(CONTADO POR LEÓN)
Eran las siete de la mañana, todos dormían, pero yo ya me había despertado por los nervios, salí de la cama dejando a Violetta en ella y bajé hasta el porche, me apoyé en la barandilla y respiré hondo, México olía diferente o al menos para mí, necesitaba quemar endorfinas así que me puse hacer ejercicio, eso me serviría para relajarme y encima me tonificaría para la entrevista del programa de televisión. Cuando llevaba alrededor de una hora apareció mi abuelo:
· Le dije a tu abuela que te habías levantado, pero ella decía que no.
· Buenos días abuelo, me levanté hace un rato y necesitaba quemar endorfinas.
· Buenos días, ¿nervioso?
· Un poco, pero es normal.
· ¿Normal?
· Si – LE DIJE AGARRANDO LA MANO QUE ME OFRECÍA MI ABUELO PARA LEANTARME DEL SUELO –
· Deberías estar acostumbrado.
· No me acostumbro aún a todo esto.
· Pues ya es hora.
· Abuelo yo me miro al espejo y no me veo diferente a cualquiera, todavía me sorprende que haya personas que me vean de las maneras que me ven.
· Hombre, diferente estás.
· Pues yo me veo igual que cuando venía aquí los veranos y no hacía otra cosa que salir con mis amigos y estar en esa piscina.
· Déjame llevarte la contraria, pero desde ese tiempo hasta ahora has cambiado en todo, en primer lugar, tienes una chica durmiendo en una de las habitaciones de la casa y en segundo lugar dudo que pudieses salir como antes por las calles sin llamar la atención.
· Esa es otra, ir a la playa o salir a dar un simple paseo es algo que se ha vuelto imposible, vamos no es imposible pero no es privado.
· Eso es la fama.
· Ya lo sé, pero ¿Qué hice yo para merecer todo esto?
· Hiciste mucho y te mereces todo.
· Gracias abuelo, vayamos hacer el desayuno.
· ¿Hacer el desayuno?
· Si, ¿la abuela ya se levantó?
· No, tú abuela se suele levantar sobre las nueve o nueve y media.
· Pues entonces tenemos escasamente una hora para hacer el desayuno.
· ¿Tú haces el desayuno normalmente?
· Si, desde que me fui a vivir con Violetta y ahora en Los Ángeles Lucas y yo tenemos que hacérnoslo si queremos desayunar.
· Yo nunca hice el desayuno, la cocina es territorio de tu abuela.
· Pues venga, va a ser tu primer desayuno – LE DIJE A MI ABUELO –
(CONTADO POR VIOLETTA)
· Buenos días Candela – LE DIJE CUANDO ME LA ENCONTRÉ BAJANDO POR LAS ESCALERAS –
· ¡SSSSHHHHH!
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La Continuación (Vida Después De Violetta 3) PARTE 2
Fiksi PenggemarSegunda parte de mi novela ya que no podía tener más de 200 capítulos en la misma historia Lo primero que quiero aclarar es que esta historia es totalmente inventada y sin animo de lucro, los personajes no me pertenecen y se usan para entretenimien...