LA BIBLIOTECA CAP VI

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Por la mañana, encontró una nota de sunmi en su mesa: «Ven a verme inmediatamente». Si su jefa quería hablar con ella, pensó __________, quizá el universo la estaba ayudando a resolver el dilema sobre si debía o no notificar «el incidente», que era como ahora lo consideraba.
Durante todo el trayecto en metro hasta el trabajo, había estado pensando si debería o no decirle a Sunmi lo que había visto en la cuarta planta el día anterior. Cuando el metro se detuvo en la parada de la calle Cuarenta y dos, había decidido que su responsabilidad era pensar en la biblioteca, por lo que tendría que notificárselo. Su única duda era cuándo y cómo abordar el tema. Pero el hecho de que la llamara a su despacho, sin duda facilitaría las cosas.

—¿Querías verme? —preguntó _________ desde la puerta. Sunmi estaba sentada a su escritorio, hojeando un ejemplar de Modern Bride. En su pantalla del ordenador, se veía un desfile de trajes de novia de Vera Wang.

—Sí —respondió—. Necesito que me acompañes a una reunión de los Young Lions. Conoces a los Young Lions, ¿verdad?

Cuando _________ negó con la cabeza, Sunmi suspiró.

—Forman parte de la sección de recaudación de fondos de la biblioteca. Es un grupo para asociados de entre veinte y cuarenta años. Te daré algo de información para que la leas. Pero lo más urgente que debes saber ahora es que patrocinan una gala de entrega de premios de ficción anual y que este año vamos retrasadísimos. El jurado está formado en parte por la junta de la biblioteca y en parte por el comité de lectura, que escoge a los nominados y al ganador.

—Creo que he oído hablar de eso —respondió _________, mientras se preguntaba cómo iba a cambiar de tema para hablarle de lo que había presenciado.


—Suponía que era así. En cualquier caso, necesito que tomes notas en la reunión. Tenía un estudiante en prácticas que lo hacía, pero se ha marchado, así que de momento tendrás que sustituirlo tú. Nos reunimos en la Sala de Juntas, en el segundo piso, a las diez.

_________ lo sabía todo sobre esa sala, una de las más opulentas de la biblioteca, pero no la había visto nunca y estaba emocionada por esa oportunidad que se le presentaba. Aun así, algo seguía empañando su ánimo.

—De acuerdo. Pero antes de la reunión, hay algo que quisiera comentarte...

—Ahora no, ________. Vamos.

Sunmi cerró la página web de novias y se colgó su bolso de Chanel del hombro.

_________ la siguió diligentemente por el pasillo. Su jefa no parecía tener ganas de hablar, por lo que ella la imitó y guardó silencio.
La Sala de Juntas no la decepcionó; con el suelo de madera de teca y la elaborada chimenea de mármol blanco, era la mismísima imagen de la elegancia. Una inscripción sobre la chimenea decía: LA CIUDAD DE NUEVA YORK HA ERIGIDO ESTE EDIFICIO PARA EL LIBRE USO DE TODOS MCMX.

Por encima de su cabeza, el techo en bajorrelieve tenía una forma ovalada, rodeada por molduras de color crema. Una enorme lámpara de araña de latón colgaba en el centro de la estancia e, incluso desde donde se encontraba, __________ podía distinguir unos leones y unas máscaras de sátiros talladas.

Tomó asiento a la oscura mesa de roble, debajo de la araña. Todas las butacas estaban ocupadas excepto una. Delante de cada uno de los asistentes había un cuaderno de notas, un lápiz al que le acababan de sacar punta y una botella de agua.

—Empezaremos en cuanto llegue Chanyeol—comentó una menuda mujer morena que se dirigió al grupo con una voz aguda similar a un gorjeo.

Mientras esperaban, Sunmi se inclinó hacia ________ y le dijo:

—Te presentaré cuando estemos todos. Estamos esperando al director de la junta—añadió Sunmi—. Ah, ahí está. Park Chanyeol

___________ siguió la dirección de su mirada hasta la puerta y casi se desmayó. Era el hombre del cuarto piso.


—Empecemos, entonces —anunció Park Chanyeol mientras tomaba asiento en la presidencia de la mesa.


Su oscura belleza parecía incluso más espectacular en el contexto de aquella sala. Con sus pómulos altos y aquel pelo glorioso, era como un anuncio andante de la colonia Polo, de Ralph Lauren.

___________ estaba sentada a mitad de la mesa, pero, de algún modo, sus oscuros ojos parecían centrados en ella.

Park Chanyeol

La colección Park.

_________ bajó la vista hacia su cuaderno de notas. Le ardía la cara.

—Chanyeol, antes de que empecemos...—intervino Sunmi, mirándola.

«No, no, no», pensó ella.

—Quiero presentaros a nuestra nueva bibliotecaria,

___________. Asistirá a la reunión y tomará notas.

—Bienvenida a bordo, ________—la saludó Chanyeol.

El sonido de su nombre en sus labios fue surrealista.

Sintió que el resto de la mesa la miraba, pero fue incapaz de formular una respuesta, ni siquiera un simple «gracias».

Lo que más la asombró fue que no vio ni rastro de vergüenza en él mientras la miraba, ni siquiera un vestigio de reconocimiento de que lo había pillado en aquella situación tan obscena.

Era tan guapo como el recuerdo que tenía de él, quizá incluso más. Su belleza de Adonis podría haber sido impersonal en cualquier otro pero aquellos ojos negros y su brillante pelo oscuro le añadían exotismo. Y había una energía en él, algo vibrante y vivo inconfundiblemente sexual.

Inició la reunión con el tema de la gala de los premios de ficción. Al parecer, durante los últimos once años, esos premios se habían otorgado en primavera, pero ese año los miembros de la junta de la biblioteca deseaban que la gala se celebrara en otoño, para así
inaugurar con ella la temporada e incrementar la recaudación de fondos. Por desgracia, ese cambio de última hora había desbaratado toda la agenda del comité organizador.

—Eso no nos deja tiempo para leer, para planificar... es un calendario imposible —se quejó una mujer.

—A los miembros de la junta les parece que el acontecimiento se desaprovecha si se celebra en primavera.

Las vacaciones de Acción de Gracias son una época del año en la que se hacen obras de caridad, se dan regalos y una celebración como ésa atraerá la atención hacia la biblioteca cuando más valiosa puede ser para ella.

—¿No puedes intentar hacerles entrar en razón? — preguntó alguien—. Tenemos centenares de propuestas de las editoriales. Más que el año pasado, cuando contábamos con el doble de tiempo. Es imposible dedicar el tiempo que necesitaría cada novela.

Chanyeol negó con la cabeza.

—Tendremos que lograrlo. Los que lo quieren así tienen la mayoría de los votos. La mesa se sumió en una enérgica indignación.

—Necesitamos más lectores —sugirió la mujer—.

Sunmi, vas a tener que encargarte de algunos de estos títulos.

—Me encantaría —respondió ella, aunque, por cómo agarraba el lápiz, _______ sospechaba que quería decir todo lo contrario.

—Todos sabemos que estás ocupada con la organización de la boda y que éste es un trabajo que requiere mucho tiempo —intervino Chanyeol. Luego, mirando a __________, añadió—: Creo que tendremos que reclutar a la novata para esto.

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