Reclamada [EN EDICIÓN/TERMINADA]

32. Lo siento.

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Canciones para este capítulo:

Apologize - Timbaland

Die in your arms - Justin Bieber

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Caminamos fuera del hotel, el frenético momento con Virginia hace algunos minutos me hizo querer golpear mi cabeza contra el suelo de concreto.

Dios, era toda una perra. Llamé a un taxi, mi otra mano encontrando la cálida de Abby por comodidad. El taxi se detuvo frente nosotros, y lentamente me subí.

Virginia molestamente empujó a Abby fuera del camino para coger el asiento de en medio. Rodeé mis ojos, honestamente no me podía importar menos lo que  hiciera.

Mi mente parecía estar fuera de zona, y Virginia volteó hacia mí y empezó a hablar. Su mano áspera moviéndose por mi brazo y le di una mirada feroz. Mi  mente entonces fue a Abby, retorciéndose bajo mi toque anoche. Me lamí el labio, mis ojos apuntaban a Virginia pero mi mente estaba el otra parte. Sentí mis ojos nublarse de lujuria tan solo pensando en Abby.

Finalmente chasqueé cuando el taxi se detuvo, Abby saliendo de primera rápidamente. Ella parecía frenética y molesta; mis cejas se juntaron. ¿Estaba bien?

Caminamos a través del atestado aeropuerto y tomamos asiento justo en el abordaje del avión. Unos cuantos pasajeros de la clase económica abordaron este,  mientras Abby, Virginia y yo esperábamos sentados a que la primera clase fuese llamada. Abby parecía ida en sus pensamientos, sus  cejas juntas y miraba a la nada.

 -¿Gatita? ¿Estás bien?'- pregunté. Puse mi brazo alrededor de su hombro, pero
ella se movió fuera de mi agarre. Ahora era mi turno de fruncir el ceño, mis ojos vidriosos con confusión.

-Sí, sólo estoy cansada -ella susurró sin importancia. Yo arrugué los labios pero asentí de todas maneras. Empujé su cabeza para que descansara en mi pecho.

Su cuerpo se tensó, pero no se apartó.

La auxiliar de vuelo finalmente llamó nuestra fila y los tres abordamos el avión. Virginia caminó primero, tomando el asiento de la ventana. Rápidamente me senté en el asiento de en medio, no quería que Virginia alimentara a Abby de cualquier mierda sobre mí todo el vuelo. Envolví mi brazo alrededor de los hombros de Abby, pero Virginia apoyó su cabeza contra mi pecho.

Decidí esperar hasta que se durmiera para separarla, así no tenía que lidiar con sus ataques molestos. No quería oír su vocecita chillona quejándose porque quería descansar su cabeza en mí.

Traté de jalar a mi más cerca de mí cuando ella parecía querer quedarse dormida, sin embargo, ella se volteaba y descansaba su cabeza en la palma de su mano. Sus ojos cerrados y su espalda hacia a mí.