Antes de que llegaras...

Cap.12

-¿Quién era ese? –Preguntó Castiel confundido-

-Mi mejor amigo, y compañero de casa ahora.

-Pero qué me estás contando ¿Vive contigo? –Levantó una ceja-

-Sí, se acaba de mudar. Oye... ¿Podrías quitarte de encima? –Dije percatándome que Castiel seguía sobre mí-

-Podría, pero no quiero –Sonrió-

-No seas estúpido, quítate ya –Le lancé una mirada de enojo-

-¿Por qué no me quitas tú? –Me miró a los ojos-

-Ya deja de jugar –Traté de empujarlo pero claro, soy demasiado débil-

-Tienes la fuerza de una niña de 5 años ¿No te da pena? –Rió-

-Tal vez, pero esto no me da pena –Levanté mi rodilla para golpearlo en su parte baja. Estar debajo de él tenía una que otra ventaja jiji-

-¿ESTÁS LOCA? –Se recostó a un lado de mí con ambas manos en su pantalón-

-Tú te lo buscaste –Dije mientras me sentaba-

-Eres una estúpida, en serio que dolió –Decía quejándose-

-No seas niña –Reí-

-En vez de burlarte deberías sobarme –Me miró-

-Puedes hacerlo tú solo –Sonreí inocentemente-

-Pero fuiste tú la que me golpeó.

-¿Dejarás de quejarte? –Me levanté-

-Que lindas piernas –Me sonrió pícaramente-

-Estúpido –Le di una patada suave-

-Basta de golpearme bestia –Dijo levantándose también- ¿Nos vamos?

-Te sigo –Sonreí haciéndole una seña con mi mano para que pasara-

-¿Y si te cubro los ojos de nuevo y te llevo de la cintura mejor? –Sonrió-

-Gracias, pero paso –Negué con la cabeza-

-Te lo pierdes –Rió, y luego comenzamos a caminar hasta llegar a la puerta de mi casa- Bueno, me voy.

-Oye espera –Lo tomé del brazo- Gracias por llevarme al parque Castiel –Sonreí-

-No es nada tabla, supongo que me divertí hoy –Sonrió también-

-Que lind...

-A pesar de que eres irritante, pero fue divertido.

-Idiota –Suspiré-

-Sabes que te quiero ¿No? –Me miró fijamente-

-¿Me quieres? -¿Te quiere? Decían todos mis pensamientos volando por mi mente-

-Sí, a veces te quiero lejos de mí, pero inevitablemente eres mi vecina –Suspiró-

-Eres un imbécil –Me volteé para abrir la puerta-

-Hey –Me agarró el brazo y me jaló suavemente hacia él-

-¿Qué? –Me puse frente a él-

-Soy un imbécil tienes razón, pero este imbécil de verdad te quiere –Me miró a los ojos-

-Hmm... -Me limito a responderle algo, estoy dudosa-

-Ven aquí –Me acerqué más, y este me besó la frente tiernamente- Te lo digo muy en serio.