14
Él
Parece que todo ha cambiado, que nada volverá a ser igual, ayer no vi a Zhue más que en la mañana y un momento en la escuela. Cuando regresé solo vi a mamá furiosa y a Ann con su misma ridícula y pedante actitud, papá en el estudio con su montaña de libros y cuadernos, Zhue en su habitación.
Recuerdo el último día en Londres, hace poco más de un mes. Salimos de la casa como un día cualquiera; jamás ha sido una persona alegre, pero al menos no era tan grosera como ahora lo es; fuimos a la casa de Liam, y después a la casa de Lee, solíamos estar con ellos dos todo el tiempo; Liam era un amigo muy cercano a Zhue, siempre pensé que terminaría como pareja, Lee siempre estaba conmigo, podría decirse que era mi mejor amiga; nos dirigimos a Trafalgar Square, anduvimos en bicicleta toda la mañana, después fuimos a Picadilly Circus, compramos unas hamburguesas y veíamos a las palomas caminar por toda la plaza. Por último fuimos a London Eye. Fue extraño, como si fuéramos turistas de nuestro propio país, el lugar en el que crecimos. Fue triste saber que no regresaríamos. Es aún más triste saber que Zhue no les volverá a hablar, “La gente te olvida en el momento en que dejas de estar presente en su vida.”, me molesta su forma de pensar, lo único que espero es poder superarlo lo más pronto posible, ya no quiero extrañar a ninguno de los dos.
A mi alrededor quedan sólo dos cajas en una esquina, cajas que probablemente no desempacaré, frente a mi cama está el tocador que solíamos compartir Zhue y yo en nuestra habitación en Londres, a su derecha, al fondo hay un armario gigantesco, a mi izquierda, a un lado de mi cama se encuentra el baño, no me agrada mucho su posición, pero no hay otra manera, ésta casa tiene una estructrura muy extraña.
Me levanto de la cama con mucho esfuerzo, estoy cansada, no he dormido bien; busco mis pantuflas, me dirijo al baño, enciendo la luz incandescente que me deja cegada por un momento, me miro al espejo, abro la boca, reviso mis dientes, hago algunas muecas, tomo el cepillo y la pasta de dientes, con cuidado aprieto y dejo una gota, cepillo mis dientes, abro la regadera, el vapor inunda la habitación, el espejo se empaña rápidamente, paso una mano y limpio el espejo, veo el vapor rodearme y atraparme, observo mis ojos, son como los de mamá, ojalá no fuera así, ése sentimiento de “a nadie le importo” regresa, me golpea en el pecho y me deja sin aire un momento, mis ojos se humedecen rápidamente, mejor lo olvido y tomo una ducha rápida.
Salgo y el vapor me acompaña, hace frío, mucho frío, tiemblo, al menos me vestí dentro del baño, tendría más frío si no lo hubiera hecho. No quiero estar aquí, no lo deseo, pero no tengo otra opción.
Tomo mi mochila, me pongo una chamarra enorme y gorda, guantes, gorro, no debería sentir tanto frío. Me dirijo a la escuela.
La nubes cubren por completo el cielo, eso es hermoso, el viento frío toca mi rostro, ¡ya me cansé de caminar!, siento mi sudor, y siento como se enfría inmediatamente, es molesto y extraño. Recuerdo una vez, en invierno, en Londres, salimos a patinar Zhue y yo, éramos pequeñas, teníamos cerca de 7 años, el hielo era muy delgado, pero los niños no saben de éso, los niños no conocen el peligro, el hielo se rompió, y Zhue cayó, no sabía que hacer, no había nadie ceca, o al menos no lo recuerdo, sólo recuerdo que me quedé en blanco, y un segundo después estábamos rodeadas de muchos adultos, y a Zhue la cargaba un hombre, ambos mojados y tenían el cabello cubierto de escarcha, Zhue y el hombre temblaban, se nubló mi mirada, y en seguida sólo recuerdo la mirada de Zhue, una miada asesina y fría, y sus palabras, sus palabas cortantes y despectivas, aún lo recuerdo cada día, “Eres una inútil”, esas palabras que aún pasados los años me duelen como en aquél momento. Pienso que ahí comenzó todo, ahí comenzó su repudio a mi persona. Ahora cada una de nosotras estamos por caminos diferentes, ella tiene amigos nuevos que aparentemente la quieren, yo sólo estoy rodeada de personas falsas, excepto Turunn, ella parece ser diferente. Solo divago.
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Pensamientos de una mente
Teen FictionEl día a día de 5 adolescentes que buscan su camino a la maduración, comprenderán que cada acción tiene sus consecuencias con las que tendrán que vivr el resto de su vida. Sus miedos, sus trastornos, sus filias los acompañan. Historia de Queen Jatte...