Eres Mío Imbécil (Agustín Casanova y Tu)

Capitulo 9 'El Juego del Año'

Bueno antes de arrancar con el capitulo quiero aclarar una cosa, la novela es completamente ADAPTADA si bien no lo aclare nunca dije que era mía. 

Ademas quiero agradecerles lo que a crecido la novela aun sin haber subido capítulos por un largo tiempo. Ahora si, vamos con el capitulo.

MARATÓN 1/?

  ―¿Pero qué...?–Dije volteándome, Y chocando con la mirada de Agustin.

―No me ignorarás ahora–Entrecerró los ojos―No cuando trato de ser amable.

―No necesito tu amabilidad–Respondí fría.

―Tienes los labios morados–Dijo bajando su voz y envolviéndose en su otra toalla.

Lo mire irritada, no necesito que venga a hacerse el caballero conmigo ahora.

―Eres tan pesada–Dijo bajando su voz.

―Tú eres el insoportable.

―Solo trato de ser amable contigo–Dijo enojado.

―No quiero que seas amable conmigo–Dije irritada.

―Esta bien–Dijo enojado―Pásame mi toalla.

Lo fulmine con la mirada y le tire la toalla en la cara.

―Pero... ¿Quién demonios te entiende?–Dijo mirándome a los ojos.

―Nadie–Respondí fría.

―Con esa actitud jamás tendrás novio.

―No necesito novio–Aseguré.

―Claro que lo necesitas, estás demasiado fría.

―Soy así.

―Parece que solo lo eres conmigo.

―Tú eres igual.

―Trato de cambiar y olvidar el pasado... Y esto–Dijo señalando su cara y la cicatriz.

―Mira Agustin, tu y yo jamás nos llevaremos bien ¿Te queda claro?

El arqueó una ceja.

―Sólo por el hecho de que eres un imbécil al cual no soporto tener cerca–Comenté seria.

Volteé y me fui a la cabaña, saque mis toallas y me fui a duchar.

― ―

― ¿A qué hora jugarán?–Pregunté mirándolo.

―En una hora–Respondió sonriente.

―¿Contra quién?

―Unos chicos de otro campamento "Harmony Camp" creo que se llaman.

―Ah... No los conozco.

―Dicen que son muy buenos–Dijo Marcos buscando unas cosas en su mochila y sentándose a nuestro lado.

―¿Si? Pero de seguro les ganarán–Sonreí apoyándolos.

―Todo depende de la determinación de Agustin.

―¿Por qué?–Pregunté.

―Porque él es el capitán del equipo, si nos vas a ver no lo reconocerás.

―¿Se transforma en hulk?–Reí.

―No–Rio Tincho―Agustin se concentra más que todos y siempre nos hace estar atentos al balón, grita tan fuerte el maldito idiota.

―¿Cómo me llamaste?–Dijo Agustin sentándose a un lado de Marcos.

―Sabes que te amo–Sonrió Tincho, y Agustin rio.

―Tan gay para ser del equipo.–Dijo.

―Bueno y como te iba diciendo...–Continuó Tincho―Agustin y sus gritos graves en la cancha que se escuchan de aquí a China. Te hacen reaccionar al balón enseguida.

A los minutos después entro Pablo.

―Todo listo, en veinte minutos más en camarines... Las galerías ya se están llenando–Dijo sonriendo.

Los tres se pusieron de pie y caminaron a sus habitaciones, luego los cuatro salieron con short, medias largas y un bolso.

La cabaña quedo completamente silenciosa, hasta que Milagros y Camila llegaron eufóricas para decirme que fuéramos a ver a los chicos. Acepté y caminamos a las galerías. La cancha era enorme, y las galerías también, había un sector en donde se ponía el otro campamento y otro sector mucho más grande para el nuestro.. Todo el mundo estaba ahí.

