D O S

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El sonido de un piano lo despertó.

Unas notas suaves llenaban la casa. Recordó en donde estaba y con quien estaba, y rápidamente bajó de la cama para buscar a su pequeño sobrino, no es como si este fuera problemático, pero un niño es un niño y esta no era su casa ¿qué pasaria si Sanha terminara rompiendo algo realmente caro?

Al salir del cuarto se dirigió al lugar donde provenía el dulce sonido. El cual era un estudio, en una esquina se encontraba un piano de cola negro, donde estaba Yoongi con Sanha sentado en su regazo ya que este no alcanzaba a tocar bien las teclas del piano si se sentaba en el banquillo.

Tal imagen provocó ternura a Jimin. Yoongi tocaba un par de notas para luego Sanha repetirlo, aunque lo hacia un poco lento, o cambia una nota por otra, pero sonaba estupendo.

—Tío Minnie, Hyung me esta enseñando a tocar piano. —Habló el pequeño, sacándolo de sus pensamientos.

—Lo haces muy bien Sanha. No sabia que tocabas el piano jef... Digo, Yoongi.

—Lo hago, aun que no lo toco muy seguido por el trabajo. —respondió, fijándose en el cabello desordenado de Jimin, tenia sus ojos un poco hinchados, y es que no era raro si te pasas buena parte de la noche llorando. —¿Cómo amaneciste?

—Ugh... Cansado. Y siento como si me fuese explotar la cabeza.

—Puedes seguir durmiendo, le prometí a este pequeño que después de desayunar iríamos a nadar. —con cariño revolvió el cabello rubio de Sanha mientras este sonríe asintiendo con la cabeza como respuesta.

—Oh, no. No hace falta, ya me has ayudado mucho. Siento como si estuviera abusando de ti. Yo me iré para que no te molestemos mas.

—¡NO! ¡Yo quiero nadar con Hyung! —gritó Sanha cruzándose de brazos haciendo un puchero terriblemente adorable.

—No le puedes decir no a esa carita. Vamos Jimin, si quieres te presto una de mis pantalonetas para que nos acompañes.

—¡Siiii! Vamos tío Minnie. Quiero que me subas en tus hombros como lo hace papá. —Y eso fue lo que remato para que Jimin aceptara. Aun no le decía al pequeño sobre su padre, no era capaz de darle semejante noticia al adorable Sanha.

—Esta bien. Espero que no te moleste Y-yoongi. —Habló un poco apenado. Aun se le hacia raro llamar a su jefe tan informalmente. En cambio a Yoongi le encantaba como sonaba su nombre en los labios de su subordinado y mas si lo decía de una forma tímida ¡lo hacia ver mas adorable!

—Al contrario. Casi nunca tengo visitas, a veces me siento un poco solo. Me alegra que estén aquí.

Y así, después de desayunar, se fueron juntos a la hermosa piscina. Jimin obligaba a Sanha que se aplicara bloqueador mientras que este se movía como una lombriz para no tener esa pegajosa crema blanca en su cuerpo. Yoongi inflaba una pelota para jugar, era gracioso ver como Jimin quedaba mas embarrado de bloqueador que Sanha.

—Bien, vamos a darnos un chapuzón— Sanha emocionado tomó la mano de Yoongi sabiendo lo que venia.— A la una... A las dos.. ¡Y a las tres!—. Los dos corrieron hacia la piscina ingresando con un salto en ella. Cuando salieron a la superficie, los dos rieron al ver que Jimin estaba empapado aun sin meterse a la piscina.

—Tío Minnie ¡ven! —Gritó Sanha moviendo sus brazos mojando aun mas a Jimin, Yoongi lo ayudó tirando agua con un brazo mientras que con el otro cargaba a Sanha ya que este aun no sabia nadar.

—Esta bien, voy voy.

Yoongi no pudo evitar abrir su boca cuando Jimin quitaba su camisa muy lentamente. Sabia que Jimin tenia buen cuerpo; cuando se quitaba la chaqueta del traje en el trabajo se podía notar, pero no lo imagino así.  Su abdomen estaba formado, se podía notar los huesos de las clavículas dandole un toque mas sexy, sus brazos eran gruesos pero sin exagerar, ¡y su piel! Esa bronceada piel que daban ganas de pasarle la lengua... Ok, tenia que calmarse.

Cuando Jimin entró a la piscina Sanha estiró sus brazos para que lo recibiera. Yoongi fue en busca de la pelota diciendo mentalmente que se calmara. Fueron a la parte menos onda de la piscina para que el menor pudiera tocar el suelo.

Luego de un par de horas donde se la pasaron jugando y riendo, el celular de Jimin comenzó a sonar.

¿Hola?

Hola, ¿habla Park JiMin? 

—Si.

Le hablamos del hospital central, tenemos noticias su hermano. No seria oportuno dárselas por teléfono así que si lo desea...

—Sí, no importa. En seguida voy para allá. Muchas gracias por avisarme. —interrumpió a la mujer ansioso por escuchar esas noticias.

Muy bien, que tenga un buen día. —se despidió de la mujer y colgó. Su corazón comenzó a latir rápidamente. ¿Y si era algo malo? Su hermano no podía dejarlo solo, no podía dejarlos solos.

—Jimin, ¿Estas bien? —preguntó Yoongi, secando su cuerpo con una toalla.

—Me llamaron del hospital, dijeron que tenían noticias sobre mi hermano.

—¿Esta bien?

—No... No lo sé, me dijeron que tenia que ir. Yo...

—Esta bien, tranquilo. Llévate mi auto para que llegues mas rápido. Yo cuidare de Sanha mientras vuelves. —llevó su mano al hombro de Jimin dandole una sonrisa tranquilizadora.

Jimin no pudo negarse, necesitaba ver a su hermano, saber como estaba  lo mas pronto posible. Un pequeño "gracias" salió de sus labios para luego ir corriendo a ponerse su ropa. Tomó las llaves de donde le había indicado Yoongi y se despidió rápidamente  de su sobrino y su jefe. Sus manos sudaban, pisaba el acelerador con algo de fuerza y maldecía cuando se encontraba con un semáforo en rojo. 

Por alguna razón, tenia un muy mal presentimiento.

Lucky [YoonMin]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora