Una sorpresa inesperada

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¡EHHHHHHHHHH!.... ¡EHHHHHHH!- gritaban los marineros con entusiasmos que se apoyaban en los barriles y en los mastines del barco.

¡VAMOS CHICO TU PUEDES!-otros apoyaban a un joven de cabellos negros que respiraba agitado; tratando de recuperar el aliento.

¡USTED PUEDE CAPITÁN MUÉSTRELE QUIEN MANDA!-gritaba un hombre entre la multitud de los demás marineros.

El pelilargo estaba sudando un poco por la frente y respiraba con algo de dificultad pero se mantuvo firme ante a su oponente. Resonaba el choque del metal contra el metal y en el proceso secaban alguno que otras chispas dado que su oponente no se rendiría con facilidad.

¡VAMOS GON! ¡NO TE ATREVAS A PERDER POR YO MISMA TE PATEARE EL TRASERO!-gritaba cierta pelirroja que saltaba con mucho entusiasmo y daba puños en el aire desde las escaleras junto con la princesa Neon que solo reía disimuladamente por la forma en la que se comportaba la más chica.

¡TÚ PUEDES FREECSS! ¡SI NO VOY A PERDER LA APUESTA!-gritaba con cierto tono de preocupación una rubia que se hallaba enfrente de la multitud de marineros.

Después de cinco minutos de descanso, una nueva ronda comenzó entre el capitán Kite y Gon, un duelo de espadas era una excelente forma de demostrar su capacidad como esgrimista; Gon iba al par con Kite pero se podría decir que la experiencia siempre es la que más puntos de victoria puede dar en este combate.

Tras un descuido del moreno cosa que aprovecho el pelilargo logro tumbarlo al suelo con facilidad y poniendo la punta de su espada cerca de su rostro dando a entender quién era el claro ganador.

¡EHHHHHH!-gritaron los marineros al ver que su capitán había triunfado, después de eso todos ellos regresaron a sus debidos puestos para así poder continuar con sus labores.

Bien hecho Gon kun.-lo felicito por su arduo trabajo.- realmente eres un buen oponente y ese lo tengo que reconocer.-quito la espada del rostro del pelinegro y la guardo en su funda para después ofrecerle su mano para ayudarlo a levantarse.

Gracias capitán.-aceptó gustoso la mano del mayor.

El moreno admiraba mucho al pelilargo aunque solamente hayan pasado días que se hayan conocido; no le importaba, sentía que se llevaban desde hace años; además ambos se hablaban con mucha confianza, como si fueran parientes o algo por el estilo.

¡Genial perdí la apuesta!-Exclamo decaída la rubia y de ella emanaba un aura morada.

¿Qué fue lo que aposto señorita biscuit?- le pregunto la pelirroja al ver el estado decaído de la rubia.

Mi colección de piedras preciosas... ¡buuuaaaay!- sollozaba con tristeza y sus lágrimas caían como cascadas.

¿Pero con quien aposto maestre biscuit?-pregunto la peli azul.

Conmigo. -respondió el peliblanco junto con la compañía del ojimiel que se dirigían hacia donde ellas se encontraban.

No sabía que usted hiciera apuestas.- dijo la peli azul con cierta sorpresa.

Fue ella quien estuvo insistiendo; y para que me dejara en paz le dije que estaba bien.- acomodo su sombrero y cruzo sus brazos mientras daba un pequeño suspiro.- espero lo que haya sucedido hoy te haga pensar dos veces antes de hablar.- exclamo en forma de regaño hacia la rubia que seguía en su estado de lamentación.

Perdóname señorita biscuit fue mi culpa.- dijo el moreno que se sentía algo culpable dado que por su derrota ella perdió la apuesta.

No tienes por qué culparte Gon.- dijo la rubia para hacerlo sentir mejor.

When our journey begins (cuando comienza nuestro viaje)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora