35. " El McCann de mierda"

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Canciones para este capítulo:

Clocks - Coldplay

Not a Bad Thing - Justin Timberlake

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Leo parqueó el carro en entrada de Shaun. Este último ya estaba sentado en el porche con su cabeza en las manos.

-No te quedes ahí sentado, idiota, movámonos- Leo gritó desde dentro del auto. Shaun frenéticamente se levanta, tambaleándose un poco antes de trepar al asiento trasero del auto. Delgato meneó su cola, olfateando la mano de Shaun.

-¿Dónde deberíamos empezar a buscar?-Shaun preguntó. Lei pasó una mano por su perfectamente arreglado cabello, saliendo de la entrada de Shaun.

-Conduciré al pueblo y soltaré a Delgato- Leo suelta otro suspiro, su mandíbula apretándose. Yo, vacilante, alcancé el brazo del asiento, mi mano encontrando la de Leo. Miró abajo hacia mi mano, antes de mirar mis ojos. Sonrió, entrelazando nuestros dedos.

Nos adentramos en el pequeño pueblo, Leo desviando bruscamente el auto para
parquear a un lado de la carretera. Shaun y yo salimos del auto mientras Leosacaba a Delgato del asiento trasero.

-Bien, Abby y yo seguiremos a Delgato mientras Shaun, tú revisa cerca la casa de Kiera- Leo ordenó. Shaun asintió, corriendo en dirección a mi casa.

Leo colocó su mano en mi cintura, arrastrándome hacia Delgato. Leo se inclinó y sacó una camisa rosa de su bolsillo.

-¿Eso es de Kiera?- pregunté, juntando mis cejas.

-Sí, Shaun me la dio para que Delgato pueda rastrear su esencia- Leo explicó. Yo murmuré un pequeño 'oh', cruzando mis brazos por mi pecho.

Delgato acarició su cabeza en la camisa, olfateando varias veces. Su cola se meneó, y empezó a ladrar.

-Vamos a empezar la fiesta

Delgato corrió acera abajo, sus patas golpeando contra el concreto. Leo cogió mi mano, arrastrándome calle abajo con él.

-Cálmate-reí, desesperadamente tratando de seguir el rápido paso.

Leo momentáneamente miró hacia atrás, dándome una sonrisa tonta.

Doblamos por la esquina, el aire frío alejando el cabello de mi cara. Delgato se sentó en medio de la acera, su hocico de frente, olfateando el aire. Lei puso
su mano en la pretina de sus jeans, descansando su mano en la pistola.

-¿P-por qué trajiste tu pistola?-pregunté, mordiéndome el labio inferior.

Él me miró, su cara suavizándose. Presionó sus labios en mi frente, cerrando sus
brazos alrededor de mi cintura.

Reclamada [EN EDICIÓN/TERMINADA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora