Esta es una historia que se basa en el juego Corazón de Melón, el cual me gusta mucho por cierto jaja... Traté de mantenerme fiel a las personalidades y algunas de las frases de los personajes, subiré los primeros 3 o 4 capítulos a ver si les gusta...
-Hey, pensé que lo habías olvidado –Alexy ya estaba allí esperando-
-No lo olvidaría –Bueno tal vez sí, con lo distraída que estoy, pero por suerte no lo hice-
-Bueno, vamos –Caminamos hasta llegar a la cafetería, que estaba bastante cerca, tomamos asiento e hicimos nuestro pedido. Alexy pidió un capuchino y yo un latte, también pedimos una torta (O pastel) de chocolate para ambos-
-Que rico está esto –Dije comiendo un bocado de la torta de chocolate-
-¿Verdad que sí? Es increíble –Alexy igual- Oye, se me ocurre algo genial –Limpió el chocolate de su boca con una servilleta-
-Dime –Tomé un poco de café-
-¿Por qué no vamos todos a la playa? –Sonrió-
-¿Todos? –Dije confundida-
-Sí, todos, piénsalo, podríamos invitar a los del instituto y pasar un buen rato todos juntos.
-Mmm, bueno seríamos un grupo enorme eso sí –Reí-
-Pero sería muy divertido ¿No lo crees? –Su emoción se podía sentir hasta mi asiento jaja-
-Sí Alex, realmente sería divertido –Le sonreí-
-Muy bien, entonces serás tú quien me ayude a planear todo esto –Me extendió su mano para que la chocara con la mía- Ahora, pasando a cosas más serias, Nathaniel y tú están... ¿Saliendo?
-N-no no, qué estás diciendo –Casi escupo mi café-
-Lo siento es que hoy iba de camino al jardín y los vi juntos, pero tranquila... No escuché nada, me fui de inmediato –Viendo su rostro sabía que decía la verdad jiji-
-Bueno sólo estábamos hablando Alex, sólo somos amigos... -Suspiré recordando cuando Nath me besó, y yo que sigo sin saber cómo sentirme al respecto-
-¿Y tú...
-Hey chicos –Se acercó Iris a la mesa a saludarnos-
-Hola Iris –Sonreímos-
-¿Viniste sola? –Preguntó Alex-
-Sí, Violetta no pudo venir –Suspiró-
-Entonces siéntate con nosotros –Le señalé la silla libre-
-Oh, muchas gracias –Sonrió y tomó asiento, luego ordenó-
*Alexy le comentó a Iris su idea de la playa, y se veían ambos muy entusiasmados, la verdad sería muy bueno ir a la playa todos juntos, sería un ambiente diferente. Los 3 acordamos organizar bien todo, luego de terminar pagamos, nos despedimos y cada uno se dirigió a su casa*
-HEY TABLA –Ya casi entrando a mi casa escucho la voz de Castiel gritándome a lo lejos-
-¿Qué te pasa? Mis padres podrían escuchar estúpido –Le dije cruzándome de brazos cuando él ya había llegado a donde estaba-
-Relájate ¿Sí? Tus padres salieron hace un rato con los míos.
-Y tú... ¿Estabas esperándome o qué? –Alcé una ceja-
-La verdad no, pero ya que estás aquí me eres muy útil –Sonrió-
-Bueno, no estoy a tu servicio –Me volteé para abrir la puerta de mi casa-
-Oye, es una broma, de verdad te hace falta relajarte un poco –Rió- Y por suerte para ti, te voy a ayudar.
-¿Cómo? –Lo miré-
-Quiero que vengas conmigo, pero ponte esto –Me extendió una venda para los ojos-
-Estás loco –Negué con la cabeza-
-¿Podrías confiar en mí por una vez? –Se cruzó de brazos-
-Pff, de acuerdo –Suspiré- ¿Me ayudas a amarrarla?
-¿No puedes hacerlo sola? Hay que ver –Rió y luego me ayudó a amarrarla- Bien, vamos, te guiaré –Se puso detrás de mí y colocó sus manos alrededor de mi cintura-
-Hey hey hey, ¿Por qué tienes que guiarme así?
-Soy más alto que tú, debo ir aquí.
-Eso qué tiene que ver, puedes estar al frente.
-¿Te puedes callar y dejar de fingir que no te gusta? –Rió-
-Pfff, ¿Al menos puedo confiar en que mis zapatos no se llenarán de caca?
-Tal vez –Estoy segura que está sonriendo en este momento detrás de mí-
-¿Y puedo confiar también en que no me llevarás a tu habitación sin mi consentimiento?
-No seas estúpida –Rió- Si quisiera llevarte a mi habitación no tendrías vendados los ojos –Susurró en mi oído, lo cual me dio cosquillas ya que soy muy sensible allí-
-No me hagas eso –Tal vez se me había erizado la piel pero espero no lo haya notado-
-Deja de quejarte, ya estamos cerca –Caminamos unos 10 min aproximadamente, hasta que llegamos al lugar-
-... -Estando allí Castiel me quitó la venda-
-¿Te gusta? –Debe ser el parque que Castiel mencionó cuando nos conocimos- Te lo debía.
-Es hermoso –Sonreí- No pensé que lo recordaras –Lo miré-
-Yo tampoco –Se sentó en el suelo con la espalda apoyada en un árbol que estaba detrás-
-De todas formas, gracias por traerme aquí –Me senté junto a él- Pero... ¿Por qué me vendaste los ojos?
-Es la esencia de una sorpresa ¿No? Verla cuando sea el momento –Estaba mirando el cielo-
-Que lindo –Sonreí- Y pensar que el primer día que nos conocimos me cerraste la puerta en la cara –Reí-
-Parecías irritante –Me miró- Y si me preguntas, aún me lo pareces –Rió-
-Sin embargo me traes a este lindo lugar –Le saqué la lengua-
-Supongo que tengo paciencia suficiente para soportarte –Me miró a los ojos, y pude recordar cuando nos conocimos y su mirada me ponía nerviosa... Siempre ha tenido una mirada intensa-
-Soy yo quien tiene suficiente para soportarte a ti tonto –Le hice cosquillas-
-Oh, así que quieres jugar a eso –Me miró sonriendo-
-No no, sabes que soy muy sensible –Lo miré y me arrimé hacia atrás-
-Ya te lo buscaste, ven aquí cobarde –Me empezó a hacer muchas cosquillas. En un abrir y cerrar de ojos caí hacia atrás y Castiel quedó sobre mí-
-Oh, vaya... -Sonrió Castiel-
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-Sucrette... ¿Qué estás haciendo? –A un lado de nosotros estaba parado Kentin mirándonos-
-Ken... ¿Qué haces aquí?
-Quería asegurarme de que estuvieras bien. Parece que sí –Dijo con tono frío antes de irse-
-Maldita sea ¿Por qué siempre tengo que terminar metida en este tipo de malentendidos? Muy bien Sucrette, tienes la suerte del mundo pfff-