Preocupación

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Rachel tuvo un accidente y no puedes evitar recordar la noche en la que ese bastardo le disparo, cuando casi finalmente todo había terminado el estúpido de Danny hizo su última jugada y casi se lleva a Ray. Casi te arrebata a Ray.

Hospital Central.

Repites una y otra vez esa frase pero sientes debiste pedir mas información, abandonas al tartamudo imbécil y al estúpido de Randy y sales corriendo de ahí lo mas rápido puedes, recuerdas haber visto un par de hospitales en tus viajes por la ciudad con Ray pero como siempre tu brillante cabeza no memoriza rutas o calles a menos haya algo le importe.

Entras a la primera tienda de autoservicio visualizas y te importa una mierda parezcas un loco debes encontrar ese maldito hospital.

—Buenas noches, ¿puedo ayudarle en algo?

— ¿Sabes dónde está el hospital central? No conozco bien por aquí.

—Ah, no sabría ubicarlo pero mi compañero seguro sabe – notas como se asoma a los pasillos buscando a alguien hasta que lo encuentra – ¡Hey Danny! – grita y sientes un escalofrió subir por tu espalda. Te volteas despacio y miras como un tipo que definitivamente no se parece nada al malnacido ese en el que pensaste aparece acercándose.

— ¿Que sucede?

—El señor busca el hospital central, ¿sabrías guiarlo?

—Ah sí, aunque está un poquito lejos, le convendría buscar un taxi.

—No traigo dinero, caminar está bien, ¿dónde está?

Ambos se dedican una mirada y te molestas por el no nada disimulado gesto pero esperas a que te respondan.

—Muy bien – habla el tal Danny – si sales por aquí y sigues derecho llegaras a la vía principal, tu sabes la que está siempre muy transitada, de ahí vas a la derecha es el edificio más alto, no creo tengas problemas, tiene una enorme cruz roja que a estas horas ya debe estar encendida.

—Entendido – asientes y corres a la entrada pero te detienes – Gracias – dices sin darles la cara.

—No hay problema amigo, espero no tengas una emergencia muy grave.

—Eso espero también... - sales rápido del sitio dirigiéndote a donde te indicaron.

—Seguro es una chica –susurra el sujeto al lado de Danny.

—Lo mismo digo, al menos agradeció.

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Llegas a la puerta principal del hospital y fuerzas la vista concentrándote en las letras tratando de asegurarte es el hospital central, sabes este no es el único hospital de la ciudad pero por suerte estas en el indicado. Observas la puerta y también a los guardias de la entrada, te preguntas si estará bien pasar casualmente entre ellos, pero una parte de ti sabe te vez jodidamente sospechoso a pesar no traigas ningún arma.

—No se supone puedan arrestarme solo porque si ¿no? – Dices entre dientes – tal vez podría subir de otra forma pero este puto edificio es enorme y no sé donde este Ray – rascas tu nuca observando el enorme edificio. – Maldita sea...

— ¡Ah! ¿¡Podría ser!? – escuchas una voz femenina detrás de ti y suena familiar.

Te giras y no logras ver a nadie a tu alrededor, es entonces cuando notas movimiento cerca de ti y bajas la mirada encontrándote con una ancianita, o siendo más precisos la misma anciana de ayer por la tarde.

—... – te quedas inmóvil mientras esta te mira fijo

— ¡Eres tú! Oh santo cielo, ¿en verdad el mundo es pequeño no es cierto?

¿Qué significa?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora