Miré para todos lados buscando con quién darle celos a Ruggero.
Nada, no había nadie que me sirviera y justo cuando necesito a Michael ¡no está! Él habría sido perfecto para el papel.
Bufé y seguí caminando con la mirada de Ruggero en mí. Desde que dejé de hablar con Agustín, Ruggero no ha dejado de mirarme, se hace el que está hablando con Giovanna pero tiene la mirada en mí.
Punto para Karol.
- Oh, disculpa. - me tropecé con alguien sacándome de mis pensamientos. Alzo la mirada y es el señor Dopson. ¡Bingo!
- No, discúlpeme usted, tengo muchas cosas en la cabeza, ando algo distraída.
- Tranquila.
- Señor Dopson, a propósito, que sorpresa verlo por aquí.
- Oh, Antonella me invitó.
- ¿Anto? - lo miré sin entender.
- Sí, Anto es una gran amiga mía desde hace años y el viernes cuando fue a recoger a Santi al colegio pues nos encontramos y me invitó a la fiesta de Ruggero. - el señor Dopson me siguió hablando y disimuladamente miré a Ruggero que tenía agarrada de la cintura a Giovanna. La sangre me hirvió más.
Punto para Ruggero.
- Oh, no sabía. - me le acerqué un poco mas al señor Dopson. - Me imagino lo mucho que hablaron.
- Sí, tú sabes como es Anto de sociable y nos quedamos hablando un gran tiempo.
Miré otra vez a Ruggero y su cara estaba fruncida, mirándome, sonreí.
Dos punto para mí.
- ¿La estoy incomodando?
- ¿Por qué lo dice?
- No, porque sé que no le caí muy bien a su esposo y de pronto al estar hablando conmigo va a pensar algo malo.
Miré a Ruggero de nuevo, se encontraba tomándose una selfie con Giovanna mientras ella le daba un beso en la mejilla.
Dos puntos para Ruggero.
- No, no te preocupes, si le caíste super bien. - le sonreí y puse mi mano en su hombro. - Míralo. - miramos a Ruggero los dos mientras él nos miraba serio. - Salúdalo. - menee mi mano saludando a Ruggero mientras sé que estaba luchando con su mente por venir y arrancarme de los brazos del señor Dopson. Ruggero nos sonrió hipócritamente. - Ves, le caes bien.
Tres puntos para mí.
- Sí, ya veo. - dijo algo incomodo. - No creo que le agrade en realidad, no quiero que mal piense señora Pasquarelli, soy gay, así que Ruggero no tiene de qué preocuparse.
- ¿Eres gay? - él asintió sonriendo. Claro, ¿como no pude notarlo? Ropa ajustada, sus manias ajustadas. ¡Claro! ¡Como no pude notarlo antes!
- En realidad gay, gay no, soy bisexual pero me gustan un poquito más los hombres, y tú cariño, te ganaste el premio mayor con ese hombre. - no pude evitar reírme, pero sí, me gané el mejor premio de todos.
- Lo sé, lo amo, es el hombre de mi vida.
Miré a Ruggero de nuevo que le sonreía ampliamente a Giovanna.
Tres puntos para Ruggero.
- Sí, y juntos hacen un linda pareja y una combinación perfecta para hacer hijos, nada mas mira a Santi. - me señaló donde estaba Santiago jugando con Antonella. - Es muy lindo tu hijo.
- Gracias.
- Voy a tomarme algo, nos vemos.
- No te preocupes. - le dije viendo como se iba.
Miré a Santiago como jugaba con su abuela. Él no merecía que por una estupidez sus padres estuviesen peleando, Santi me saludó sonriendo y también sonreí.
Me voltee buscando a Ruggero pero ya no estaba. Solo estaba Giovanna hablando sola con uno de los tantos amigos de Ruggero. Busqué por todos lados pero no lo vi, hasta que sentí unas manos en mi cintura y un cuerpo pegándose a mí, en seguida sentí su respiración en mi oído.
- ¿Qué hacías con él? - su voz estaba ronca y su respiración era pesada, mordí mi labio.
- ¿Qué hacías tú con ella? - me apretó mas contra él, permitiéndome sentir su erección y sonreí. Corrió mi cabello del cuello dándome un beso.
- Te pregunté primero.
- No me importa, respóndeme.
- Eres mía. - sus besos continuaban en mi cuello, haciéndome soltar uno que otro suspiro.
- No sé Ruggerito, ya no sé ni de quien soy, ni de quien eres tú.
- ¿Ah si?
- Sí. - me dio un beso en la mejilla.
- ¡Al cuarto ahora! - fue lo ultimo que me dijo autoritariamente y se alejó de mí caminado hacia la habitación.
Caminé sonriendo detrás de él, viendo como caminaba decidido y totalmente serio. Bajé la mirada y ahí estaba su perfecto trasero moviéndose al caminar.
¡Esto va a ser divertido!
Cuarto punto para mí. ¡Gané!