Capítulo 21

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Justo cuando iba a responder,mi hermana Marta me corta.

-Bueno, os hemos reunido aquí porque Raúl y yo vamos a anunciaros algo importante.

Los dos se miran sonriendo.

-Nos vamos a casar- dicen al unísono.

Todos le damos la enhorabuena junto a muchos abrazos y besos. Después, empiezan a bendecir la mesa mientras yo miro el móvil.¿De verdad creen que voy a poner a decir palabrerías que ni yo me creo? No creo en Dios y nadie me va a obligar que creer.

-Ana, si sigues así iras directa al infierno.- dice mi madre.
-Mejor Amanda, mejor.- dice mi padre

Que mi padre me halla soltado eso, me ha demostrado que clase de gente son.

-¿Sabes papá? Me alegro mucho de ir al infierno, así no estaré con vosotros.

Todos me miraron muy sorprendidos.

-Lo mismo puedo decir Ana. Ha decir verdad, bastante te hemos aguantado.- dice mi padre.
-Sabía que tenía que haber abortado.- dice mi madre en bajito, aunque todos la hemos escuchado.

Me levanto y me voy fuera del restaurante, con lágrimas en los ojos. Veo un taxi, me meto dentro y me lleva a casa. Llego después de 20 minutos y entro en casa. Cojo la cartera y el móvil de Frank,lo meto en mi mochila y voy a su casa.

Llego y toco a su timbre, él me abre y automáticamente, le abrazo mientras lágrimas me caen. Él al verme así, me abraza fuerte con su brazo bueno. Victoria me ve así y corriendo me abraza. Me hace sentarme en el sofá y explicarle que ha pasado. Se lo explico entre sollozos y los dos se sorprenden.

-Te has pasado Ana, pero tu madre... tu madre si que se ha pasado.
-Créeme que me ha jodido eso, nunca lloro. Nunca he llorado delante de nadie.
-Tiene razón.- dice Frank, que me abraza por la espalda.

Los dos me abrazan fuertemente y me dan ánimos. Es lo único que necesito ahora,cariño. De pronto, una rabia muy fuerte inunda mi cuerpo. Necesito pegarle a algo,pero tengo que aguantarme. No quiero romperle la casa a Franki. Empiezo a notar mis párpados pesados y los dejo caer, quedándome dormida en el momento.

Despierto aturdida y con un poco de dolor de cabeza, debido al llorar. Veo que estoy en una habitación, no es la mía. Rayos de sol se asoman por la ventana que hay a mi izquierda. Me levanto, llevo la ropa de ayer, y salgo. Un delicioso olor inunda mis fosas nasales y sigo éste. Llego a la coxina y veo a Frank haciendo unas tortitas y café. Está tan ocupado que ni sabe que estoy aquí. Me acerco por detrás y lo abrazo,creando que pegue un bote.

-¡Por fin te asusté!- digo victoriosa y feliz.
-Y yo que pensaba que nunca lo conseguirías.

Se da la vuelta y nos besamos mientras él pone su mano buena en mi cintura y yo mis manos en sus hombros.

-¿Qué tal has dormido princesa?
-Muy bien la verdad.
-Me alegro, anoche te dormistes enseguida.
-Suele pasar cuando alguien llora,que entre sueño.
-Es lo normal,sí.

Nos besamos de nuevo y luego sigue haciendo las tortitas. Aunque le acabo ayudando, con una mano es difícil.Terminamos de preparar el desayuno y nos sentamos a desayunar.

-¡Me acabo de acordar,tengo instituto!
-No hay hoy.
-¿A no?
-Se me olvidó decirte que hoy era fiesta.

Empiezo a pesar y me acuerdo.

-Aaah vale, ya sé.
-Pero mañana si hay.
-Que pena...
-Jajajaja...si es que eres más vaga para estudiar...
-No tienes ni idea hasta que punto.

Me como una de mis diez tortitas y tomo café.

-Para haberlas hecho con una mano,están muy buenas.
-Gracias.

Mi profesor de Historia [EN EDICIÓN]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora