Los cuatro jinetes del caos: traducción

Capítulo 17

Hanna se tuvo que tapar la boca mientras Percy y ella miraban alrededor de otra habitación en el camino de Alice y Danny. Todo el lugar olía a carne quemada, principalmente porque eso era todo lo que quedaba en la habitación. Los cuerpos de los súbditos de Lucious habían quedado reducidos a cenizas, el humo seguía saliendo de sus desalmados cadáveres.

- Esto me recuerda la segunda guerra nuclear -. Percy se inclinó para inspeccionar un cuerpo carbonizado de lo que parecía un... ¿Topo gigante? ¿Pero qué demonios?.

Hanna negó con la cabeza. - Parece que Alice se enfureció, ¿Qué la habrán hecho?.

- ¿Quién sabe? Es de Alice de quien estamos hablando... ¿Acaso prendió fuego a Kira y la montó hasta la guarida de Lucious? - Percy se encogió de hombros cuando Hanna se rió entre dientes.

- No seas ridículo, eso no es posible.

- Después de todo, está maldita con el don de la creatividad, quién sabe lo que puede hacer -. Percy sacó ambas espadas mientras continuaba avanzando. - Pero probablemente debamos mantener la guardia alta a partir de ahora, nos estamos acercando.

Hanna asintió, sacando su daga de su bota y sosteniéndola a su lado. Estaba a punto de decir algo cuando oyeron un ruido desde lo alto, que sonaba muy similar al crujido de huesos rotos.

Los dos jinetes compartieron una mirada preocupada antes de asentir el uno al otro - Vamos allá.

Rompieron los dos en un sprint, corriendo hacia la luz que crecía delante de ellos lo más rápido posible. El terror pesaba como una piedra en su estómago de Percy cuando se detuvo y entró en la habitación bañada por una repugnante luz roja. ¿De dónde vendría eso?.

Girando la cabeza, Percy oyó un leve gemido cuando Danny trató de levantarse del suelo, solo para volver a caer cuando sus extremidades lo traicionaron. Un gran hoyo en la pared detrás de Danny probó que ese era el ruido que habían escuchado antes y que el hombre rubio había sido lanzado hacia la pared.

Percy se estremeció ante la idea de quién tenía la capacidad de hacer eso.

- ¡Danny! - Alice había aparecido al lado del chico caído, la sangre corría por el lado izquierdo de su rostro por una herida situada por encima de su ojo nublando su visión. Hanna la miró nerviosa, estaban en mal estado.

Una risa hizo que Percy se moviera mientras Alice ayudaba a Danny a levantarse, la sangre se filtraba a través de su camisa negra. En el rincón más lejano, Lucious estaba sentado riendo como un loco. Él estaba completamente intacto.

- Finalmente apareciste -. Danny soltó una sonrisa triste. - Nos preguntábamos si llegarías a tiempo.

- ¿A tiempo para qué? - Hanna preguntó mientras Danny se alejaba de Alice con una sonrisa de agradecimiento.

- De morir, esperemos -. La voz de Alice estaba cansada mientras hablaba, y Percy pudo ver que estaban exhaustos.

- Entonces descansad un poco, Hanna y yo podemos manejar a este lunático.

- Buena suerte -, el tono de Danny fue cortante y sarcástico. - ¿Ves eso? - Él asintió con la cabeza hacia Lucious mientras el humano deforme se reía sin parar, aparentando estar completamente loco. Percy inclinó la cabeza hacia un lado, siempre supo que Lucious estaba loco, pero esto se pasaba de la raya.

- ¿Por qué se está riendo así? - Preguntó, volviendo la cabeza hacia Alice y Danny, pero sin dejar de mirar al loco maníaco verde.

- No sé, - Alice se encogió de hombros antes de entrar en un ataque de tos que hizo encoger su pequeño cuerpo. - Maldición -, maldijo en voz baja, - Ese golpe hizo más daño de lo que pensaba.