Futuro, pasado y presente (Parte III)

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Se que llevo diciendo varios caps ya va a acabar pero gahhh  salen y salen ideas u_u, disfruten.

Y si lees esto Yoru yo se aun estas despierta OnO!!

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A veces crees que los atajos de Zack por los callejones son solo rutas igualmente largas pero supones que de algún modo se siente mas familiar y tranquilo en ellos, no te quejas no llevas prisa después de todo.

—¿Echaste dulces de mas en la canasta verdad? – revisas el recibo de la tienda

—En mi defensa no son solo dulces.

—Hhm...

—Espera... - te detienes unos pasos adelante al oírlo – malditas cintas se desamarraron.

Al girarte notas como Zack dejo las bolsas en el suelo y tiene una pelea a muerte con las cintas de sus tenis.

Esperas termine cuando escuchas pasos apresurados salir del callejón a tu derecha, entrecierras los ojos tratando de ver en la oscuridad pero cuando logras distinguir algo una mujer choca contigo, te mira aterrada sujetándote por los hombros con fuerza pero cuando otro par de pasos se escuchan esta te medio empuja y sigue corriendo a toda velocidad.

— ¡Esa maldita! - exclama el sujeto sujetándose la nariz que sangra – al verte se para en seco y frunce el seño tornándose serio, sientes sus ojos verte de arriba abajo y sin una palabra más lanza su mano tratando de jalarte por la fuerza, reaccionas justo a tiempo y sus dedos solo rozan tu brazo dejando una sensación de ardor, antes que pueda volver a tratar Zack toma el collar de su camisa con fuerza y lo hala haciendo el tipo de unos pasos atrás.

—Persona equivocada amigo, porque no te largas. - gruñe

El sujeto recuperando su equilibrio mira a los lados y después a Zack congelándose momentáneamente para después verlo con desagrado - Por qué mejor no te largas tu maldito monstruo – notas como se sonríe y lleva su mano a su bolsillo.

Esta armado.

Te mueves rápido y estrellas tu bolsa de víveres en la cara del extraño haciendo que se tambalee y que tire el arma pequeña traía consigo. Pateas el arma rápido y retrocedes, antes la bolsa caiga al suelo Zack leda un puñetazo haciéndolo entrar de nuevo al callejón.

No debió provocar a Zack.

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—Maldito gordo asqueroso –gruñe Zack saliendo de la ducha ya vestido pero con una toalla sobre la cabeza – tengo la sensación aun apesto a el.

—Es tu culpa por hacer tanto desastre.

—Es su culpa por tener tanta grasa, debía asegurarme estaba bien tieso.

Ruedas los ojos y tomas su bonche de ropa con cuidado y lo echas directo a la lavadora, dudas salgan las manchas pero no es como si fuese sabio tirar ropa en esas condiciones tan sospechosas.

—Al menos termino, aunque quedaron echas polvo las galletas.

—Mierda.

Lavas tus manos que efectivamente se mancharon en el trayecto de la lavadora y sientes tu celular vibrar, al secarte rápido y ver el numero no comprendes porque tu jefa te está llamando a estas horas.

— ¿¡RACHEL!? – apartas el celular sintiendo te dejaron sorda con el grito.

— ¿Si? Que pas-

— ¡Oh gracias al cielo estas bien! ¿Estás en casa? ¿¡No te paso nada!?

—Estoy bien ¿por qué?

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