Dudas I

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Dudas I

                Por fin llegamos, la casa de Rhern no es en absoluto diferente a las demás en los suburbios, o al menos eso es lo que parece por fuera, una casa normal, arreglada, con un jardín bien cuidado y flores en unas macetas en el pórtico, pintada de una color azul muy suave, como un tono pastel. Al entrar en la casa me doy cuenta que realmente es muy parecida a las demás que he visto, tiene dos pisos, probablemente cuatro habitaciones, todas ellas en el segundo piso; en el primer piso, pasando la puerta está un recibidor, del lado derecho hay una mesa con un florero y unas rosas rojas frescas sobre ella, del lado izquierdo otra mesa con un teléfono y una libreta con un lápiz a un lado. Del lado izquierdo se encuentran las escaleras para subir al segundo piso, dejan un vacío del lado derecho donde debajo de las escaleras hay una puerta que probablemente sea para ir al sótano. En el mismo recibidor hay dos puertas, ambas abiertas, una del lado derecho y otra del lado izquierdo, la del lado derecho da entrada al área donde tienen el comedor, la del lado izquierdo es para la sala de estar.

                La casa no es muy diferente en el interior comparado con el exterior, todo está limpio y ordenado, los muebles están bien cuidados, las paredes no tienen manchas o al menos no se notan.

                Pasamos a la sala de estar. A simple vista se ve como una sala de estar normal, pero al fijarte en los detalles puedes notar que está bien decorada; las paredes están pintadas de un tono verde olivo, probablemente más grisáceo, con unos sillones de un color parecido al dorado y con detalles en negro, frente a los sillones hay un librero no muy alto, de color café oscuro y barnizado, arriba de éste hay una pantalla colgada a la pared, hay una mesa de centro del mismo color que el librero, sobre la mesa de centro hay unas revistas, todas sobre ciencia, algo inusual porque casi siempre que ves revistas en la casa de las personas son de chismes o modas, las cortinas son dobles, de color beige y una tela transparente satinada, lo suficientemente largas para cubrir las enormes ventanas, al final ves una pared con una cortina enorme, supongo que detrás de ella están las puertas de cristal para dirigirse a la terraza.

                Todos dejan sus mochilas en una esquina de las sala de estar, por educación no lo debo hacer hasta que me lo indiquen, esperaré. Se dirigen a los sillones, se sientan, encienden el televisor, me observan mientras me quedo parada en la entrada de la sala de estar.

                -Siéntate. – “Me dice Rhenr y los demás me miran extrañados. Detesto ése tipo de miradas, son tan despectivas. Tomaré asiento. Mi mochila ¿Me siento con ella? ¿La dejo donde los demás dejaron las suyas? Por esto no me gusta estar en casa ajenas.” – Si quieres, deja la mochila junto a las nuestras. – “Bien, eso quita una molestia.”

                ¿Hacen esto todo el día? ¿Lo harán todos los días? Que monótona debe ser su vida, escuela, casa, escuela y casa, eso a diario. No es muy diferente a lo que yo hacía en Londres, pero si salía de paseo con algunos amigos de vez en vez, comienzo a cuestionar seriamente si realmente son material para amigos. Analicemos; Rhern, hermana mayor, por lo que dijo Alice tiene problemas de autoestima, por cómo se expresa frente a otros no parece tener problemas de autoestima, que extraño, aparentemente responsable de su hermano menor, buena amiga con Jericho; Andrê hermano menor, callado, retraído y perfeccionista, probablemente misántropo y por lo que han dicho Rhern y Jericho un genio en los números; Jericho, aparentemente buen amigo, comprensivo, con tendencias obsesivo compulsivas hacia el orden y limpieza. Sí, no es muy diferente a lo que conocía allá.

                Pasamos cerca de dos horas viendo caricaturas en la televisión, nadie decía nada, nadie se movía, todo era tan aburrido, ver televisión no es algo que acostumbre hacer, y mucho menos caricaturas. Por mi mente no pasaba ningún otro pensamiento más que la misma pregunta con mil respuestas “¿Porqué estoy aquí?” “Porque quieres.” “Porque te invitaron.” “Porque estar en tu casa es mucho peor.” “Porque eres alguien educada que acepto una invitación.” “Porque sientes la necesidad de la compañía ajena.” “Porque no puedes estar sola.” “Porque crees encontrar amigos con desconocidos.” “Porque crees que ellos te entenderán.” “Porque no hay nadie en tu casa.” “Porque no recuerdas cómo llegar a tu casa.” “Porque no quieres estar con Alice.” ¡Alice! ¡Maldita sea! ¡Lo olvidé! ¡La muy tonta no sabe cómo llegar a casa! Lo recordé cuando Jericho me preguntó si no había problema con Alice. ¿Por qué lo olvidé? ¡¿Cómo pude olvidar algo así?! ¿Se habrá quedado en la escuela? No lo creo, cuando salí del aula ella seguía platicando con ésa niña. Probablemente se fue con ella ¡¿Y si no?! ¡¿Qué hago?! ¡El teléfono! De nada va a servir, aún no han instalado el teléfono fijo. Si llamo a Ann sólo me ignorará, si llamo a mi padre también me ignorará y si llamo a mi madre sólo se enojará. ¿Por qué tiene que ser tan complicada la familia? – Porque la gente olvida a sus hermanos en las escuelas. -  No claro que no. Eso no tiene nada que ver. – Sí, es convivencia familiar. – Alice tonta. ¿Porqué soy yo la que se hace cargo de ti?  - Porque aceptaste ése rol hace mucho tiempo. – Sí, pero ya no lo quiero. – Todo es paulatino, tú quisiste un cambio inmediato, la gente no aprende a caminar sola de un día a otro. – Muy bien, entiendo, pero tengo que pensar qué hacer. Puedo no hacer nada, simplemente ignorarlo, funcionó hoy, al final encontrará una forma de regresar a casa antes de la cena. Creo que se tomó la molestia de aprender la calle y el número de la casa. Sólo necesita preguntar o que alguien la lleve. Sí, no pasará nada. No te preocupes.

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