Un micrófono comenzó a sonar y una voz masculina:

―¡El partido del año! ¡Harmony Camp v/s Carpe Diem club! Esto es emocionante chicos ¿Pueden creerlo? Los dos campeones juntos ¡Vamos galería! ¡Anímense!

Todos gritaban y alentaban a Carpe Diem, los chicos aún no salían.

Hasta que escuché un "¡Ahí están!" mis amigas y yo miramos y así era, estaban junto al entrenador conversando, todos con su uniforme negro.

|| Agustin||

No me sentía nervioso, ya había jugado miles de partidos antes, pero al pisar la cancha mi estómago se apretó Harmony Camp salieron campeones un año antes que nosotros. Debíamos mantenernos con la cabeza fría. El peso caía en mí y no había nadie que me dijera "Todo está bien"

Salimos a la cancha como estrellas, toda la galería era hermosa y todos gritaban.  

  ―Está bien chicos, vengan–Gritó el entrenador ―Todo está bien, estamos en casa.
Todos sonreímos, la presión era mucha.

―Bien Agustin–Dijo dándome unas palmaditas en mi espalda―Continúa tú.

Se alejó de nosotros y se sentó en las bancas.

―Bien hermanos, hemos esperado éste momento desde siempre así que quiero que dejen todo en la cancha, si sus piernas no pueden más no importa. Éste es el partido del año amigos, ganaremos éste maldito partido aunque quedemos todos dislocados y quebrados ¿Esta bien? Piensen en algo bueno, luchen. Siempre nos hemos destacado por eso. Somos un equipo y los equipos no se abandonan–Puse mi mano en el centro como era de costumbre y grité―¡Carpe!

Y todos juntos gritamos ¡DIEM! Creo que todos escucharon nuestro grito ya que la galería se puso eufórica.

―¡Vamos! ¡Todos a sus posiciones!–Todos corrieron a sus lugares y me quede al centro de la cancha con el capitán del otro equipo, casi todos teníamos la misma contextura.

El árbitro lanzó una moneda hacia arriba antes de hacernos elegir cara o sello, como siempre elegí sello y como siempre gane. Nuestro equipo comenzaba con el balón.

Todo comenzó muy rápido, pase el balón a Fer y él la lanzo a Pablo como habíamos planeado, corrí por el costado, nadie me marcó, todos los ojos estaban puestos en Pablo y como se jugaba la vida corriendo por la cancha, corrió hasta la mitad y me la paso a mí, corrí un poco más y anoté. El primer punto era para nosotros. La técnica que había inventado, resultó.

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El partido pasaba muy rápido. No sabía que el Futbol Americano era tan violento. Todos eran altos y musculosos, se tiraban encima de todos y no les importaba nada.

Nuestro equipo iba ganando hasta que vi que a Tincho lo derribaron y cayó con su brazo hacia adentro y su mano en otra dirección, su cabeza rebotó en el suelo y un silencio sepulcral se formó en la cancha.

―¡Hey!–Escuché muy fuerte, era Agustin quien corría por toda la cancha deteniendo el partido y sacando a todos de encima de Tincho.

―¿Que le paso?–Preguntó Milagros mirándome.

―Cayo mal–Respondí preocupada mirando con atención la situación.

Mire la cancha y vi a Agustin discutiendo con el árbitro y preguntándole cosas a Tincho que seguía en el suelo. Agustin levantó su mano derecha y entraron paramédicos y se lo llevaron.

El juego continuó rápidamente y sin Tincho todo se hacía más difícil ya que él, Marcos y otro chico eran los encargados de derribar a los del otro equipo y quitarles el balón, el equipo quedo cojo... Y comenzaron a perder.

―¡Atento!–Gritó Agustin fuerte. Estaba enojado y frustrado.

El primer tiempo terminó y todos salieron frustrados. Baje rápidamente de la galería y corrí a los camarines en donde estaban los entrenadores.

―¿Qué la paso a Tincho?–Le pregunté preocupada.