Sólo somos salvajes.

Monstruo perverso

Ramsay me obligó a presenciar aquella bizarra escena.

Pude ver como la doncella gritaba y gritaba de dolor hasta que llegó a su límite y se desmayó.

Pude ver como Ramsay la desollaba como un carnicero despoja a un animal de su piel.

Mis ojos temblaban, yo misma temblaba...

-Sois un monstruo.-dije aterrada y con rabia en mi voz.

Ramsay me miró y me sonrió perversamente.

Este terminó de desollarla y limpio la sangre del cuchillo.

Me quedé observandole y de repente vi todo negro.

Me desperté en mi habitación. ¿Qué había pasado? ¿Me había desmayado?

-¿Estais bien mi señora?-dijo Myranda.

-¿Q-Qué ha pasado?-dije confusa.

-Os desamayasteis y Lord Ramsay os trajo aquí.

Pues si, me desmayé, no pude aguantar tanto.

-Dijo que os desamayasteis por falta de sueño.-dijo Myranda sacándome de mis pensamientos.

-¿Falta de sueño?

-Sí.

No dije nada y miré por la ventana.

Pensé que os vendría bien un baño, dijo sacando un barreño y llenándolo de agua con jarras.

- No creo que eso es lo que me haga falta.

-Pero... ayudará.-dijo con una sonrisa tonta.

Acepté, y me quité el vestido.

-Teneis un... cuerpo precioso.-dijo con malestar.

-Gracias.-dije sin hacerle mucho caso.

Me metí en el barreño y dejé que me bañara. Myranda metía y sacaba la esponja, escurriendola y llenandola de agua, y pasando la por mi piel.

-Y... ¿Qué os parece Lord Ramsay?-dijo mirándome fijamente.

Me acordé de su sonrisa torcida mientras desollaba a esa pobre mujer.

Y volví a sentir el mismo terror.

-¿Entonces?-dijo Myranda sacándo me de mis pensamientos.

Le mire inexpresiva.

-Un señor.

-¿Cómo?

No dije nada.

-Es que Lord Ramsay sólo os parece un... ¿Señor?

Asentí con la cabeza.

-Un hombre con poder y tierras, un señor.

Myranda se levantó furiosa y se fue de la estancia. ¿Qué le había pasado? ¿Dije algo malo? Si dije eso por no decir que era un salvaje, un monstruo... No entendía nada.

Me salí del barreño y me sequé con una tela de algodón que había dejado Myranda en un silla.

No me percaté de que Myranda al salir había dejado la puerta abierta.

Seguí secandome.

De repente notaba que alguien me miraba.

Era Ramsay.

Entro en la habitación, inexpresivo.
Yo estaba asustada, ya que en cuanto le vi recordé todo.

Se iba acercando lentamente a mi, y cuando estuvo cerca me acaricio la mejilla delicadamente mientras me clavaba su mirada fría.

No dijo nada y se fue.

No entendí nada de eso. Cerré corriendo la puerta y terminé de vestirme y prepararme, y bajé abajo.

Necesitaba volver a disparar con el arco, para desconectar, así que me fui al recinto y me puse a practicar.

-Volveis a tirar.

Me giré, era Ramsay.

-Sí.-dije sin echarle mucha cuenta.

-Noto que estáis cabreada.-dijo  poniendo una cara estúpida.

No dije nada, pero su tono burlón y el rostro que puso hicieron que estallara.

Tiré el arco al suelo, y me dirigí deprisa hacia el. Sin tener control sobre mi le agarré con furia del chaleco de cuero que portaba.

- Si, estoy cabreada, porque sois un monstruo y deberíais de estar muerto.

Ramsay se quedó perplejo, seguramente al notar que una persona y es más, una mujer, le había echado huevos.

Me apartó la mano bruscamente para agarrarme del cuello y besarme.

Le aparté.

Vi como puso su sonrisa estúpida y me fui a mi habitación.

Al rato sonó golpes en la puerta.

-Adelante.

- Mi señora. Tenéis abajo todo preparado.-dijo Theon temblando.

-¿Cómo?- dije confusa.

-Os vais con Lord Ramsay.

-¿¡¿Qué?!?

Theon se acercó a mí y me agarró del brazo haciendo que le siguiera, al bajar vi a Ramsay montado en un caballo y sujetando mediante correas a varias perras.

Theon me señaló el otro caballo vacío.

-¿Adónde vamos?

-Es hora de que te enseñe mi pasatiempo favorito.

-¿¡¿Cómo?!?

-Vereis, odio repetir las cosas dos veces, así que subid.-dijo inexpresivo.

Estaba confusa, pero mi curiosidad era mayor, así que subí.

Salimos de Fuerte Terror galopando, Theon detrás nos seguía.

No sabía que era lo que me esperaba.