Cuando las almas se tienen que encontrar, el destino acerca a los mundos, borra las distancias, une los caminos y desafía a lo imposible
tras caer en una extraña cueva Gon sigue una luz que se hallaba enfrente de aquellas rocosas y húmedas paredes...
Aquí les traigo el siguiente capitulo de esta historia, para ser honesta este ha sido uno de mis favoritos y el que mas disfrute escribiendo en especial con una canción que me encanta y espero e igual ustedes lo puedan disfrutar tanto como yo, en la parte de abajo encontraran el link solo sigan las indicaciones correspondientes si así lo desean si nada mas que decir comencemos.
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Komugi.- el rey de Fruhling observo a la joven de plateados cabellos que permanecía quieta en aquella cama, Meruem se acercó lentamente a ella manteniendo aquel frasco plateado entre sus dedos.- mi dama de hielo.- hizo a un lado un pequeño mechón que caía por su frente.
Meleoron y killua solo observaron la escena sin decir nada, el albino tenia vendada una de sus muñecas que aún estaba manchada con algo de sangre pero no le dolía nada.
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El joven rey saco del pomo dos esferas de vidrio de calor azul que dentro de estas caían varios copos de nieve, coloco cada uno en el parpado derecho e izquierdo; lentamente comenzaron a derretirse tomando un estado líquido que entraban por debajo de las largas pestañas de la reina. Pasaron algunos minutos y nada ocurrió todo seguía igual aunque la esperanza de Meruem no deserto esperando que la chica abriera una vez más sus ojos, se sintió tan bendecido cuando komugi movió ligeramente la cabeza para después despertar de tan profundo sueño que duro dos largos años.
Buenos días.- una dulce voz salió de sus labios sonriendo gentilmente a Meruem que sin pensarlo la tomo entre sus brazos y la abrazo como nunca antes lo había hecho.
¡Lo siento mucho!- unas lágrimas caían por las mejillas del rey sintiéndose tan culpable a pesar que shaiapouf cometió aquel acto él se sentía traicionado creyendo que la reina de Winter se había comprometido con alguien más cuando desapareció por ese largo tiempo.
No hay por qué pedir disculpa lo que haya ocurrido al fin ha terminado.- sus frentes se toparon una con la otra entrelazado sus dedos disfrutando ese momento a pesar que Meruem aun derramaba una que otra lagrima por tanta felicidad que sentía de poder estar de nuevo con su amada.
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