Capítulo 12

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- ¿Que haces?.

Hubo una sacudida y un estruendo acompañado de una maldición que salía de la boca de Danny mientras caía al suelo.

- ¡Maldita sea Percy! - gritó de nuevo Danny, frotándose la cabeza donde había recibido el golpe.- ¿Alguna vez te han dicho que tienes que llamar a la puerta?.

Percy se rió entre dientes,- Lo hice, simplemente no me escuchaste -. Danny murmuró algo por lo bajo mientras recogía una toalla sucia del suelo y se agachaba frente a su moto, volviendo a la posición en la que Percy lo encontró.- Otra vez, ¿qué haces? - preguntó, tratando de entender como la limpieza de su moto podía ocupar mucho de su atención.

- ¿Qué parece que estoy haciendo? - Danny respondió irritado, sin levantar la vista de donde estaba limpiando vigorosamente con la toalla.- Nos vamos a Egipto mañana, si voy a pelear con un millar de Oompa Loompas enfadados lo haré con una moto limpia.

- ¿Oompa Loompas? - Percy repitió.

- Es el nombre que Alice y yo le dimos a los seguidores de Lucious. Los hace parecer menos temibles, sobre todo porque queremos que empiecen a cantar una canción todos al unisono mientras bailan.

Percy no pudo evitar reírse ante la idea.- Entonces, ¿eso convierte a Lucious en Willy Wonka?.

- No - Danny negó con la cabeza,- simplemente lo hace un Oompa Loompa grande-. Se levantó lentamente y se secó la manos con la toalla.- Pero Alice cree que se parece más a un Teletubie hambriento.

Un estremecimiento hace temblar los hombros de Percy.- Eso lo hace aún más aterrador.

- Eso es lo que pensé yo - Danny estuvo de acuerdo.- Creo que Alice no teme a los Teletubies. Nació antes de que apareciera ese espeluznante programa de televisión.

- Estoy seguro de que nació antes que la televisión - Percy intentó ocultar su risa pero falló estrepitosamente - ¿cómo está ella por cierto?.

Danny frunció el ceño un poco.- No lo sé, estoy un poco preocupado. Ella solo... no se parece a ella. No ha dormido en días.

- Ninguno de nosotros lo ha hecho -. Percy respondió mirando a Danny.

El rubio se encogió de hombros bajo su mirada.- Cierto, ¿Hanna está hablando?.

- No... - Percy se detuvo, sin saber qué más decir al respecto. Buscando una forma de cambiar de tema, echó un vistazo a la moto de Danny.- Jesús... - murmuró mientras descansaba su mano en el asiento de cuero. La moto era negra simple, pero aún así era genial.

- No, no puedes montar -. Danny leyó su mente, sus labios se levantaron en una sonrisa.

- Vamos, vamos -. Percy intentó mirar a Danny con ojos suplicantes - ¿por favor?.

- No -. Volvió a decir.- He visto la forma en que manejas tu velero, no hay forma de que te deje tocar a Preciosa.

- ¿Preciosa?.

- Oh si -. La voz de Danny se volvió aguda cuando le dio a la moto un abrazo incomodo - es Precioooooooooosa.

- Estas loco -. Dijo Percy sin poder evitar reírse.

- Lo sé -. Fue todo lo que dijo Danny en su respuesta, sin levantar la vista de un lugar que había notado en su moto; parecía sangre seca.

Percy se tomó un momento para mirar alrededor de la cabaña, notando que la habitación estaba en su mayor parte vacía de cualquier cosa que mostraba que alguien vivía allí. Lo único que notó fue un pequeño colgante de plata en una vieja cadena en la mesita de noche junto a la cama. Percy notó que había un medallón de forma ovalada, los diseños arremolinados en el frente se desvanecieron y la plata se fue por la edad.

Los cuatro jinetes del caos: traducciónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora