Parte once: 12. Soy yo

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Parte once: 12. Soy yo

Kyungsoo necesita cafeína. Después de una tediosa reunión con los arquitectos representantes del alcalde para que su contrato de programa de vivienda se mantenga, definitivamente necesita cafeína.
Ha salido temprano y, al regresar, tendrá que terminar todos los trámites con Jongin para que sea legalmente el vicepresidente.

Después de comprar un expresso en la primera cafetería que encontró, Kyungsoo se sube al auto y recibe una llamada de Chanyeol. Conducía mientras hablaba por manos libres, explicándole a su amigo lo que tenía que hacer y a qué hora podían encontrarse para planificar lo de los proveedores. También tendría que explicarle algunas de las responsabilidades a Jongin. El chico había trabajado antes en la empresa, pero su actual puesto era algo totalmente diferente. Tenía su confianza total en la capacidad de Jongin.

–No voy a permitir que me impongan condiciones no acordadas, Kyungsoo. Una cosa es llegar a un acuerdo, otra es que quieran abusar de nuestra buena disposición. Los precios que quedamos son los que se deben mantener– indignado, el gigante expone su punto de vista, Kyungsoo asiente con la cabeza.

–Bien, hay que hacerles saber eso de la manera más diplomática posible. Si no quieren ceder, acaba con el trato. Tengo varias propuestas de proveedores de todas formas.

–Está bien, entonces los citaré para esta tarde, espero que las cosas no se pongan feas.

–Lo sé, pero afortunadamente sabes como manejar a estas personas. Si piensan que.... ¡pero que...! ¡Demonios!– el sonido de los frenos del auto de Kyungsoo y su repentino grito alertó de inmediato a Chanyeol.

–¿Kyungsoo? ¿Kyungsoo? ¡Responde! ¡Estás bien!

–¡Carajo...!–exclama de inmediato y su amigo empieza a alterarse al otro lado de la línea.

–¿Qué pasó, Kyungsoo? ¡Maldición, responde!

–Una persona se cruzó por mi camino... creo que lo golpeé... te llamo después.

–¿Qué? ¡Kyungsoo! ¡Kyungsoo!

A pesar de caos que provocaría al estacionarse mal en una calle tan transitada, Kyungsoo dejó su manos libres y se bajó del auto totalmente preocupado. Estaba correctamente avanzando con luz verde por su carril, cuando un peatón imprudente se cruzó y desapareció frente a su vista. Con buenos reflejos, Kyungsoo frenó a raya, pero tenía que asegurarse de que estuviera bien.

–¿Estás bien?– pregunta al acercarse, mucha gente también se aproxima para averiguar que pasó.

–S-sí...– el muchacho alza la vista y la preocupación de Kyungsoo se esfuma. Es el chico, el pandillero que se acercó a él en la universidad.

Esto no había sido un accidente.

–¿Qué pasó?– pregunta alguien, sacando a Kyungsoo de sus pensamientos.

–Fue mi culpa– respondió enseguida el chico. –Crucé la calle sin fijarme en el semáforo, estaba revisando un mensaje. Por suerte no fue nada grave.

–¿No estás herido?– quiere saber de todas formas, nunca se sabe.

–Por la caída me duele un poco mi pie, pero no puede ser nada grave. Agradezco mucho que haya frenado a tiempo– el chico está temblando, está con mangas largas y no se pueden ver los tatuajes en sus brazos, parecería un total e inocente chico si no fuera por la cantidad absurda de piercings en su rostro.

–Entonces llamaré a una ambulancia, para que te revisen y confirmar que todo está bien.

–No es necesario– insiste tercamente. –No es nada, sólo me fui para atrás al escuchar los frenos de su auto. Será una pérdida de tiempo y dinero, no se preocupe.

Manico(mío) (Kaisoo)Where stories live. Discover now