🏅Destacada en Novela Juvenil en español. Octubre/2018🏅
🥇 1er lugar en The BraimStorming Awards 2018. 🥇
Los hombres rompen corazones, pero las mujeres los destrozan.
Clarissa Allard es una chica descomplicada, tiene 17 años y un futuro más que a...
Nunca entendí el fútbol y mucho menos a las personas que disfrutaban ver rodar una pelota.
¿A quién se le hacía interesante ver a 11 hombres peludos correr detrás de un mismo balón?
Si querían yo les compraba uno a cada uno y listo.
Sea como sea, me encuentro en el graderío de las canchas traseras que tiene el instituto, ¿El motivo? Se están realizando las pruebas para los nuevos de este año y yo como buena novia que soy... he decidido acompañar a Alan.
Él no tiene que dar prueba alguna porque tiene antigüedad en el equipo, pero debe probar a los demás.
Y si, estoy totalmente sola, algo que es grandioso. Nótese mi sarcasmo por favor.
─Hola Clarissa. ─escucho una voz detrás de mi y luego veo a la persona que la emite sentarse a mi lado.
─Hey Alexia. ─saludo con una sonrisa, por lo menos ahora tengo compañía. ─¿Qué haces aquí? ─miro a la cancha y visualizo a esos dos chicos que la acompañaban en la cafetería el otro día y logro entender.
─Pues...
─¿Estás acompañando a tu novio, cierto? ─interrumpo muerta de curiosidad.
Ríe.
─¿No tenemos nada de parecido? Gracias a Dios. ─Dice con una inmensa sonrisa y yo aún no comprendo. ─No es mi novio, ninguno de los dos, él de tatuajes es mi primo Luke y el otro es mi hermano Jake. ─Aclara.
Ahhh.
Nos pasamos hablando todo el rato, realmente me cayó bien, aunque se nota que es un poco reservada y tiene algo de nerd y antisocial, lo que se me hace gracioso porque a vista de cualquier persona sería la típica porrista gracias a su físico, pero como dicen... no hay que juzgar a un libro por la portada.
Las pruebas finalizaron y Alan, como era de esperar, se quedó con los del equipo conversando un rato y haciéndome una seña de que lo esperase. Dudo mucho de que venga pronto ya que vio que tenía compañía. Genial.
─Entonces ¿Los aceptaron? ─escuché a Alexia hablar.
Giré y vi como esos dos chicos se acercaban a ella, bueno a nosotras.
─Si. ─respondieron a la par.
Aún no notaban mi presencia, supongo que estaban distraídos y cansados por las pruebas físicas.
─Y cómo no iban a aceptarnos Alex, si antes ya estuvimos en el equipo, recuerda. ─Dijo el chico que tenía tatuajes en todo el brazo.
Yo sólo los miraba y escuchaba que decían, me sentía incómoda sin ser tomada en cuenta, hasta que mi mirada se cruzó con el otro chico, el que era su hermano si no me equivoco. Sus ojos a parte de ser hermosos, tenían el color del cielo, y cuando de toparon con los míos una pequeña sonrisa reemplazo su agotado semblante. Su boca se abrió para decir algo pero una mano me tomó del brazo dándome vuelta e interrumpiendo el momento.
