El ave de plumas llorosas que el cielo alcanzar desea, atrapada entre barrotes de papel y escepticismo se encuentra.
Heridas en su cuerpo, sangre en sus garritas, cadenas en sus alas, su canto mudo, su belleza opaca.
Es el ave libre en cautiverio,
oprimida por el ajeno criterio.
Fantasías en las nubes, sueños en las hojas; se perdía dentro de las dulces letras y volar lograba.Su bello cantar al oído necio ensordece,
su lindo buen ver al ojo incrédulo enceguece.
Caro es el precio a pagar por el rechazo primerizo de su don.
¿Alguien puede escuchar siquiera su hermosa canción?Hasta aquella hiena loca es aún más apreciada que este pobre oro personificado.
Que alguien le note, que alguien le ayude, que alguien le siga, que alguien le oiga, que alguien le quiera.Tarde abrirán su amada jaula, tarde oirán la voz cantarina que de su alma provenía, tarde brillará en las pupilas de los que en ella no creyeron. El error se palpa en el aire.
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Inquietudes de un adolescente
PoetryY todo aquél que su tiempo desee perder, bienvenido será a la materialización de mis inquietudes y ocurrencias. ~ Jason Miranda.