-Abby no creo que esto sea buena idea.-dije mirándome al espejo.
-Claro que si. Estás perfecta.
Alex, el amigo de Max, nos había invitado a una fiesta en su casa y obviamente Abby y Jade aceptaron ir al instante. Resulta que la casa estaba en una pequeña cala totalmente aislada por lo que se podría decir que tenía toda una playa para él.
Bueno a lo que iba, Abby y Jade me habían dicho que tenía que vestirme súper sexy para Max. Era una fiesta ¿tropical?¿hawaiana? No sé, la cosa es que teniamos que ponernos bañadores.
Y adivinen qué. Mis queridas amigas habían decidido el que me tenía que poner.
Llevaba un bañador negro que dejaba ver cada una de mis curvas, una blusa abierta con flores y un poco de maquillaje waterproof. Ya sabéis, de ese que no se va con el agua.
Por último, me dejé el pelo hacia un lado y me puse unas sandalias negras.
-Ahora vámonos, los chicos nos esperan allí.
Asentí sin más remedio y las seguí hasta el coche de Abby.
Estábamos en pleno invierno y no creo que nadie se metiera al mar pero aún así teníamos que llevar bañador.
Después de media hora en el coche, llegamos a un chalé.
-Que bien callado lo tenía Alex.-dije al ver la lujosa casa.
Mis amigas rieron y salieron del coche. Yo rápidamente bajé y corrí hacia ellas para que no me dejaran atrás.
Empezamos a esquivar a la gente que había en la casa hasta que llegamos a la playa. Allí había mucha más gente bailando. A los alrededores antorchas y fuegos iluminaban la cala.
-Están allí.-dijo Jade señalando hacia unas rocas donde los chicos estaban sentados riendo a carcajadas mientras bebían.
Mis amigas se encaminaron hacia su dirección y yo detrás las seguí. No me sentía muy segura viendo a todas las chicas sacadas de revistas que estaban a mi alrededor, enserio, no había ninguna fea.
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Un Amor ilegalmente Perfecto © #1
Novela JuvenilUna chica y sus dos amigas se mudan a una ciudad totalmente diferente a la suya. Nuevas experiencias, nuevas amistades y nuevos amores. ==================================== Volví a mirar su rostro golpeado y apreté mis puños sientiendo como la furia...