Cap.18

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-TÚ, PERRA –Ámber y sus amigas venían hacia mí. ¿Qué hice para merecer esto Dios?-

-¿Qué quieres? –Me crucé de brazos-

-¿Por qué llegaste sobre Castiel? ¿Quién te dio el permiso para que te sientas con derecho a acercarte a él?

-¿Permiso dices? ¿Y a quién debería pedírselo? –Reí-

-Claramente a mí, Castiel es mío grábate eso en la cabeza-

-¿Es tuyo? Ay discúlpame que pena... No le vi tu nombre por ningún lado cuando me cargo hasta el instituto –Le sonreí sarcásticamente-

-¿Te crees muy importante para él? A Castiel no le importas, está claramente jugando contigo, pero eres tan estúpida que no logras verlo, no le gustan las de... tu tipo –Me miró de arriba abajo-

-¿Y crees que las de "tu tipo" sí? Porque desde que estoy en el instituto no he visto que se acerque a ti ni una sola vez, ni siquiera para saludarte –Hice puchero-

-B-bueno, eso es porque él es discreto...

-Uff, yo diría que demasiado, hasta pareciera que te evita.

-Eso no es cierto.

-Entonces supongo que te pidió que fueras su pareja en la carrera de orientación ¿Cierto? Ah no... Espera, es verdad que tuviste que formar un grupo con tus amigas porque no tenías ningún otro compañero –Sonreí y comencé a caminar dejándolas atrás. Creo que por esta vez le di algo de batalla, puedo sentirme satisfecha-

-Wow Sucrette, las pusiste en su lugar –Dijo Violeta con su tímida voz-

-No sabía que estabas ahí Violeta –Hice un gesto de sorpresa-

-Lo sé, es que soy algo silenciosa, eres muy buena haciéndole frente a los demás –Sonrió tímidamente-

-Bueno Violeta, no puedes dejar que nadie te pisotee, y mucho menos alguien como Ámber.

-Es cierto... Aun así creo que tuviste mucho valor, no sé si yo hubiese podido hacer lo mismo en esa situación...

-Claro que podrías –Puse mi mano en su hombro y le sonreí amablemente-

-G-gracias –Lo que pareció subirle un poco la moral-

-¿Vamos a clases?

-Sí vamos –Violeta y yo comenzamos a caminar juntas hacia el aula y al entrar cada una fue a su asiento-

-Hola Nath –Lo saludé mientras acomodaba mis cosas-

-Hola Sucrette, no te había preguntado pero, ¿Te gustaron los chocolates? –Sonrió-

-Sí, estaban deliciosos, me encanta el chocolate –Dije feliz-

-Ya veo –Rió-

-¿Estás preparado para mañana?

-¿Para la carrera dices?

-Asentí-

-Sí, estoy bastante motivado –Sonrió-

-¿Y alguna pequeña parte de tu motivación me incluye? –Lo miré-

-...B-bueno Sucrette, yo –Se sonrojó-

-Tranquilo –Reí- Era una broma.

-No me hagas eso –Rió apenado-

-Lo siento lo siento –Me encogí de hombros-

-Pero hmm, me gustaría descansar más, tanto papeleo no me deja, pero ese es mi trabajo y tengo que cumplirlo –Suspiró cansado-

-¿Quieres que te ayude?

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