Cap.24

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-¡Sucrette! –Kentin estaba bajando la escalera, y realmente no podía creer lo que estaba viendo, él también tenía un conjunto igual, pero color gris.—

-¡Hey! –Lo señalé y él a mí, parecíamos ese meme de Spider-Man, tenía muchas ganas de reír.—

-Eres una copiona. –Negó con la cabeza, fingiendo indignación.—

-¿Yo? Ni siquiera te había visto en toda la mañana, es más, me levanté antes. –Posiblemente eso no era cierto, pero no importa.—

-Ay sí, claro. –Terminó de bajar las escaleras y se acercó a mí para hacerme cosquillas.— Copiona y mentirosa.

-No Kentin, por favor... –Comencé a reír y a suplicar.— ¡Papá, dile algo!

-Esa guerra no es mía. –Le dio un sorbo a su café conteniendo una risa.—

-Chicos, ¿Me ayudan a traer las cosas de la... –Frenó de golpe, mirando confusa la situación.— ¿Qué está pasando?

-Mamá, ayúdame. –Extendí mi mano dramáticamente hacia ella.—

-Voy a contar hasta tres, y si no están en la cocina para ayudarme, no hay desayuno. –Mamá quería poner su rostro más serio, y yo la conocía bien, no era en serio, pero Kentin sí lo creyó y eso fue suficiente para que me soltara y saliera corriendo a la cocina.—

-{Gracias mami}. –Reí por lo bajo, yendo a la cocina también.—

-Te salvaste, pero esto quedó pendiente, eh. –Me miró juguetón antes de irse con ambas manos ocupadas.—

•No me había dejado mucho que llevar, así que sólo tomé unos cuantos platos y los vasos. Los dejé sobre la mesa y fui a mi lugar.•

-Buen provecho. –Mencionó mi papá antes de comer.—

-Provecho. –Dijimos mamá, Kentin y yo al unísono.—

-¿Cómo les fue en la carrera? ¿Se divirtieron? –Preguntó mi mamá.—

-Sí, estuvo increíble. –Kentin sonrió feliz.—

-(De por sí la carrera no estuvo mal, lo único mal fue tanta interrupción en mi equipo). –Tomé un sorbo de jugo.— Pues sí, estuvo bien.

-Me alegra escuchar eso, imagino que habrán llegado muy cansados. –Comentó papá tras comer un bocado de la comida.—

-Bastante, tenían que ver la cara de Sucrette cuando llegamos, la tuve que cargar porque ya estaba por caer. –Ken rió leve.— Apuesto que se durmió antes que yo.

--Por un momento mi mamá me miró con algo de duda, sentí esos nervios dentro de mí otra vez, casi me atraganto con la comida.—

-No exageres Kentin, después de todo tomé una ducha relajante para descansar del todo. –Seguí comiendo, ya quería irme.—

-Eso está muy bien hija, y parece que te hizo bien, porque hoy despertaste reluciente. –Sonrió papá.—

-Gracias papá, aunque tenga parecido con otros, yo me distingo... –Metí un poco de comida a mi boca para no reír.—

-Qué bueno que aún queda gente modesta. –Comentó Kentin con sarcasmo, yo sólo le sonreí inocentemente.—

•Terminamos de desayunar y subimos rápidamente a cepillarnos los dientes para bajar de nuevo y emprender camino al instituto, en el trayecto Kentin sacó una bolsa de gomitas, realmente se veían deliciosas.•

-¿Por qué me miras así? ¿Se te antojaron? –Metió unas a su boca.—

-¿No vas a compartir? –Lo miré con gesto sorpresivo.—

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⏰ Última actualización: Mar 27, 2019 ⏰

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