LA BIBLIOTECA CAP XXVIII

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A las seis y media, ________deslizó la tarjeta en la habitación 2020 del Four Seasons. Pero esa noche sería la única de las instrucciones de Chanyeol que seguiría. Dentro, el gélido aire acondicionado la hizo estremecer. Cerró la puerta a su espalda.
—¿Hola? —dijo, a la vez que entraba en el salón. Las flores cubrían prácticamente todas las superficies, rosas, orquídeas, calas, todas en jarrones de cristal tallado.
Por una vez no había asistenta/doncella esperándola para ayudarla a vestirse y eso fue un alivio. Quizá Chanyeol suponía que ya podía hacerlo sola.
Dejó el bolso Chanel en la banqueta color cereza de la entrada y se asomó al dormitorio. La enorme cama estaba llena de bolsas y cajas envueltas con lazos de todos los colores. ________ se dio media vuelta y regresó al salón. Se sentó en un sillón de ante y empezó a golpear el suelo con el pie con mal reprimida agitación.
Ahora todo empezaba a tener sentido. Sunmi arrebatándole de las manos la invitación de lalágrimas.
Cómo miraba a Chanyeol en las reuniones y cómo había ido mostrándose cada vez menos tolerante respecto a cualquier atención que Chanyeol tuviera con ella. Estaba claro que no sólo había tenido algo con Chanyeol, sino que, con o sin prometido, Sunmi aún sentía algo por él.
La puerta se abrió.
Chanyeol entro y su sorpresa fue evidente al encontrarla sentada en medio de la sala. El asombro en su rostro fue probablemente el primer momento de descuido que ________ vio en él y en otras circunstancias ese gesto con toda seguridad habría hecho que le cogiera aún más cariño. Pero no en ese momento.
—¿Por qué no estás vestida? —preguntó, más alarmado que irritado.
Claramente, fue lo bastante inteligente como para saber que algo iba mal.
—Estoy vestida —replicó y se levantó para atravesar la habitación y plantarse delante de él—.Y me voy. Sólo quería darte esto.
Le puso el colgante en la mano. Él bajó la cabeza y lo miró como si lo viera por primera vez.
—No lo entiendo —dijo.
—No, soy yo quien no lo entendía. No me di cuenta de que el colgante era algo común entre el personal femenino
de la biblioteca.
Sus ojos brillaron por la comprensión, pero igual de rápidamente le dirigieron una serena mirada neutra.
—Dudo que alguna de tus compañeras del mostrador de préstamos lleve esta cadena —afirmó.
—Ah, ¿no te has enterado? Ya no estoy en el mostrador de préstamos. He sido degradada al mostrador de devoluciones. Al parecer, mi jefa no está demasiado contenta conmigo últimamente. ¿Tienes alguna idea de por qué podría ser?
—Parece que tú sí. Así que ¿por qué no dices simplemente lo que tienes en la cabeza, ________?
—¿Por qué no me dijiste que te habías acostado con Sunmi?
—No hablo de ex amantes. Y fue hace mucho tiempo.—¡Maldita sea, Chanyeol! No puedo creerlo. Me siento
tan estúpida... —Sintió que los ojos se le llenaban de lágrimas y se dio la vuelta para que él no pudiera verlas—.Estuvimos en la cama hablando durante horas anoche y, aun así, no sé por qué, ¿no pensaste en mencionar esto?
—No tiene absolutamente nada que ver contigo, _______—insistió él, a la vez que le apoyaba una mano en el hombro.
Pero ella no se dio la vuelta. En lugar de eso, mantuvo
los ojos fijos en las ventanas, desde las que podía verse el centro de la ciudad.
—A mí no me lo parece —susurró.
—Fue hace mucho tiempo, ________. Y fue algo breve.—¿Estabas enamorado de ella? —preguntó en voz baja.—Nunca he estado enamorado. Todo esto no tiene nada
que ver con el amor.
Las lágrimas surgieron más rápido, más de lo que ella tardaba en enjugarlas. El cuerpo empezó a temblarle por el esfuerzo de no llorar. Cogió el bolso y pasó por su lado en dirección a la puerta.
El sofá de Kristal estaba lleno de pañuelos arrugados y empapados.
—Lo siento —lloró _______—. Estoy dejándolo todo hecho un desastre.
Cogió el último pañuelo de la caja.
Kristal se dirigió al armario del pasillo y sacó otra caja nueva.
—Sólo necesitas verlo objetivamente. ¿Qué te dije desde el principio? Diviértete y no le des más vueltas. Mira, ahora tienes ropa fantástica. Y joyas. No puedo creer que le devolvieras el colgante.
Ella negó con la cabeza.
—No puedo divertirme si no hay nada más, si no tiene sentido. ¿Puedo preguntarte una cosa? ¿Qué pasó contigo y ese tipo que te gustaba de verdad? ¿Rob?
—Oh, eso. —Kristal se soltó el pelo, se lo retorció y volvió a recogérselo de nuevo antes de hablar—: Él no quería tener una relación «exclusiva». La cuestión es que al principio lo pasé mal pero luego pensé que la mejor forma de enfrentarme a ello era manteniéndome ocupada.
—Con otros chicos.
—Bueno, sí. De esa forma no pensaba en él ni estaba demasiado necesitada. Cuando estaba con otros chicos, no me preguntaba dónde estaría Chen o qué haría. Al menos, no tanto como lo habría hecho si me hubiera quedado sola en casa. Pero entonces él descubrió lo de Kai y lo de ese otro tipo y se cabreó muchísimo.
—Pero ¿él sabía que estabas viendo a otras personas? —______ decidió ser eufemística en vez de ser más exacta y preguntarle: «¿Sabía que te estabas acostando con un chico diferente cada semana?».
—Sabía que, en teoría, yo podía ver a otros chicos, así es como él quería que fuera nuestra relación. Pero cuando se dio cuenta de que lo estaba haciendo realmente, se volvió loco. Aunque él se estaba tirando a esa chica, Amanda Donovan, que mi amiga Sherry conoce por Spence. —Eso es hipócrita —afirmó _______.
—¡Totalmente! Los hombres pueden repartir golpes a diestro y siniestro pero no recibir. Así que se puso hecho una furia y me dijo que se había acabado.
Sonó el interfono.
—¿Has pedido algo para comer? Porque me muero de hambre —preguntó Kristal.
—No —respondió _______—. No he pedido nada.—Y luego, al percatarse de que probablemente sería Chanyeol, le dijo rápidamente—: No contestes.
Kristal asintió despacio mientras seguía la dirección de sus pensamientos.
—Entonces, ¿no estás? —preguntó, mientras se acercaba al interfono.
—Exacto. No estoy —asintió ______—. De hecho, ninguna de las dos está.
Su compañera levantó los pulgares y le dio la espalda al interfono. Volvió a sentarse en el sofá.
Pero entonces llamaron a la puerta. Las dos se miraron.
—¿Qué coño? —articuló Kristal sin emitir ningún sonido.
—Alguien le ha abierto —susurró ella.
—Sé que estás ahí, _______—gritó Chanyeol desde el pasillo. Su voz sonó fuerte, pero calmada.
Ella se metió debajo de la mesa del comedor.
—¿Qué demonios haces? ¿Es que tiene visión de rayos X? Vete a tu habitación. Le diré que estás durmiendo.
________ se fue corriendo a su habitación y cerró la puerta. Luego apoyó la cabeza en ella y pegó la oreja derecha a la madera, pero apenas pudo oír nada, porque las paredes eran macizas. ¡Malditas construcciones anteriores a la guerra! Un fuerte golpe en la puerta la hizo echarse hacia atrás de un salto.
—______, no me voy a ir hasta que hables conmigo. ¡Maldita compañera de piso! ¿Cómo podía ser tan fácil de manejar?
Abrió la puerta de su dormitorio. Chanyeol entró como si hubiera estado allí decenas de veces. Al parecer, era la única que estaba desconcertada al verlo en su apartamento. De hecho, le parecía que estaba soñando despierta.
Él cerró la puerta y ella recuperó el equilibrio sentándose en la cama individual.
—Este sitio es diminuto—comentó él. Ella asintió.
—________, escúchame. Lo que pasó con Sunmi fue hace mucho tiempo. Ahora está prometida y va a casarse. Ya lo sabes.
Ella volvió a asentir.
—Supongo que pensé... Para mí esto es tan intenso...
Supongo que pensé que era especial. No sabía que lo hacías con todas.
La idea de Sunmi en su apartamento, de Chanyeol atándola, tocando su cuerpo desnudo... de ella tocándolo a él la asqueó.
Se levantó y le dio la espalda pero él le apoyó las manos en los hombros, la hizo volverse con delicadeza y sentarse en la cama, a su lado. Luego la rodeó con un brazo.
—________, el modo como estamos juntos, las cosas en las que te he introducido, no son exclusivas de nosotros. Así es como soy sexualmente. Y he conocido a otras personas, mujeres, que son como yo. Existe una especie de comunidad —le explicó.
—Una comunidad —repitió _______.
—Sí, a falta de una palabra mejor. Conocí a sunmi a través de un amigo que sabía que también le iba esto.
—¿Qué quieres decir?
—Me refiero a que no a todas las mujeres con las que estoy las introduzco en esto. He conocido a algunas que conocen su papel como sumisas, tienen sus límites establecidos y entramos en una dinámica fácil que nos va
bien a ambos.—¿Sunmi?
________ intentó visualizar a su dominante jefa, arrogante e irritable de sumisa en el dormitorio. Sólo podía imaginarla blandiendo el látigo, no inclinándose ante él.
—Sí. Nos conocimos a través de un amigo común, nos divertimos y después seguimos siendo amigos.
—Amigos —repitió ______, aturdida.
—Sí. Creo que estar conmigo, ver mi interés por la biblioteca, hizo que aceptara el trabajo.
______ apenas podía procesar la información. Era como contemplar toda su vida en Nueva York a través de un caleidoscopio que lo convertía todo en un millón de fragmentos de color.
—Cogió el trabajo por ti —dijo.
—No, por mí no. Estaba buscando algo que hacer después de que desapareciera su puesto en Ralph Lauren. Yo sabía que necesitaban a alguien en la biblioteca...
—Bueno, eso explica muchas cosas —comentó _______. Chanyeol  no picó el anzuelo, aunque si lo hubiera hecho, le habría dicho que era evidente que a Sunmi le daban igual los libros o la biblioteca, que para ella era un mero pasatiempo hasta la boda o hasta que le saliera otra cosa.
Y entonces le vino otro pensamiento a la cabeza, uno doloroso que la impulsó a hacer una pregunta cuya respuesta no deseaba saber realmente.
—¿La fotografiaste alguna vez? —preguntó en voz baja. Chanyeol  la miró directamente a los ojos.
—Sí —respondió.
_______ hizo una mueca de dolor, como si la hubiera golpeado. Así que habían hecho algo que ella, _______, no había hecho, no podría hacer, con él. Puede que su relación física formara parte del pasado, pero Sunmi siempre la superaría en eso. A la vez que lo pensaba, a la vez que ya sufría por ello, sabía que era irracional. Pero no pudo evitarlo.
—¿Le diste por el culo? —preguntó.
—No digas cosas así. No suenan bien viniendo de ti. 
—¿Lo hiciste?
—No —contestó.
Se sintió aliviada. Y fue entonces cuando se dio cuenta de que todo aquello no podría ser nunca sólo diversión para ella. No sería capaz.
________, escúchame. He estado fotografiando a mujeres desde que tengo diecisiete años. He estado acostándome con mujeres desde los quince. He tenido infinidad de amantes, algunas habituales, a otras las conocí a través del mundo BDSM, donde uno se... implica más.
Pero nunca he sentido con nadie lo que siento cuando estoy contigo. Nunca he introducido a nadie en este mundo.
—¿Por qué no?
—No he querido. Y, al principio, cuando te vi, tampoco planeé hacerlo contigo. Pensé que eras preciosa y que parecías un poco perdida y, no quiero ser grosero, pero tuve un intenso deseo de conseguirte como una conquista. Sin embargo, luego, cuando hablé contigo aquel día después de la reunión de los Lions, supe que no me bastaría con eso.
Ella respiraba de prisa y sintió que las lágrimas volvían. —¿Y ahora qué? —preguntó.
—Ahora vuelves al Four Seasons conmigo y continuamos con nuestra noche.
Se levantó y se dirigió al tocador mientras jugueteaba con una horquilla del pelo.
—Me refiero a que ¿adónde nos lleva todo esto? Mi jefa me odia cada vez más, así que el trabajo es un desastre. Y nosotros seguimos con nuestra relación física hasta que alguna nueva conquista te llame más la atención y yo me quede... destrozada.
—_________, ¿a qué viene todo eso? ¿Las cosas están realmente tan mal en el trabajo? Hablaré con Sunmi.
—¡No! —gritó, a la vez que se daba la vuelta—. No. No
hagas nada.
—Sunmi es sólo una amiga. No he estado con ninguna otra mujer desde nuestra primera noche juntos.
—¿No? —Lo cierto era que su ingenuidad llegaba a tal punto que ni siquiera se le había pasado por la mente la idea de que pudiera estar viendo a otras mujeres.
—No —repitió, como si ese hecho lo asombrara—. No puedo. No quiero hacerlo. Y eso no me había pasado nunca antes—añadió—. ¿No ves lo obsesionado que estoy contigo? De acuerdo, la mecánica de lo que hacemos en mi apartamento, en esa habitación, no es exclusiva de nosotros. Pero como me siento respecto a ti, sí.
Ella asintió, intentando procesar todo lo que estaba diciendo y reconciliarlo con sus propias dudas e inquietudes. Y por mucho que deseara hacer lo que él sugería, irse juntos y continuar con su noche, no podía.
—Creo que tienes que irte. —¿Por qué?
—No puedo seguir haciendo esto —contestó. Y empezó a llorar suavemente.
—_______—insistió él—. No tienes que hacer nada. Pero no voy a marcharme.
Lo miró asombrada. Apretaba la mandíbula, pero sus ojos la miraban con ternura.
—No te he invitado a que te quedes —replicó.
—Vale, te preguntaré si puedo quedarme. Ni siquiera tenemos que hablar si no quieres.
Esbozó una sonrisa vacilante. Ella se resistió al impulso de devolvérsela.
—Yo sí quiero hablar —dijo—. Pero de cosas que sean reales. Este asunto de Sunmi hace que me pregunte cuánto más no sé de ti.
—_________, esto es lo único que necesitas saber de mí: me tienes completa y totalmente encandilado.
No pudo evitar que se le escapara una pequeña sonrisa, muy pequeña.
—¿Encandilado? Creo que no había oído a nadie usar esa palabra.
—No sé de qué otro modo describirlo —reconoció—.Normalmente, consigo mantener mi vida muy compartimentada. Tengo mi trabajo y mis amigos y también mi vía de escape sexual. El sexo es sólo sexo. Pero contigo es diferente. Pienso en ti todo el rato. Estaba intentando fotografiar a una mujer por trabajo el otro día y en lo único que podía pensar era que si fueras tú, lo haría en blanco y negro y te echaría el pelo hacia atrás para que tus grandes ojos dominaran la imagen. Estoy impaciente por ir a las reuniones de la biblioteca sólo para verte al otro lado de la
mesa en la sala de la junta. Siempre estás conmigo, ________. Y sigo pensando que si te follo una vez más o hago una cosa más contigo, quedaré satisfecho. Pero nunca tengo bastante de ti.
—Lo dices como si fuera algo malo —observo ella. —No es que sea malo, es que no es lo que quiero. Sintió una desagradable sensación en el estómago. —¿Qué quieres?
—¿Sinceramente? Sólo la parte del sexo. Sólo... sexo sin complicaciones.
_______ asintió despacio, intentando no perder la calma. —Eso no va a funcionar para mí —admitió.
Chanyeol la abrazó y esa ternura hizo que le resultara imposible contener las emociones. Lloró y él la estrechó más fuerte.
—Deja que me quede contigo esta noche —le pidió al cabo de un rato.
______ asintió contra su hombro, empapándole la camisa con sus lágrimas

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