no se iban a dar cuenta de lo que estaba haciendo. - dijo riéndose un poco.
- Es que lo haces de una manera... - dijo Agustín.
- Hay que saberlo hacer, eso es todo. - Mauricio me miró. - Ya tienes la respuesta del porqué Ruggero no quiere tener un hijo ahora.
- Y tiene razón. - habló Agustín. - Su vida ahora mismo no está como para tener un hijo, no entiendo cual es el problema, Karol.
- Exacto, me has dicho que no estás embarazada, así que puedes esperar un poco.
- Ese es el problema. - los dos me miraron raro. - Estoy embarazada.