La Continuación (Vida Después De Violetta 3) PARTE 2

MEJORÍA (CAPITULO .253.)

Después de ducharme Bel se empeñó junto con Carmen en que comiese algo y aunque al principio no quería luego agradecí meterle al estómago algo caliente, pero en cuanto acabé le dije a Lucas que me llevase de nuevo con mi princesa.

(EN EL COCHE)

· Pareces otro – ME DIJO EN EL COCHE –

· Ya tengo mejor pinta.

· Es tu coche, podías haber conducido tú.

· Si te soy sincero no tengo ganas de conducir además creo que lo disfrutas bastante.

· Como para no, menudo coche.

· Úsalo cuando quieras.

· Es que tu garaje es telita.

· No hay tanto.

· Venga León, con los dos coches y la moto que hay, cualquiera alucinaría.

· Pues deberías de ver el de casa de mis padres, allí tengo dos motos más, la de motocross y la primera grande que tuve.

· Estás loco.

· Antes más.

· Es verdad, que ahora eres un hombre comprometido.

· Y tanto, se lo pedí delante de nuestros padres.

· ¿Cuándo?

· Hace unas horas.

· Hace unas horas, ¿Y me lo sueltas así?

· Pero si tú ya lo sabías.

· Perdona, pero sabía lo del compromiso, no que se lo hubieses pedido con la familia delante.

· Era lo que tenía que hacer.

· ¿Y ya hay fecha?

· No, simplemente estamos comprometidos, nada va a cambiar el hecho de que ahora lo sepa la familia.

· Felicidades.

· Gracias Lucas, gracias por todo lo que estás haciendo.

· No tienes nada que agradecer, lo hago encantado.

· Esto empezó como un trabajo, pero ahora mismo eres un buen amigo.

· Bueno sentimental, vamos a ver a esa princesa.

· ¿Vas a entrar?, ella me pregunta por ti.

· Quiero felicitarla y creo que ya va siendo hora de verla.

· Tengo ganas de tenerla en casa.

· ¿Crees que le quedé muchos días en el hospital?

· No lo sé.

· Bueno sea como sea lo importante es que ella se recupere.

(EN EL HOSPITAL)

Cuando llegué al hospital el entrar fue otra odisea, la prensa no se había movido de la puerta y de nuevo me avasallaron a preguntas, pero Lucas que iba preparado esta vez hizo que entrase lo más rápido posible, cuando llegué a la puerta de la habitación de Violetta llamé muy despacio por si estaba dormida, pero al abrir la encontré despierta hablando con su papá y viendo el móvil de él.