-Uhm ¿Leo? - Le llamé suavemente.
-¿Sí, gatita? - Se burló, y en ese momento supe que sabía que no tenía toalla.
-¿Podrías...
La mano de Leonardo apareció de repente dentro de la ducha, con una toalla morada entre sus largos dedos.
-Gracias. - Respiré, cogiéndola de su agarre. Eché toda el agua por el desagüe y me sequé antes de ponerme la ropa.
El sonrió cuando salí de la ducha y me cogió del brazo, llevándome escaleras abajo y al coche.
(***)
Tragué saliva difícilmente cuando miré el alto edificio. Una banda entera, llena de peligrosas personas esperando por Leo ... y ahora también por mi presencia.
Me cogió fuerte de la mano, llevándome hasta el edificio. Las paredes eran todas grises oscuro y los suelos eran de mármol negro. Una pija presumida de recepcionista se sentaba en la entrada, mirando a Leo sin vergüenza alguna.
-¡Oh, Leo! - Dijo en una irritante voz. Leonardo maldijo bajo su aliento antes de mirarme.
-Por favor, bésame. - Susurró, sus ojos me suplicaban. Fruncí mis cejas juntas pero sus ojos se posaron en la pelirroja y lo entendí.
Me incliné lentamente, presionando mis labios contra los de Leonardo. Él sonrió, sus manos me agarraban fuertemente de las caderas. Escuché a la chica jadear así que me separé, posando mi cabeza en su pecho para un efecto extra.
-¿Quién es esa? ¿Tu nuevo juguete para follar? - Siseo, mirándome.
-No. Déjanos en paz, Virginia. - Escupió
Anduvimos hasta el ascensor y me metió en el con él.
-¡Seguiré aquí cuando te canses de ella! - Dijo Virginia y la mandíbula de Leo se tensó antes de decirme que me quedase en el sitio y andar hacia la chica
-Yo nunca, nunca, me voy a cansar de ella, lo primero. Y segundo, si incluso algo trágico le pasa, nunca vendría a por una guarra como tu. - Gruñó, mirándole fijamente a la cara antes de darse la vuelta y volver conmigo.
Envolvió su brazo alrededor de mi cintura, entrando en el ascensor.
-Adiós, Virginia. - Le sonrió falsamente antes de que las puertas se cerrasen, su cara cubierta de maquillaje desapareció. Leo suspiró, girándose hacia mi.
-Siento que hayas tenido que ver eso, siempre me ha estado molestando y cuando te ha metido en esto, me he perdido. - Se rascó la parte trasera del cuello, mirándome profundamente a los ojos.
-Está bien.
El sonrió, andando hacia mi. Estaba situada en la esquina del ascensor así que su cuerpo nos cubría del mundo exterior.
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Reclamada [EN EDICIÓN/TERMINADA]
Novela Juvenil"Si me deshago de mis demonios, perderé a mis ángeles" 23/01/2018 #325 Juvenil 23/01/2018 #310 Juvenil 25/01/2018 #209 Juvenil 26/01/2018 #188 Juvenil 27/01/2018 #141 Juvenil 03/02/2018 #140 Juvenil 20/02/2018 #111 Juvenil 10/05/2018 #3 12/05/2018...