El juego del laberinto

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En la mañana siguiente yacía una carroza en la entrada de la mansión de los Mountrachet; esperaba al albino junto con el moreno y la pelirroja que se preparaban para partir y dirigirse a la casa de campo de los señores Mountrachet en busca de los papeles de adopción de alluka y así poder llevársela consigo.

Por favor vayan con cuidado oni chan.- exclamo la pelinegra mostrándose algo preocupada por la partida de su hermano y compañía.

Puedes estar tranquila regresaremos pronto, solo se paciente y espera nuestro regreso.- killua le dio un cálido abrazo como despedida y así trasmitirle paz a su adorada hermanita.

¡Hasta luego alluka chan, nos veremos pronto!- dejo con entusiasmo y mostrando una hermosa sonrisa aquel moreno que se encontraba dentro del carruaje junto con Akai.

Killua ya se encontraba dentro de la carroza cuando este comenzó a andar para dirigirse a su destino.

¡Mucha suerte en su viaje chicos! ¡Los estaremos esperando!- exclamaron los señores Mountrachet desde la entrada de su casa; despidiéndose de ellos con un semblante tranquilo.

¡VOLVEREMOS PRONTO! ¡POR FAVOR CUIDEN BIEN DE ALLUKA!- grito el albino desde la ventana de la carroza sacando la cabeza para voltear a ver a los señores Mountrachet y a su hermanita mientras se alejaba poco a poco.

¡NO TE PREOCUPES CUIDAREMOS BIEN DE ELLA!- grito el señor John con todas sus fuerzas mientras la carroza se iba distorsionando por la lejanía.

Alluka se mantuvo tranquila y tomo con delicadeza la falda de su vestido para levantarlo ligeramente y así subir los escalones sin ningún problema para llegar a la entrada de la mansión, los señores Mountrachet la esperaron para así entrar juntos a la casa.

La tarde se hizo presente con el pasar de las horas, la señora Madeleine y el señor John descansaban en la sala principal; ambos leían un libro junto a la chimenea para matar el tiempo y en la habitación solo había total silencio; una paz y tranquilidad sin igual. Al pasar de unos minutos unos pasos entraron en escena llamando la atención de los adultos, alluka regresaba de la cocina con una bandeja en manos; en el cual contenía dos tazas y una jarra de porcelana fina, el olor de té de menta lleno por completo la habitación dejando su fresco aroma en cada rincón del lugar.

Les traje un poco de té.- comento con tranquilidad la morena mientras la asentaba en la mesita que quedaba en medio de la sala, los señores Mountrachet estaban algo perplejos por la amable y muy servicial que se comportaba la joven morena.

¡Estoy sorprendida!-exclamo la señora Madeleine mientras tomaba una taza de la bandeja.

¿A qué se deba tu diligencia alluka?- la taza yacía en sus manos para sostener con delicadeza aquel fino objeto; mientras la joven depositaba una cantidad generosa de té en su taza liberando un poco de humo con un fresco aroma por parte de la menta.

Es lo mínimo que puedo hacer señor John, comparado con lo que ustedes hicieron por mí esto no es nada.- realizo la misma acción con la señora Madeleine para después colocar la jarra en la bandeja.- además ustedes fueron muy amables y generosos en devolverme con mi hermano.- sonrió con ternura a la vez que observaba que los adultos disfrutaban el té que les había preparado.

Por supuesto querida, es lo correcto.- dijo el señor John poniendo de nueva cuenta la taza de donde fue trasportada ya vacía y después de haber cumplido su propósito.

Solo queremos que tú seas feliz mi niña.- comento la señora Madeleine cambiando la taza por el libro que recién tenía en manos después de haber disfrutado tan delicioso te.

When our journey begins (cuando comienza nuestro viaje)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora