Lucky [YoonMin]

Q U I N C E

Varios días pasaron, ya que una semana no bastó para todo el trabajo que tenían en Estados Unidos, así que las cosas habían cambiado un poco.

Jungkook, Sanha y Taehyung tenían un cuarto en el hotel para ellos solos. Allí jugaban, dormían y practicaban para los 5 comerciales que hicieron juntos. Al final el contrato se realizó y los 3 menores realizaron varios videos en donde mezclaban comedia y el talento de sus voces. 

Por esa razón Yoongi y Jimin dormían juntos cada noche... aunque, lastimosamente no pasaba nada. Los dos adultos llegaban tan cansados que inmediatamente se quedaban dormidos. Ninguno de los dos había tocado el tema de su relación o lo que serian en un futuro, a pesar de que los gestos entre ellos cambiaron a ser mucho mas cariñosos como darse pequeños besos en la mejilla dando los buenos días o las sutiles caricias que se daban en la mano del otro cuando nadie los veía.   

—Buenos días Jiminnie— sonrió Yoongi estirándose en la cama viendo como su asistente terminaba de peinarse. 

—Buenos días hyung— respondió, no sin antes acercarse a su mayor y dejar un piquito en su mejilla.

Yoongi podría despertar así el resto de su vida, con las mejillas de Jimin de un tono rosa pálido dandole suaves besos de buenos días. El día estaba soleado y se escuchaba el suave cantar de los pájaros. Nada podía quitarle la sonrisa de su rostro... o eso creía. 

—Hyung, apúrate. El vuelo sale a las seis. Tenemos que empacar todo.

Y sí, eso le quitó la sonrisa. ¿De verdad tenían que volver a Corea cuando tenia en frente suyo la mejor vista de todas? y no, no se refería a Jimin en esos ajustados vaqueros... que resaltaban sus hermosos muslos y... bueno, ¿a quién le iba a mentir? Jimin en ese pantalón se veía hermoso. 

—No quiero— habló con un mohín, se estaba volviendo natural hacerlo solo con Jimin. 

—Vamos Hyung, levántese— El menor se acercó a la cama con la intención de sacar a su mayor de esta. Debian empacar todo y estar en el aeropuerto a tiempo.

Un juego comenzó entre los dos donde uno jalaba las sabanas y el otro se revolcaba para que las calientes cobijas no dejaran su cuerpo. Pero resulta que Jimin es mucho mas fuerte, así que el pálido quedó expuesto... así como un bulto entre sus piernas. 

¿Y-yoongi tenia una erección?

Los dos miraron el bulto para luego verse a los ojos avergonzados, sin saber que decir. 

—Hyungs, adivinen quién se va a Corea con ustedes—gritó Jungkook entrando por la puerta con lo que parecía ser un tíquet de avión. 

El menor de cabello azabache se dio cuenta del ambiente entre los dos

—Hmm. ¿Interrumpo? ¿Por qué los dos están tan rojos?

Así, un Yoongi se fue corriendo para el baño a darse una ducha con agua fría. 

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—Bien. Veamos... regalos para Jin, Luhan, Namjoon, Jennie y Hoseok. —esperaba que no se le olvidara nadie, ya que su familia y amigos siempre lo obligaban a comprarle regalos cuando viajaba a alguna parte.

Salió de la tienda del hotel y caminó a la sala de juntas. Ese hotel era inmenso, por eso siempre lo escogía, ya que tenia todo incluido. En medio del pasillo se encontró con su padre mirando hacia todos lados.

—¿Papá? ¿Qué haces aquí? —preguntó acercándose al hombre canoso

—Oh Yoongi, Este hotel es gigante. Iba para el cuarto. 

—¿De dónde venias padre? —negó con la cabeza riendo—. Los cuartos están del otro lado. 

Los dos comenzaron a caminar al lado contrario. Se le hacia un poco extraño, aunque el hotel fuera enorme, era muy fácil ubicarse.

—Yoongi, yo te quería hablar de algo.

—Te escucho. —respondió, mirando con curiosidad al hombre.

—Bueno, ¿Te había dicho que me enamoré de tu madre cuando tenia tu edad?

—No, en realidad no. —respondió vacilante. ¿Qué con ese tema?

—Bueno, lo hice. En el momento que la vi, supe que ella seria la persona que me iba a acompañar en los buenos y malos momentos. Nos casamos, y al año...

—Nací yo...—rió Yoongi, ya que sonó igual que un alumno pequeño completando la frase de una maestra

—Exacto. 

Sonrió, los dos siguieron caminando dejando un silencio cómodo entre los dos. Pasaron cerca de la piscina y allí estaba Jimin intentando sacar a Sanha del agua.

—Jimin... es un buen chico. —afirmó el hombre, deteniendo sus pasos para observar la escena del asistente de su hijo. 

—Lo es. 

Yoongi miró al mismo sitio y como si el de cabello castaño supiera que alguien lo observaba, levantó su rostro. Los dos se miraron e inmediatamente una pequeña sonrisa apareció en el rostro de ambos. 

—Le quieres mucho, ¿verdad? 

El peligro se quedo estático... Su padre...No.

Era imposible, ¿cómo podría él saber?

—Sabes que... ¿así mismo nos mirábamos tu madre y yo?

—Papá, yo...

El hombre rió, se le hacia gracioso ver a su hijo nervioso. 

—Te conozco Yoongi, nunca habías dejado entrar a alguien así a tu vida.—acarició los oscuros cabellos de su hijo—. La forma en que lo miras, en como le hablas. No es que fueras muy obvio... solo te conozco. 

Yoongi se quedo helado, no hacia otra cosa más que mirar el piso avergonzado porque ¿qué sentido tenia negarlo? era su padre, una de las únicas personas que no le podía mentir. 

—Esta bien, hijo. No tienes porque sentir avergonzado. Sabes lo mucho que te amo ¿cierto?

—Sí. 

—Bien, ahora ve con él. Iré a ver que está haciendo tu madre.

El hombre comenzó a caminar hacia las habitaciones. 

—¿Papá?—llamó 

—¿Sí?

—Te amo.

Y el mayor sonrió.