|CAPITULO 28|Territorio Prohibido|

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_________ se puso de pie aún con sueño, sus infaltables chinitas y un short junto a un polerón enorme que cubría su cuerpo hasta su muslo.

—Está vez ire preparada–Dijo sacandole una frazada a su cama, yo solo reí sacandole una almohada.

El mismo recorrido de aquella vez.

Al estar en el árbol, puse la almohada de _______ en el suelo y ambos nos apoyamos en ella mirando el cielo, no tenía frio, pero _______ insistió en poner la frazada cubriendonos.

—Ahora ¿Me contarás el motivo de por qué me hiciste subir aquí nuevamente?

—La verdad es qué solo quería salir de la cabaña.

—¿Justo ahora en la madrugada?

—Si–Sonreí inocente—A veces es bueno salir a respirar.

Ella rió mirandome. Le sonreí en silencio.

—¿Qué hay de tu papá?

—Nada–Respondí seco—Me quede pensando un largo rato en el y me dí cuenta qué ya no hay vuelta atrás. Estaba colapsando y quise salir, por eso te dije qué me acompañaras.

Ella me sonrió en silencio y apoyo su cabeza en mi hombro mirando el cielo como diciendo "Todo estará bien"

Estabamos conversando de lo mejor y ________ se quedo callada, la observe en silencio y se había quedado dormida. Sonreí mirando sus ojos cerrados y la abrace en silencio para luego cerrar mis ojos.

||______||

Desperté con el canto de un pájarito en la copa del árbol. Estaba recién amaneciendo, deben haber sido las 6:00 A.M. Aún tenía mucho sueño, pero no iba a seguir durmiendo arriesgandome a qué se pusieran a entrenar en las canchas y tener qué pasar por lo mismo de nuevo.

—Agustín  despierta–Susurre entre sus brazos.

El abrió sus ojos con dificultad y frunciendo el ceño.

—Vamos, debemos ir a la cabaña.

—¿Qué? No, sigue durmiendo.

—¿Y si entrenan?

—No, le pregunte ayer a Fred si entrenaríamos hoy y dijo que no.

—¿Estás seguro?

—Segurisimo.

—Aún asi no puedo dormir–Susurré mirando al cielo entre las ramas.

—Yo si–Bostezo cerrando sus ojos.

Bueno..¿Qué más iba hacer? Me puse de pie y camine hacia un extremo del suelo y me senté ahí mirando hacia las montañas enormes..

—_______–Escuché detrás de mi.

Di vuelta mi cabeza y vi a Agustín  mirandome desde nuestra cama improvisada.

—¿Qué?–Pregunté mirandolo.

—Ven aquí–Respondió frunciendo el ceño.

Me puse de pie y camine hacia el. Me sente a su lado y el me cubrio con la frazada.

—Hace frio, cubrete.

—Agustín , estamos en pleno verano ¿Te picó algun bicho mata neuronas?

—Qué graciosa–Rió irónico.

Sonreí mirandolo y el se sentó a mi lado bostezando.

Estabamos en silencio mirando hacia cualquier dirección hasta que Agustín  se aburrió y se puso boca abajo en el suelo con la cabeza en la almohada y cerro sus ojos..qué flojo.

Eres Mío Imbécil (Agustín Casanova y Tu)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora