Capítulo 1: Nos mudamos

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Hora de repasar todo

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Hora de repasar todo. Ropa, muebles, libros, maquillaje, zapatos... Creo que falta algo. Oh ya sé, mi almohada.

-¡Lara baja ya!-me gritó mi gran amiga Abby y escuché sus pasos subiendo la escalera. Cuando abrió la puerta, se quedó paralizada y me miro entre asustada y divertida. Cuando reaccionó me preguntó-¿Que haces?

-¡No me mires así y ven a ayudarme!-le grité saltando encima de mi maleta.

Ella se acercó a mí poniendo los ojos en blanco y soltó un grito de desesperación. Cerró la cremallera mientras que yo seguía encima de la maleta y cuando me quité de encima y vi que no se abría, soplé quitándome un mechón de pelo que caía por mi frente.

-Eres un caso a parte.-me dijo ella negando con la cabeza varias veces. Yo me levanté del suelo y me sacudí las manos que se me habían llenado de polvo ya que antes ahí había una alfombra y pues no la levantaba para limpiar la parte de abajo. Pero bueno ya he aprendido algo nuevo, tengo que levantar la alfombra y limpiar esa parte.

-Solo estaba intentando cerrar mi maleta.

-Si, pero si alguien te hubiera visto como la cerrabas creerían que estas loca.-ella me pasó una caja donde ponía que estaban todos los libros, solté una carcajada y salimos de mi habitación para llevar mis cosas abajo.

Cuando llegué, Abby le dijo a los hombres que nos ayudaban con la mudanza, que subieran arriba con ella mientras que yo me despedía de mis padres.

-Hija ¿no te puedo convencer?-me preguntó mi madre con los ojos cristalizados mientras se acercaba a mí. Mi madre era muy sensible y lloraba por todo.

-Mamá tengo 20 años, tengo ganas de independizarme.-le dije, al ver como sus labios temblaron, la rodeé con mis brazos y le dí un beso en su
mejilla.

-Entiéndeme, eres mi única hija.

-Ya veras como estaréis mejor sin mis gritos y bailes por la mañana.-ella soltó una carcajada y mi padre se acercó a nosotras, cuando estuvo lo suficientemente cerca, no dudó en unirse al abrazo.

-Cuídate y no formes problemas.-él miró detrás de mí y me giré para ver hacia donde miraba, entonces vi a Abby y Jade, mi otra mejor amiga.-Confío en vosotras chicas, controlar a mi hija.-yo me giré para mirarle incrédula y escuché como mi madre y mis amigas soltaban una carcajada.

-Oh vamos, ellas también la lían, ellas salen más de fiesta y con chicos.-le dije haciendo muchos gestos con las manos.

-Si, pero cuando tú sales de fiesta siempre te metes en líos.-me dijo él y solté un suspiro al ver que decía la verdad.

Se escuchó un ruido y Jade metió su mano en su bolsillo para sacar su móvil. Leyó el mensaje con el ceño fruncido, algo que hacía siempre, y al final sonrió emocionada guardando de nuevo su móvil.

Un Amor ilegalmente Perfecto © #1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora