THE RAT (La Rata) [Parte 1]

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                                                                                     Verano, 2000 

La rata se abrió paso por una ventana abierta del dormitorio de Mark, cruzó por una camisa, un par de bóxers y finalmente se posó encima de una pila de papeles. Sus bigotes se movían con el ritmo profundo y definido de su vientre, respiraciones mecánicas que retumbaban como un motor. La forma en que inclinaba la cabeza hacia arriba con la luz de la tarde desde la ventana en el grueso abrigo, casi la hacía parecer inteligente, como si fuera la respuesta paciente a una grave pregunta.

Mark despertó y sintió inmediatamente con sus pequeñas manos, comprendiendo que la chica ya no estaba allí. Se había convertido en una rutina de la mañana, un acto tan insignificante como el sueño del que estaba despertando. Hizo una pausa, inhaló un breve suspiro, luego se dio la vuelta para enterrar su rostro contra la almohada. Le sorprendió el agradable olor que había dejado su cabello. Se dejó caer en ella, pero pronto el olor se volvió monótono, como un color puesto sobre otro color similar, hasta que se perdió completamente.

Se volvió lentamente hacia la habitación y tiró de las sábanas y dejó caer una pierna al suelo. La cola de la rata presionó fríamente contra la parte inferior de su pie, y Mark la apartó, arrojando su cuerpo contra la cama. Su muslo tuvo un calambre, y le dio una palmada con la mano, pellizcando suavemente con los dedos. Colocó una mano contra la pared para equilibrar, se levantó lentamente de la cama y se fue con su espalda curvada contra el bajo techo.

La rata inclinó su cuerpo con calma y se enfrentó con su cola. Era imposiblemente grande: la parte superior de su cabeza se elevaba fácilmente hasta la rodilla de Mark. Ciencia ficción. Ratas gigantes inundaron las calles, zumbando como una tormenta de abejas, saliendo excesivamente a través de túneles y se multiplicaban como células. La rata lo miró, arqueando los hombros sobre su cabeza, era una bola negra y café amenazante que se dirigía a su dirección. Volvió la cabeza hacia arriba y movió, sus bigotes suavemente. Mark se apoyó más fuerte contra la pared, desconcertado. Buscó en el dormitorio - Revistas sin leer en el suelo, puso unas camisas dentro de su armario- que estaba abierto y reconoció que era suyo.

Se agachó con cuidado y se inclinó para ir a buscar un organizador y su celular en su escritorio, observó cómo la cabeza de la rata seguía sus movimientos. Sus ojos parecían desaprobar. Mark volvió a buscar en la habitación otras cosas que necesitaba, sólo lo básico, luego se agachó en la cama, cuidadoso de mantener una distancia segura de la rata. Arrancó una página de su organizador, la arrugó como una pelota y la arrojó a la esquina opuesta de su habitación. La rata se volvió pero no lo siguió.

Incapaz de pensar en otra cosa, plantó el organizador y su celular bajo su brazo y saltó sobre la rata hacia la puerta. Perdió su equilibrio y una rodilla se estrelló contra el suelo, enviando un temblor directo al cuello. Volteó y miró a la rata, ahora estaba a la altura de sus ojos y estaba agachada como para saltar. Sin aliento, se arrastró hasta quedar de pie, agarrando sus cosas contra su pecho. La rata dio un paso adelante y Mark rápidamente salió de la habitación, cerrando la puerta detrás de él.

Mark cayó al suelo y agarró su rodilla con una mano. La rata aparentemente estaba de nuevo a su espalda, arañando y raspando la puerta. El momento era tan extrañamente ridículo que quería reír, pero tenía problemas para recuperar el aliento.

Cuando Hamilton llegó. Mark sintió que su mundo lentamente volvía a la normalidad, que era lo que sucedía cuando Hamilton estaba cerca. Llevaba puesto su sombrero de marca, negro y el borde estaba inclinado hacia un lado de su cabeza.

Mark le ofreció una taza de café, que fue rechazada con un gesto, luego levantó una silla al lado del sofá y se sentó. Se dio cuenta de un repentino temblor en la mano y tuvo que bajar la taza para evitar la desaprobación de Hamilton.

Pieces Of  You (En español) por Epik High ChileDonde viven las historias. Descúbrelo ahora