Cap.3- El nuevo instituto.

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*A la mañana siguiente sonó mi despertador, pasé mi mano por la mesita de noche hasta que lo encontré y lo apagué*

-Sólo 5 minutos más –Me acomodé en la cama-

-Levántate dormilona, vas a llegar tarde –Dijo mi madre mientras me quitaba la cobija-

-Pero mamá...

-Pero nada, anda, al baño al baño –Me sacudió-

- Bieeeeen, ya estoy despierta –Me levanté de la cama y me dirigí al baño-

*Cepillé mis dientes, me di una ducha rápida, peiné mi cabello y luego me puse a escoger la ropa... Hmm... qué podría llevar en mi primer día, nada extravagante, algo casual... Este es perfecto, me puse un jean que estaba un poco rasgado, una camisa manga larga negra que era caída de un hombro, unas Adidas blancas con rayas negras a los lados, y un bolso de color claro, luego bajé y desayuné rápidamente*

-Bueno hija ¿Estás lista? –Dijo mi padre mientras se ponía su abrigo-

-Sí, hasta luego mamá –Le di un abrazo y luego guardé mi teléfono con mis llaves en el bolso-

-Que tengan un gran día –Nos sonrió-

*Me subí al coche junto con mi padre, él me llevará y me buscará los primeros días para yo adaptarme al camino y luego poder ir y venir sola, después de unos minutos llegamos al instituto*

-Adiós papá –Le di un beso en la mejilla y bajé del coche-

-Nos vemos hija, cuídate –Le asentí y luego él arrancó-

-Muy bien... aquí voy... -Di un suspiro y entré al instituto, ya adentro estaba un poco perdida, no sé muy bien cuál es mi clase... mientras estaba pensando no me di cuenta por donde caminaba y me choqué con alguien- Ay... lo siento lo siento, es que estoy un poco perdida y además estaba distraída yo...

-Oye, tranquila, ¿Eres la chica nueva verdad? Soy Nathaniel, mucho gusto –Me extendió su mano mientras me sonreía... Era un chico de cabello rubio y unos ojos muy hermosos, eran de un color dorado-

-S-sí, soy yo. Igualmente –Tomé su mano un poco nerviosa, y luego sonó el timbre-

-Oh bueno, hora de ir a clase, estamos en la misma ¿Vienes? –Me sonrió-

-¿En serio? ¿Cómo lo sabes? –Dije algo sorprendida, pero a la vez aliviada porque ya no tendría que buscar mi aula-

-Mm, luego te enterarás, pero llegaremos tarde si seguimos hablando, anda ven –Empezó a caminar y yo le seguí, entramos en el aula B y él se dirigió a su asiento, luego una chica de cabello marrón brillante y ojos azules que estaba sentada en otra mesa se cambió a esa-

-¿Es usted la señorita Sucrette? –Me preguntó un hombre con cabello un poco largo, ojos claros y vestido con un suéter azul-

-Sí soy yo.

-Bien, soy el Sr. Farrés, el profesor de historia.

-Un gusto –Le sonreí-

-Igualmente, ¿Le gustaría presentarse a la clase?

-O-oh pues... -Estas cosas siempre me ponen nerviosa, preferiría no hacerlo en realidad-

-Silencio por favor –El Sr. Farrés pidió silencio pero nadie le hizo caso- O-oigan por favor...

-CÁLLENSE –Gritó una chica de cabello blanco también con un color de ojos como los de Nathaniel, luego de que gritara todos guardaron silencio-

-G-gracias señorita Rosalya, adelante señorita preséntese –Me hizo señas de que ya podía iniciar-

-Ahm... De acuerdo, pues soy Sucrette, llegué hace 2 días a la ciudad y...

-Señor Farrés deberíamos dejar de perder el tiempo con ella y empezar la clase –Dijo una rubia que estaba sentada al fondo con otras 2 chicas, una asiática y otra con una coleta y un piercing en la parte de la ceja-

-Señorita Ámber por favor un poco de respeto.

-No no, de hecho está bien si comenzamos con la clase ya... No se preocupe –Le dije mientras sonreía-

-Bueno está bien, por favor tome asiento al lado de... -Se puso a examinar el aula con la mirada- Mm... con el señor Nathaniel.

-P-pero señor Farrés yo estoy sentada aquí –Dijo la chica de los ojos azules-

-Lo sé señorita Melody, pero necesito que la señorita Sucrette se ponga un poco al tanto, y como Nathaniel es uno de los mejores alumnos y además el delegado principal, él la puede ayudar –Hmm, así que Nathaniel es el delegado principal, por eso sabía que yo era nueva y que íbamos en la misma clase, jaja debí imaginarlo-

-Está bien... -Melody recogió sus cosas un poco decepcionada y volvió al lugar en el que estaba antes-

-Bien, ya puede ir a su sitio –Me miró-

-De acuerdo, gracias –Fui a mi lugar, me senté y puse mis cosas a un lado-

-Hola de nuevo –Me miró Nathaniel con una sonrisa-

-Hola jaja, ¿Así que eres el delegado principal?

-Sí, iba a decírtelo antes pero llegaríamos tarde –Estaba sacando las cosas de su mochila y yo hice igual-

-Un poco de silencio por favor –Pidió el señor Farrés y luego empezamos con la clase, el resto de horas transcurrieron un poco rápido la verdad-

-Bien, nos vemos mañana, no se olviden de los deberes por favor –Dijo Farrés recogiendo sus cosas y borrando la pizarra-

-¿Y qué te pareció el primer día en el Sweet Amoris? –Me preguntó Nathaniel mientras guardaba sus cosas al igual que yo-

-No estuvo mal, y pasó realmente rápido –Le sonreí-

-Genial, oye puedo darte un recorrido rápido por el instituto para que lo conozcas mejor –Se aclaró la garganta- Claro... sólo si tú quieres.

-¿En serio? Claro, me encantaría, así no me pierdo tanto –Reí-

-Hola Nathaniel, ¿Ya vuelves a casa? Yo también, podemos ir juntos –Llegó Melody de pronto y se puso al lado de Nathaniel-

-Ah, lo siento Melody pero voy a mostrarle un poco el instituto a Sucrette, tal vez otro día –Dijo Nathaniel mientras se ponía su mochila-

-¿Puedo ir con ustedes? –Sonrió-

-¿Pero no volvías a casa ya? –Preguntó Nathaniel un poco confundido-

-No, no hay prisa ¿Entonces sí?

-Mm... ¿Te parece bien? –Nathaniel me miró con semblante interrogativo-

-Pues, supongo que no hay problema –Asentí-

-Genial, entonces vamos –Melody sonrió-

*Nathaniel me enseñó algunos lugares del instituto, sobre todo las aulas donde tendríamos las otras clases, como la de Ciencias, me mostró también la biblioteca, y otros lugares más, fue gracioso porque Melody no se separó ni un segundo de Nathaniel. Cuando ya terminamos él sacó algunos apuntes y me los dio para que me pusiera al tanto, nos despedimos y luego mi padre llegó a buscarme para irnos a casa*

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