Una chica y sus dos amigas se mudan a una ciudad totalmente diferente a la suya. Nuevas experiencias, nuevas amistades y nuevos amores.
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Volví a mirar su rostro golpeado y apreté mis puños sientiendo como la furia...
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La mañana siguiente me desperté con un dolor de cabeza increíble, y lo peor, no me acordaba de nada de lo que pasó ayer, solo me acuerdo de que bailé con un chico.
Después de darme un ducha rápida, bajé a la cocina pero no vi por ningún lado a Jade ni a Abby. Empecé a hacer el desayuno para las tres y al rato ellas bajaron fulminandose con la mirada.
-Hola. -saludé con la cabeza apoyada en mi mano.
-Buenos días. -me saludó Abby y me dio un beso en la frente para después sentarse a mi lado.
-Tienes mala cara. -me dijo Jade sirviendo en desayuno.
-Tengo resaca. -les dije rodando los ojos.
-Oww, ¿mi niña bebió demasiado ayer?-dijo Abby agarrándome las mejillas y moviendo mi cabeza como si fuera un bebé.
-Déjame. -le dije quitando sus manos.
-Toma. -yo miré a Jade y ella me lanzó una pastilla para la cabeza que yo cogí antes de que cayera al suelo.
-Gracias.
Empezamos a desayunar en silencio mientras que Abby y Jade se mataban con la mirada. Yo solté mi tenedor bruscamente haciendo que ellas me miraran.
-Suficiente, ¿qué os pasa?
-Pregúntaselo a tu estúpida amiga. -me dijo Jade y yo miré a Abby esperando que me dijera que había pasado esperando algo estúpido, pero no era para nada estúpido.
-Jade besó a Ethan. -soltó Abby y yo abrí los ojos sorprendida.
-Y ella se lo contó a Nick. -dijo esta vez Jade señalando a Abby.
-¿Qué...?-empecé a decir sorprendida.
-Todo estaba oscuro y yo no veía nada. ¡Me creía que era Nick!-se excusó Jade.
-¡¿Y te ibas a besar con un chico al que ni siquiera veías?!¡Imagínate que hubiera sido una chica!-le gritó Abby y yo apoyé su mano en su hombro para que se relajara.
-¡Lo siento! Estaba algo pasada de copas.-le dijo Jade y las dos se quedaron mirándose para después de repente abrazarse.
-Me he perdido...-murmuré para mí misma mirándolas.
Así eramos nosotras, y supongo que todas las amigas. Si era una tonta pelea o un malentendido a los minutos estábamos totalmente reconciliadas. Y la verdad es que no hay peor cosa que estar enfadada con tu mejor amiga.
Después de un desayuno normal nos sentamos en el sofá a ver una película. A la media hora hubo un apagón por lo que mis amigas y yo empezamos a poner velas por toda la casa hasta que quedó algo alumbrada.
-¿Y ahora que hacemos?-pregunté sentándome en el sofá.
-Podríamos ir a casa de los sexys vecinos.-dijo Abby alzando sus cejas.
