Los cuatro jinetes del caos: traducción

Capítulo 5

El perro negro gruñó  amenazadoramente a Danny cuando el asesino se burló de su estupidez,haciendo girar sus armas de forma perezosa en sus dedos - Ya que son los perdedores les dejaremos dar el primer golpe, ¿de acuerdo chicos? - se dirigió a Hambruna, Conquista y Muerte, los cuales se encogieron de hombros,  asintieron o parecían aburridos.

Gruñendo, el perro saltó hacia Guerra con las garras extendidas, Guerra simplemente evitó con facilidad el ataque. Sintiendo el movimiento de su líder, las otras bestias también saltaron hacia delante, dientes y garras aparecieron. El toro gigante se lanzó hacia Muerte, enviando a la chica hacia atrás volando. Ella se recuperó rápidamente, levantándose de un salto y enviando una bola de fuego azul, la cual golpeó en la cabeza y en a cintura de la criatura haciendo que retrocediera un poco. Conquista azotó sus hojas de un lado a otro, cortando el pelo viscoso del kelpie. El fénix blanco empujó a Hambruna, haciendo que saltara hacia un lado, haciendo hondear su pelo rojo.

Este ciclo continuó durante algún tiempo, un juego constante de "el gato y el ratón". Los jinetes obviamente tenían la ventaja. Eran más rápidos, sus ataques eran más precisos, pero no podían trabajar juntos. cada vez que se cruzaban sus objetivos se cambiaban y algunas veces terminaban golpeándose los unos a los otros. Sin embargo, los cuatro monstruos parecían estar acostumbrados a luchar juntos. El toro y el perro habían comenzado a lucha juntos contra Muerte, que tuvo que hacer varias volteretas hacia atrás para alejarse del dúo. Parecía como si Conquista estuviera teniendo el mismo problema. Él estaba peleando contra el kelpie pero el ave fénix se abalanzó sobre él, perdiendo su equilibrio.

- ¡Maldición! - Guerra maldecía mientras trataba de acercarse al perro por detrás, sólo para tener que retroceder por el toro - no podemos acercarnos, no así.

- ¡Están defendiéndose, esos arrogantes campesinos! - Muerte estalló mientras lanzaba una daga hacia el fénix. Sin embargo, al hacer eso, casi golpea a Hambruna llegando a cortar algunos de los largos cabellos de la mujer.

- ¡Mira por donde lanzas! - Hambruna le gritó.

- Lo siento cariño, yo estaba apuntando al pájaro - respondió Muerte sonriendo todo el rato.

Los campistas miraron sorprendidos y algo aterrorizados mientras la batalla seguía adelante, ninguno de los dos bandos conseguía hacer ningún progreso. Muerte y Hambruna seguían chocando entre sí, el largo alcance de sus poderes hacía difícil para las dos estar a menos de doce metros una de otro. Después de cinco minutos de no conseguir nada excepto que se metan en los caminos de los otros empezaron a gritarse los unos a los otros mientras luchaban, escupiendo insultos como si de veneno se tratase.

- Esto es malo - Nico dijo observando a los asesinos.

Thalia asintió con la cabeza - Los cuatro monstruos están trabajando juntos, pero los jinetes no parecen llevarse bien, especialmente Muerte y Hambruna.

Justo cuando ella dijo, el fénix se zambulló hacia Hambruna, casi agarrándola de los hombros con sus afiladas garras. Hambruna se agachó justo a tiempo, luego volvió a mirar al pájaro que estaba retrocediendo - Bueno - dijo en tono sombrío - estoy harta de esa cosa.

Cerró los ojos momentáneamente y empezó a formarse hielo a su espalda. Se estiró y se expandió , delgadas hojas de hielo se elevaban sobre su espalda brillando bajo el sol. Los otros jinetes, incluida Muerte y Conquista, la miraron con asombro. El hielo se había convertido en lo que parecía un par de alas que brotaban de la espalda de Hambruna.

- ¿Cómo demonios...? - dijo Muerte - ¿funcionan de verdad?.

Hambruna sonrió y batió sus alas de hielo para luego elevarse. Ella estaba volando hacia el fénix, llevando su batalla al aire. Se estrelló contra el ave fénix, golpeando y luego retrocediendo, una y otra vez haciendo que los se convirtieran en borrones blancos en el cielo.