Una chica y sus dos amigas se mudan a una ciudad totalmente diferente a la suya. Nuevas experiencias, nuevas amistades y nuevos amores.
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Volví a mirar su rostro golpeado y apreté mis puños sientiendo como la furia...
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Habiamos llegado del parque hace unos minutos ya que alguien llamó a Max y los chicos tuvieron que irse rápidamente. Todavía estoy algo confundida en cuanto a mis sentimientos hacia Max. Llevo en esta ciudad como tres meses en el que el primer mes Max y yo casi ni hablabamos, en el segundo mes Max desaparecía durante semanas y este último mes en el que nos hemos empezado a "soportar". Pero como la vida es tan injusta ha decidido que yo me tenía que enamorar de él.
Podéis llamarme loca, pero el frío, borde y "peligroso" Max ha logrado ganarse cariño de mi parte, ¿cómo? Aún no tengo idea. Puede que sea borde y blablabla, pero es el chico más maduro que conozco. Sé que algo esconde y necesito descubrirlo.
La puerta de mi habitación se abrió y aparecieron Abby y Jade con tres botes de helados.
Si no recuerdo mal, Abby y Jade se iban mañana por la tarde de viaje durante tres días. Van a ir a ver a sus familias pero yo no puedo ir ya que tengo que estudiar muchísimo.
-¿Qué hacéis con eso?-pregunté mientras ellas se echaban a mi lado dejándome en el medio y me daban una tarrina de vainilla.
-Te hemos visto algo confundida y hemos deducido que necesitabas ayuda.-me dijo Jade.
-Así que hemos traído lo necesario para una gran noche de chicas.
Abby tenía razón. Digamos que desde que empezamos con la adolescencia se hizo una costumbre que cuando alguna estuviera mal o necesitara hablar, le llevábamos helado y nos pasábamos toda la noche hablando y viendo películas.
Entre lágrimas, risas y momentos fan, -los actores estaban tremendos- llegaron las doce de la mañana y decidimos que habíamos comido bastante helado, ahora era el turno de devorar las chuches.
-Bueno, ¿nos vas a contar lo que te pasa?-me preguntó Jade comiendo patatas fritas como si no hubiera un mañana.
Suspiré y las miré. No encontraba las palabras correctas para decirles delicadamente que Max me gustaba, así que fui directa.
-Me estoy enamorando de Max.
Las miré esperando sus reacciones y fueron las que esperaba. Primero sorpresa y después una sonrisa por parte de Abby. Jade seguía con la boca abierta.
-Me lo esperaba.-me dijo Abby encogiéndose de hombros.
-¿Qué?
Ella asintió.-Amiga siento decirte que te lo comes con la mirada.
-Pero eso no tiene nada que ver, eso se llama atracción.
Ella rodó los ojos.-Bueno no quería decirte que te quedas embobada mirándolo pero bueno. Me imagino tus pensamientos, "oow que enamorada estoy de él","quiero que me haga todos los hijos que le dé la gana y tener una familia feliz","ojalá me pidiera matrimonio".-me imitó Abby.-Puedo seguir si quieres...
